"Paren esta locura". El dramático llamamiento del embajador palestino Riyad Mansour ante la Asamblea General de la ONU este jueves es de momento un grito en el desierto. Más de 7.000 palestinos, entre ellos más de 3.000 niños, de acuerdo con los datos de la sanidad gazatí, han muerto por los bombardeos de Israel desde el pasado 7 de octubre, cuando Hamás mató a 1.400 israelíes y secuestró a 224. Son tantas las víctimas que los pocos hospitales que siguen en funcionamiento están desbordados, al igual que las morgues.

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha anunciado que está a punto de suspender sus operaciones humanitarias en Gaza, debido a que sus reservas de combustible están "casi agotadas". El carburante sigue sin entrar, ya que el gobierno israelí se niega a dar luz verde. Dice que Hamás luego se hace con el combustible y que la organización tiene reservas suficientes. En breve van a tener que decidir si facilitar combustible para hacer pan o para atender las urgencias en los centros sanitarios. A su vez, tres escuelas de la UNRWA han sido bombardeadas.

En los hospitales de Gaza apuran las últimas gotas de combustible, vital para mantener las incubadoras operativas donde se atiende a más de un centenar de neonatos con problemas, según Unicef. Además, hay otros 70 recién nacidos con ventilación asistida. Los palestinos en condición crítica pueden morir si los hospitales se quedan sin suministro eléctrico.

Localización hospitales en Gaza

Crisis humanitaria en Gaza

Cada día dan a luz unas 160 mujeres en Gaza, según en Fondo Mundial de Población. Se estima que hay unas 50.000 mujeres embarazadas en la Franja y una parte de ellas darán a luz en breve en unas condiciones infrahumanas.

Tarik Jasarevic, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha explicado con detalle las consecuencias de las carencias que sufre Gaza, especialmente para los más débiles. "Sin combustible, los bebés que están en las incubadoras y necesitan apoyo vital morirán y mucha gente sufrirá. La gente que padece problemas renales estarán abocadas a fallecer en breve. Habrá más muerte y más dolor si no recibimos lo que necesitamos", ha dicho Jasarevic. Las operaciones quirúrgicas en muchos casos se están realizando en el suelo de los hospitales, sin anestesia y con la luz de los teléfonos móviles, según informa Médicos del Mundo.

A su vez, ha pedido protección para sus trabajadores y para quienes transportan los medicamentos y la asistencia sanitaria. "Precisamos garantías de seguridad en el norte de Gaza, algo que no hemos recibido". Cincuenta y siete miembros del personal médico, incluidos doctores, enfermeros y paramédicos, han muerto desde el principio de la escalada. Todos los que siguen a pie de obra se juegan la vida.

Sin combustible no hay electricidad ni tampoco pueden potabilizar el agua. "Cada minuto que pasa es vital para quienes están entre la vida y la muerte. El mundo no puede tolerar que se impida que cumplamos con nuestra misión que consiste en salvar las vidas en riesgo", ha dicho Ahmed Al Mandhari, director de la Organización Mundial de la Salud en el Mediterráneo oriental. "La crisis sanitaria y humanitaria en Gaza ha alcanzado proporciones catastróficas".

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Médicos del Mundo ha denunciado también que sin un alto el fuego y la entrada de ayuda humanitaria el sistema colapsará en breve. Diecinueve hospitales han resultado afectados y de ellos siete han tenido que cerrar, debido a los daños, la falta de energía y suministros.

El gobierno israelí ordenó el pasado 13 de octubre la evacuación de 22 hospitales del norte de la Franja, pero 17 de estos 22 centros siguen funcionando porque hay enfermos que perderían la vida si tienen que ser trasladados, como los neonatos con dificultades, los que padecen diálisis o están en cuidados intensivos.

Israel advirtió a la población del norte de la Franja que se trasladará al sur porque iba a intensificar ahí sus ataques en su propósito de aniquilar a Hamás. Pero en la Franja viven 2,3 millones de personas en un espacio de 345 km2: es una de las regiones más densamente pobladas del mundo.

Ayuda humanitaria en Gaza

La ayuda humanitaria, apenas 72 camiones con agua, alimentos y medicamentos desde el inicio del bloqueo, cuando lo habitual eran 450 al día, ni siquiera ha llegado a los hospitales del norte.

En su último informe de este jueves, Médicos sin Fronteras (MSF) coincide en describir un panorama desolador. Reconocen que es difícil dar una foto del momento porque "la situación real cambia día a día, incluso hora a hora".

Tienen que realizar amputaciones a niños con sedación parcial y han tenido que apagar incubadoras"

david cantero, msf

David Cantero, coordinador general de MSF para los Territorios Palestinos Ocupados, afirma que el hospital Al Shifa, el más importante de Gaza, sigue funcionando. Si habitualmente atiende a unas 700 personas, ahora asiste a 5.000. "Sabemos que están al borde del colapso, están racionando los medicamentos. Nuestros colegas nos han contado que han tenido que realizar amputaciones a niños en los pasillos en el suelo y con sedación parcial, con todo lo que significa. Han tenido que apagar algunas incubadoras", señala Cantero en una comunicación difundida por MSF. Esta organización confirma que varios hospitales han sido atacados por las fuerzas israelíes.

También falta el agua hasta el punto de que la cantidad promedio por persona es la quinta parte del umbral de emergencia humanitaria (apenas tres litros). Hay riesgo de deshidratación, brotes de enfermedades infecciosas como el cólera y más muertes. La mayor parte de la población recurre a fuentes de agua no potable para beber. Los niños menores de cinco años son especialmente sensibles a procesos diarreicos, una de las principales causas de mortalidad infantil.

El número de desplazados se eleva a 1,4 millones. Son gazatíes que han dejado sus hogares para ir al sur, aunque también hay bombardeos en esa zona de la Franja, aunque son menos. "No hay un lugar seguro en Gaza. La población no tiene dónde ir. Hay que parar este baño de sangre. Hay que parar los bombardeos indiscriminados que se están llevando a cabo desde Israel sobre la población civil", ha señalado David Cantero, desde Jerusalén.

A todos este sufrimiento se suma el trauma psicológico. Será difícil sobrevivir, pero más aún olvidar tanto dolor mientras la comunidad internacional debate si pedir una pausa humanitaria o pausas humanitarias. Las ONG sobre el terreno, como MSF y Médicos del Mundo, claman que es una prioridad "detener las hostilidades que tienen como objetivo a población e infraestructuras civiles, en particular sanitarias. También tomar las medidas necesarias para garantizar un acceso humanitario pleno a la población civil en la Franja de Gaza".

De momento, en el Consejo de Seguridad de la ONU no hay avances por el obsoleto sistema de veto de los cinco miembros permanentes. EEUU estaba a favor de una "pausa humanitaria", mientras Rusia reclamaba un "alto el fuego". Este viernes vota la Asamblea General el alto el fuego que reclaman los países árabes. Los Veintisiete han acordado reclamar "pausas humanitarias" y que se establezcan corredores para que llegue la ayuda a los gazatíes. España ha logrado que se introduzca un párrafo a favor de celebrar una conferencia de paz sobre la solución de los dos Estados.

"El mundo no está cubriendo los mínimos derechos de una parte de la humanidad", como dice el responsable de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths. "La ayuda apenas llega". Es un canto agónico que choca con los deseos de venganza de un pueblo, el israelí, tan traumatizado por la masacre del 7 de octubre que no acierta a ver que la sangre de sus vecinos, los palestinos, no aliviará su sufrimiento. Solo alimentará la cadena de odio.