Las comunidades judías en el mundo están consternadas por la matanza perpetrada por Hamás en Israel el 7 de octubre. El presidente de la Federación de Comunidades Judías en España, Isaac Benzaquén Pinto (Melilla, 1951), reconoce que "jamás pensamos que podía ocurrir lo que vimos ese día". Más de 1.400 israelíes fueron asesinados en ese shabat trágico. Desde entonces Hamás tiene bajo su poder a 241 rehenes de una veintena de nacionalidades. Israel respondió con una declaración de guerra con el objetivo de aniquilar a Hamás. En la operación militar ya han muerto más de 11.000 civiles, en su mayoría niños y mujeres, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, en manos de Hamás, lo que ha desencadenado una ola de protestas en las calles contra Israel y los más extremistas han atacado a la comunidad judía.

El antisemitismo está en auge no solo en España, en toda Europa. Confiesa Benzaquén que "nunca había visto tanto incremento de antisemitismo en toda mi vida como lo que estamos observando en estas fechas" y pone como ejemplo Melilla, su tierra natal, que siempre ha sido ejemplo de convivencia, y donde ahora hay señales preocupantes. Benzaquén, que lleva tres años y medio al frente de la comunidad judía en España, que consta de unas 45.000 personas y va en aumento, confía en que una vez eliminado Hamás, el pueblo israelí y el palestino puedan encontrar fórmulas para vivir en paz. "Eliminar a Hamás será bueno no solo para Israel, será bueno para todos. Y si lo logra Israel, entonces hablaremos de paz", subraya. 

Pregunta.- La matanza del 7 de octubre, ¿marca un antes y un después para la comunidad judía? 

Respuesta.- En el calendario de los días tristes del pueblo judío, sin lugar a dudas, el 7 de octubre será recordado durante generaciones. Lo ocurrido en Israel en esa fecha es el peor acto que hemos vivido de matanza de ciudadanos judíos después del Holocausto. Israel sigue conmocionada con lo ocurrido. Se intenta recuperar poco a poco, pero indudablemente en la historia del pequeño Estado de Israel hay un antes y un después del 7 de octubre. 

P.- ¿Cómo se vivió esa jornada en la comunidad judía en España?

R.- Era sábado, un día de descanso, el día que dedicamos a Dios y asistimos a las sinagogas. Además, celebrábamos el Día de la Alegría de la Torá. A priori, las circunstancias eran muy felices. En la medida en que fuimos recibiendo las noticias, el dolor se iba incrementando y cuando supimos realmente lo ocurrido, fue un enorme mazazo, un enorme dolor, porque jamás pensamos que podía ocurrir lo que se vivió en Israel esa jornada trágica. 

P.- Israel vive inmerso en un gran trauma nacional. Es un país pequeño y casi todo el mundo conoce a alguna víctima. ¿Usted tiene en su entorno a alguna víctima? 

R.- La primera preocupación que teníamos todos era ver cómo estaban nuestros familiares. Hay una mayoría de judíos sefardíes que salieron de Marruecos y se instaló en España. Era fácil tener familia afectada en Israel. También hay mucha gente joven que se está yendo a Israel a vivir o a estudiar. Afortunadamente mi familia vive alejada de la Franja y no se ha visto afectada. Conozco familias en las que ha habido heridos pero no de gran envergadura. 

P.- Los israelíes han perdido esa sensación de seguridad que les llevaba a vivir incluso junto a la Franja de Gaza. ¿Qué ha fallado? ¿Hay que responsabilizar al gobierno de Israel, el más ultranacionalista de la historia, y sus políticas con los palestinos? 

Habrá que investigar a fondo lo que pasó para que no vuelva a ocurrir nunca más"

R.- Una de las grandes preocupaciones que tiene en este momento el ciudadano israelí es saber cómo han podido entrar tantas personas de Hamás tan fácilmente en Israel. Esa investigación se abrirá con toda seguridad después del conflicto. Quizá pensar que Hamás no tenía capacidad de hacer un ataque como el que hizo haya podido ser una de las causas. Es un tema que está muy a debate en la sociedad israelí. Habrá que investigar en profundidad para que no vuelva a ocurrir nunca más. 

P.- Ustedes acaban de presentar el informe sobre antisemitismo y observan un gran auge de actos relacionados con el odio a la comunidad judía en el último mes. ¿Sienten preocupación por lo que pasa en España y en Europa? 

R.- Las cifras del informe anual del Observatorio de Antisemitismo de 2022 han quedado muy superadas a raíz del conflicto. En mi vida personal, desde que tengo uso de razón, jamás he visto tanto incremento de antisemitismo en nuestro país como lo que vivimos desde el 7 de octubre. Por ejemplo, Melilla, que es una ciudad donde el modelo de convivencia ha sido ejemplar, porque allí conviven judíos, musulmanes, cristianos e hindúes, fue escenario de un suceso preocupante. Unas personas que asistían a una manifestación intentaron entrar en una sinagoga done había judíos rezando. Es algo inexplicable en Melilla y muestra el nivel de antisemitismo que está apareciendo en nuestro país. En la ciudad de Barcelona, un hotel fue asaltado por un manifestante por el mero hecho de que el propietario es israelí. Han hecho pintadas en sinagogas y en casas de miembros de la comunidad judía, o coches señalados con la estrella de David. Estamos viviendo una tensión muy, muy importante en las universidades. Todos son actos antisemitas que en nuestro país realmente nunca se habían producido. 

P.- ¿Y en otros países europeos se observa la misma tendencia? 

R.- Sin lugar a dudas. Fundamentalmente se está viviendo un antisemitismo muy, muy preocupante en Francia. Allí se dan dos circunstancias: es donde vive la mayor comunidad judía en Europa, con unos 550.000 miembros; y también es hogar de la mayor población musulmana, en torno a 6,5 millones. Estas circunstancias hacen que de alguna forma el antisemitismo sea muy importante. Hay más de 400 personas detenidas por actos antisemitas y hay una gran preocupación en las fuerzas de seguridad. También se vive en Alemania, donde intentaron quemar una sinagoga y el Reino Unido, donde no se había visto una situación igual desde 1984. De esta manera, el conflicto entre Israel y los terroristas de Hamás está teniendo repercusiones en todas las ciudades europeas. 

P.- ¿Teme que haya oleada de atentados en Europa y EEUU?

R.- Tenemos que felicitarnos porque creo que estoy convencido de que tenemos las mejores fuerzas de seguridad en nuestro país. Están preocupados por los ataques islamistas. La gran diferencia es que ya no hay células islamistas, sino lobos solitarios. Incluso con todas las medidas de seguridad posibles es difícil de controlar. Estamos preocupados de que algún lobo solitario intente agredir a miembros de la comunidad judía o a no judíos, como hemos visto en otros casos.  

P.- Pero, ¿se sienten bien protegidos?

Las sinagogas están protegidas, los colegios también... la vida judía no ha cambiado en España. Sabemos que contamos con las fuerzas de seguridad"

R.- Desde el primer momento, desde el día 7 de octubre, el gobierno era consciente de que la repercusión que habría aquí de lo sucedido en Israel. La protección de las fuerzas de seguridad del Estado es ejemplar. Las sinagogas están protegidas, los colegios, todas las instalaciones. Sinceramente, eso nos da muchísima tranquilidad, nos da muchísima seguridad, porque la vida judía no ha cambiado en España. Continuamos con nuestras costumbres y tradiciones. Sabemos que tenemos el teléfono de las fuerzas de seguridad del Estado las 24 horas para atendernos en lo que necesitemos. Lo agradecemos al Ministerio del Interior y a Exteriores. 

P.- Usted se ha reunido recientemente con el presidente del gobierno español en funciones. ¿Qué le dijo Pedro Sánchez? 

R.- Fue un encuentro muy positivo y cercano. El presidente del gobierno nos contó lo que estaba haciendo sobre el conflicto: la llamada con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu; el encuentro con Mahmud Abbas, [el presidente de la Autoridad Nacional Palestina]; los encuentros que había mantenido para intentar un alto el fuego; y su postura de definir lo ocurrido como un acto terrorista. También apoya el derecho de Israel a defenderse de los ataques recibidos y exige la devolución inmediata de los rehenes en manos de los terroristas de Hamás. 

P.- ¿Sienten el apoyo de la población española?

R.- Hemos tenido dos momentos muy distintos. Cuando el mundo vio lo que habían hecho los asesinos de Hamás con personas civiles inocentes, tuvimos una reacción muy, muy positiva. A medida que ha ido cambiando el conflicto, hemos perdido buena parte de ese apoyo. 

P.- No todo el gobierno español coincide con el presidente o el ministro de Exteriores. La ministra Ione Belarra pide que se investigue a Israel por genocidio. ¿Qué le diría si pudiera hablar con ella?

Si Israel tiene la capacidad de eliminar a Hamás, en Gaza habrá un antes y un después

R.- El mensaje lo hago extensivo a los medios de comunicación. Israel quiere la paz. Siempre he querido la paz. Los palestinos siempre han querido la paz. Los padres y las madres de los jóvenes israelíes que ven a sus hijos a los 18 años en el Ejército y saben que pueden morir, no quieren que eso ocurra. Israel no está luchando contra los palestinos, sino que lucha porque ha sido atacada por un grupo terrorista, por Hamás. El terrorismo no puede convivir con una sociedad civilizada. Pasamos por esa experiencia en nuestro país, en Atocha, en las Ramblas de Barcelona. Los terroristas no pueden vivir en una sociedad avanzada y democrática. Estoy convencido de que si Israel  tiene la capacidad de eliminar a Hamás, en Gaza habrá un antes y un después. Podremos iniciar un proceso de paz con personas de paz. La paz nunca se va a conseguir con terroristas. Eso le diría a la ministra Belarra. 

P.- La cuestión es que para conseguir eliminar a Hamás en Gaza han muerto por los bombardeos israelíes más de 11.000 civiles, la mayoría mujeres y niños. Va camino de un genocidio, como aseguran varias organizaciones internacionales de derechos humanos. 

En Gaza hay kilómetros de túneles pero no hay un solo refugio para la población"

R.-  Cualquier muerte de civiles inocentes es lamentable y nadie puede defenderla ni apoyarla. Todo esto que está ocurriendo nos duele. La zona que está al límite con Gaza lleva años viviendo ataques constantes a la población civil. Para Israel la vida de cada ciudadano es muy importante. Cuando se construye una vivienda lo primero que se construye es un refugio. En Gaza hay kilómetros de túneles pero no hay ni un solo refugio para la población. Israel ha retirado de las zonas candentes a miles de ciudadanos, preocupado por su futuro. Israel está en guerra contra Hamás porque Hamás  ha declarado la guerra a Israel. Y sabemos lo que es una guerra. No conozco ningún país que avise a los ciudadanos cuando va a atacar y así ir solo contra los terroristas. Hemos visto escenas de tropas israelíes acompañando a los gazatíes para que se vayan al sur y eso no se ha visto en ninguna guerra. Hay quienes no se van porque son amenazados por Hamás, que tiene luz, alimentos en sus túneles, mientras la población carece de ellos. Lo que está haciendo Israel es luchar por su supervivencia y su futuro. Entiendo que Israel hace lo posible para que haya el menor número de víctimas. A nadie le gusta lo que está pasando. 

P.- ¿Entiende a quienes se manifiestan por el pueblo palestino y piden que se pare la guerra?

R.- Sí, sí, sí, por supuesto, por supuesto. Amo la libertad de expresión. Felizmente en nuestro país tenemos libertad de expresión, como en Israel. Lamentablemente esto no ocurre en Gaza. Pero no olvidemos por qué estamos aquí. Estamos aquí porque un grupo de terroristas intentó masacrar israelíes y lo consiguió. Mataron a miles y miles de ciudadanos que estaban celebrando un día de shabat. No lo olvidemos. 

P.- Hay quienes dicen que Israel recurre al antisemitismo para eliminar cualquier tipo de critica como denunciar los ataques contra civiles palestinos. ¿Cuál es la línea roja?

R.- Hay una definición que en nuestro país se adhirió a ella hace aproximadamente tres años, de la Alianza Internacional del Recuerdo del Holocausto, que puede servir para orientarnos sobre lo que es un acto antisemita. “Puede expresarse como el odio a los judíos. 

Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto”, dice el texto. La libertad de expresión es un derecho, pero no lo es cuando se ataca al Estado de Israel, concebido como comunidad judía, o a bienes de la comunidad judía por ser judíos. 

P.- España ha votado a favor de la resolución de la Asamblea General de la ONU que pide una tregua humanitaria, a lo que Israel se niega en rotundo. ¿Cómo se puede entender que no pare la guerra tras la catástrofe humanitaria de la que somos testigos, después de los más de 10.500 muertos?

R.- Diría que si consideramos los datos del Ministerio de Sanidad de Gaza, en manos de Hamás, cometemos un gran error. Queremos que el conflicto se pare. Lo quiere el primer ministro Netanyahu, todo el mundo lo quiere Es tan fácil como que se devuelvan a todos los rehenes y a partir de ese momento la postura de Israel está muy definidas y muy clara. Ha pasado un mes. Ninguna organización internacional ha podido entrar para ver cómo se encuentra la vida de esos 240 rehenes: hay un niño de nueve meses, personas mayores… Sería una señal de humanidad devolverlos. 

P.- ¿Qué pasará con Gaza? 

Si Israel elimina a Hamás, será bueno para el mundo entero. El terrorismo de Hamás se puede exportar a cualquier lugar

R.- La idea del Estado de Israel no es que los gazatíes se marchen de Gaza. Israel saldrá cuando esté reconstruida Gaza y esté gobernada por un grupo de líderes que quieren la paz y no por Hamás. En esta primera etapa intentará crear una zona de protección en el norte. Probablemente intervendrán fuerzas internacionales. Antes del 7 de octubre, tampoco veía posible la paz con los palestinos de Gaza. Y después de la guerra, con los soldados que van a fallecer en el cuerpo a cuerpo, si consigue eliminar a Hamás no solo será bueno para Israel, será bueno para el mundo entero. El terrorismo de Hamás se puede exportar a cualquier lugar del mundo. El mundo ha conseguido eliminar al ISIS con lo que supuso en asesinatos, violaciones… Si Israel es capaz de eliminar a Hamás, hablaremos de paz. 

P.-  Parece difícil, dado que se dan las condiciones para que se radicalicen aún más tanto los gazatíes como los israelíes. Es difícil parar la espiral de odio. 

R.-  No, no es fácil. Es un conflicto que va a durar su tiempo. Pero recordemos que Hamás llegó al poder asesinando a miembros de Al Fatah. Hamás tiene como rehén al pueblo gazatí. En las escuelas se estudia el odio a Israel y matar a judíos. Se crea a una generación bajo el odio. Y no es bueno para nadie y menos para los gazatíes, que son los rehenes del conflicto. Si los gazatíes pudieran expresarse libremente, veremos que no quieren a Hamás. Gaza es una zona espectacular, de una riqueza increíble, y cuando haya paz, allí podrán vivir los palestinos en libertad, no como ahora. 

P.- Es precisamente la base del conflicto: la disputa entre los dos pueblos por la tierra. Y están condenados a entenderse, pero hay ministros en el gobierno israelí que fomentan el odio al árabe y avalan expandir los asentamientos. 

R.- Como en muchos gobiernos hay muchas tendencias. Si nos planteamos una negociación de paz, el problema es con quién negocia Israel. ¿Con Mahmud Abbas o con el líder de Hamás, que sigue diciendo que Israel tiene que desaparecer? ¿Cómo va a negociar con los que quieren asesinar a los israelíes? ¿Negocia con los representantes de los palestinos en Cisjordania y  no con Gaza? Es complicado. Si Israel elimina a los terroristas de Hamás, se podrá abrir un cauce de paz, lo que ahora mismo es imposible. 

P.- Pero también hay ministros en el gobierno de Israel con los que sería imposible negociar. Ni todos los palestinos son como Hamás ni todos los israelíes como los ministros de Sionismo Religioso. 

R.- Hay una gran diferencia: Israel es un país democrático y el resto de los países de la región no son democráticos. Con todo el respeto a Mahmud Abbas, en Cisjordania hace muchos años que no hay elecciones. En Israel incluso primeros ministros han ido a la cárcel por corrupción. Y yo le adelanto que será la sociedad israelí la que triunfará y el gobierno democrático lo tendrá que respetar. Cuando hay un gobierno democrático, todo es posible. Cuando hay dictaduras, es imposible. 

P.- Pero el gran fallo de ese gobierno democrático es su relación con los palestinos. Tienen reclamaciones sobre Jerusalén Este, que no se atienden y por eso dicen que no celebran elecciones. Es decir, hay un conflicto territorial que ha de solucionarse. 

Entiendo que la solución pasará por crear dos Estados con fronteras seguras, que garantice la paz a isralíes y palestinos

R.- En 1948, la ONU declaró dos Estados, el Estado palestino y el Estado de Israel. La parte más estéril, la parte más desértica, la asumió Israel que necesitaba un Estado, después de lo ocurrido en el Holocausto. Sin embargo, los palestinos dijeron no a la resolución de la ONU y al día siguiente todos los países árabes atacaron a Israel con el solo propósito de eliminarlo. Si en ese momento los palestinos hubieran tenido un líder carismático, con la visión de futuro de David Ben Gurion, ahora estaríamos hablando de temas completamente distinto. Desde que Egipto firmó la paz con Israel no hay conflicto. Y las relaciones comerciales, científicas, técnicas con Egipto son increíbles. Jordania exactamente igual. Israel puede aportar mucho de valor a la sociedad palestina. Y ellos también a Israel. Entraban unas 35.000 personas de Gaza a Israel a trabajar. Recordemos que fue Arafat el que se retiró de los Acuerdos de Oslo. En los últimos años no se quiere hablar de los dos Estados. Yo, personalmente, entiendo que la solución pasará por crear dos Estados con fronteras seguras, que dé la paz a israelíes y palestinos. 

P.- El gran defensor de los Acuerdos de Oslo en Israel, Isaac Rabin, entonces primer ministro israelí, fue asesinado por un ultranacionalista. Hay extremistas en los dos lados y son los que llevan a situaciones como la que vivimos ahora. 

R.- Así es. La muerte de Isaac Rabin fue una gran tragedia y fue muy duro que un extremista judío matase al primer ministro. Rabin era el gran líder que podría haber conseguido ese sueño de la paz.