La comunidad internacional contiene la respiración ante la inminente invasión israelí de Gaza. La guerra entre Israel y Hamás se recrudece a medida que pasan las horas, y el riesgo de que el polvorín de Oriente Próximo, con derivaciones en el Líbano, Siria o Irán, es mayor de lo que ha sido en décadas.

Tras expirar el ultimátum de Israel para que los civiles abandonen el norte de Gaza, el primer ministro de israelí, Benjamín Netanyahu, ha confirmado que su ejército ya está preparado para la ofensiva: "Con nuestros combatientes en la Franja de Gaza, en primera línea. Estamos todos listos", ha afirmado Netanyahu en su cuenta de X tras visitar a las tropas desplegadas en el sur del país y en mitad de la intensificación de los bombardeos sobre la Franja. En el vídeo difundido por su oficina, Netanyahu interpela a unos soldados de infantería: "¿Estáis preparados para la siguiente etapa? La próxima etapa está llegando".

Hamás responde: "No abandonaremos Gaza"

Minutos después, el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, ha dirigido una desafiante alocución en la que ha prometido resistir. "Esta resistencia golpeará el corazón de este régimen criminal sionista. Está cometiendo un genocidio y están intentado reubicar a nuestra gente fuera de Gaza", ha señalado Haniyeh, afincado en Qatar. "La guerra psicológica contra nuestro pueblo para intentar desplazarlos y que emigren no va a funcionar. Nuestro pueblo nunca dejará la tierra de sus abuelos", ha agregado.

Entretanto, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, se halla en pleno periplo por la península Arábiga. Tras reunirse en Riad con su homólogo saudí, el príncipe Faisal bin Farhan, ha aterrizado en Abu Dabi para abordar la crisis con funcionarios emiratíes. "Es importante, creo, que todos condenemos los ataques contra civiles de cualquier forma y en cualquier momento", declaró el estadounidense tras subrayar que "la prioridad ahora tiene que ser detener el sufrimiento de más civiles". Los siete días de bombardeos israelíes sobre Gaza han dejado más de 2.200 muertos. Los heridos superan las 8.000 personas. "Las armas deben cesar y hay que aplicar la ley humanitaria internacional", ha reclamado Bin Farhan.

A primera hora de este sábado, ya expirado el plazo para la evacuación de un millón de habitantes que el secretario general de la ONU, António Guterres, ha tildado de "imposible", las Fuerzas de Defensa de Israel han asegurado "haber identificado una tendencia de los residentes a desplazarse hacia el sur, a pesar de que la organización terrorista Hamás intentó negar el desplazamiento para utilizar a estos residentes como escudo humano". El ejército israelí ha ampliado seis horas el plazo de la evacuación desde el norte de la franja, insistiendo en que "se pueden utilizar dos rutas para el desplazamiento seguro entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m. hora local".

Según el grupo palestino, más de 70 civiles que trataban de trasladarse hacia el sur han perdido la vida en las últimas horas bajo los intentos bombardeos. Decenas de miles de gazatíes se han desplazado hacia el sur, según estimaciones de la ONU. En las últimas horas el ejército israelí ha efectuado redadas en Gaza en las que ha recuperado los cuerpos de varios israelíes que se hallaban desaparecidos desde los ataques del pasado sábado. También "ha destruido infraestructura y escuadrones terroristas, incluida una unidad de Hamás que disparó misiles antitanque hacia Israel”. A primera hora de este sábado las fuerzas israelíes "identificaron una célula terrorista que intentó infiltrarse desde el Líbano en territorio israelí".

Apoyo estadounidense a Israel

El ataque sin precedente de Hamás, que ha dejado un rastro de sangre y dolor por decenas de comunidades en la frontera de la Franja, conmocionó a Israel y a todos sus aliados, encabezados por Estados Unidos, que ha mostrado su solidaridad plena con los israelíes: el secretario de Estado Antony Blinken y el de Defensa, Lloyd Austin, han viajado a Israel. También lo han hecho este viernes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola.

El presidente de EEUU, Joe Biden, dio carta blanca esta semana al primer ministro, Benjamin Netanyahu, para que su país ejerza su derecho y su deber a la defensa. Han llegado a Israel los primeros aviones con munición y está dispuesto a actuar el mejor portaaviones estadounidense. Este viernes ha destacado que urge crear "zonas seguras" para los gazatíes, y ha dicho que "la mayoría de los palestinos no tiene nada que ver con Hamás".

En la jornada sagrada para el Islam las poblaciones de varios países de mayoría musulmana, desde Irak hasta Pakistán, han expresado en las calles su solidaridad con los palestinos, sin críticas a la masacre cometida por Hamás. Cientos de miles han tomado las calles en Irak, los imanes han arremetido contra el Estado de Israel en las mezquitas y en Bahrein han quemado banderas de Israel. En Islamabad también se incendiaron estandartes estadounidenses e israelíes, después de la oración del viernes. Para estos manifestantes Israel es "el usurpador" o "el ocupante".

El régimen de los ayatolás ha advertido a Israel de que puede enfrentarse a una respuesta del llamado Eje de la Resistencia, formado por Irán y organizaciones terroristas palestinas, sirias y libanesas, como Hizbulá. Este jueves el ministro iraní de Exteriores se ha encontrado con el líder de Hizbulá, Hasan Nasrala, y el viernes ha visto al presidente sirio, Bashar Al Asad.

Israel ha prometido borrar de la faz de la tierra al grupo terrorista que controla el poder en Gaza desde 2007 y ha dado 24 horas a la población para que se dirija más al sur de Wadi Gaza y no se acerque a la frontera. Tras días de bombardeos intensos, las tropas esperan la orden del gobierno de Benjamin Netanyahu para entrar en la Franja. El temor a que queden atrapadas y a que la guerra se extienda por otros países de la región es mayor que nunca antes.

Nada va a frenar a Israel: ni siquiera los 120 rehenes que están en poder de Hamás. Entre ellos, hay varios extranjeros. Israel ha dicho que ahora no es momento de negociar sobre ellos. Sin embargo, ha realizado algunas incursiones en territorio gazatí para encontrar pistas sobre su paradero. Es un ensayo de la invasión y a la vez una muestra de que no se olvidan de los cautivos.

Hay un español desaparecido, el vasco Iván Illarramendi, que vivía en el kibut Kissufim. La joven hispanoisraelí Maya Villalobo, de 19 años, fue asesinada en la base militar de Nahal Oz, cerca de la Franja.

Más de 2 millones de personas atrapadas en Gaza

Para Israel el ataque sin precedentes de Hamás del sábado 7 de octubre equivale a diez 11-S: más de 1.300 israelíes han sido asesinados de una población de 9,5 millones, como dijo el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, de familia de supervivientes del Holocausto. Ha hecho revivir en los israelíes sus peores recuerdos.

La oleada de bombardeos precedió a una horda de unos 2.000 terroristas que mataron, secuestraron y saquearon lo que encontraron a su paso. Las autoridades israelíes insisten en que Hamás es como el autoproclamado Estado Islámico y que nunca más volverá a tener el poder que tiene ahora.

Para conseguirlo, están determinados a entrar en Gaza, aunque sea una ratonera, nada fácil de controlar. Atrapados entre Hamás y el ejército israelí, se encuentran más de dos millones de palestinos. El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, anunció esta semana un bloqueo total. Apenas queda electricidad para los hospitales, y escasea el agua, los alimentos y las medicinas. Mas de 400.000 gazatíes buscaron refugio en las instalaciones de la ONU.

Pero este viernes han llovido sobre el norte de Gaza miles de panfletos en los que el Ejército israelí insta a los ciudadanos que viven al norte de Wadi Gaza a que salgan de sus casas y se dirijan al sur. El folleto, escrito en árabe, dice: "La organización terrorista ha desencadenado una guerra contra Israel. La ciudad de Gaza se va a convertir en un campo de batalla. Tienen que dejar sus casas inmediatamente y dirigirse al sur de Wadi Gaza. Por su seguridad: no vuelvan hasta que reciban información de las Fuerzas de Defensa de Israel".

En esa zona vive más de un millón de personas. La ONU ha denunciado que es imposible ese desplazamiento masivo en tan corto periodo de tiempo. ¿Dónde van a ir?, se preguntan en las organizaciones no gubernamentales que trabajan en la Franja. Y el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, denuncia que Israel quiere provocar una segunda Nakba (el éxodo masivo de la población palestina en 1948).

Turquía considera "completamente inaceptable" el bloqueo a Gaza y remarca que viola la ley internacional. El Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, ha dicho que es "poco realista" esperar que pueda salir más de un millón de personas del norte de Gaza.

El paso de Rafah, en la linde con Egipto, está cerrado. Hay gestiones diplomáticas, en las que ha participado Blinken, para abrir corredores humanitarios.

Hay algunos intentos de mediación por parte de Qatar. El ministro de Exteriores, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, ha reconocido que trabaja por un alto el fuego. "Las prioridades de Qatar es una tregua, la protección de los civiles, y la liberación de los rehenes, así como no que no se extienda la violencia en la región", ha dicho ante Blinken.

Nuestro plan defensivo es más fuerte que el ofensivo"

saleh al arouri, dirigente de hamás

Hamás quiso quitar la idea a los gazatíes de emprender un éxodo y calificó de propaganda el mensaje del Ejército israelí. A su vez, uno de sus dirigentes, Saleh Al Arouri, ha asegurado que "la ocupación sabe que su invasión de Gaza convertirá la batalla en un desastre para su ejército y sus líderes. Nuestro plan defensivo es más fuerte que el plan ofensivo. Por cada acción llevada a cabo por el enemigo, hay un plan de resistencia".

Los terroristas pretenden intimidar aprovechando el éxito de la operación Invasión de Al Aqsa. El Ejército israelí ha reconocido que hubo errores graves de inteligencia y seguridad, pero ha pospuesto la investigación. La prioridad ahora es vencer la guerra contra Hamás. Ya han identificado que fue Al Nukhba, la unidad de élite de la organización terrorista, la que llevó a cabo la invasión del sábado, y ha matado a varios de sus dirigentes. El más buscado es Mohamed Deif, el Invitado, quien sería el cerebro de la operación.

Así ha sido posible también que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, haya podido sumar a su gabinete al opositor Benny Gantz y otros cuatro dirigentes de su partido Unidad Nacional. Sin embargo, Yair Lapid no ha querido unirse al gobierno para la guerra dada la presencia de extremistas. La debilidad del gobierno y las protestas de la sociedad israelí por la deriva extremista y el intento de control del poder judicial han sido oportunamente aprovechadas por Hamás. El diario Haaretz apunta a Netanyahu como responsable directo de los errores de cálculo de Israel.

A su vez, Hamás busca confundir a su población, que sufre los intensos bombardeos israelíes desde el domingo. Más de 1.800 palestinos han muerto por estos ataques, y son unos 6.000 los heridos. Los hospitales están desbordados y en las morgues no cabe un muerto más.

Unos miles de gazatíes han hecho caso del llamamiento del Ejército israelí. Los más afortunados han cargado sus coches con todo lo que cabía, incluidos los colchones. Han apurado los últimos litros de gasolina. La mayoría ha tenido que hacerlo a pie. Pero no sabían dónde ir. "¿Hay sitios seguros en el sur?", decían. "¿Encontraremos refugios?"

Nabel Farsaj, portavoz de la Media Luna Roja, resumía la situación a los medios internacionales entre sollozos. "Ya no se trata de comida, ni de electricidad, ni de combustible. La única preocupación ahora es sobrevivir".