En febrero de 2019 Arabia Saudí, inmersa en las reformas para proporcionar derechos a sus súbditas, nombró a la primera embajadora del país. La elegida fue la princesa Reema bint Bandar al Saud, enviada a dirigir la legación diplomática en Washington. Un lustro después, el reino conservador sitúa a otra representante de la Casa Real saudí, la princesa Haifa al Mogrin, al frente de otra embajada, la de Madrid.

La designación fue publicada este martes por la agencia de noticias estatal saudí SPA después de que Haifa al Mogrin prestara juramento junto a otros nuevos embajadores saudíes ante el rey Salmán bin Abdulaziz al Saud, de 88 años, en el palacio Irqa de Riad, en una ceremonia protocolaria previa a su llegada al país de destino y la entrega de sus credenciales en el ministerio de Asuntos Exteriores español.

"Extiendo mi más profundo agradecimiento y gratitud a mi señor, el Custodio de los Dos Lugares Santos, y a su alteza real el Príncipe Mohamed bin Salman, príncipe heredero y primer ministro, que Dios los proteja, por la confianza real al nombrarme embajadora ante el Reino de España. Pido a Dios todopoderoso ayuda y éxito en el desempeño de mi trabajo de una manera que alcance las aspiraciones del sabio liderazgo", escribió en su perfil de X, la red social anteriormente conocida como Twitter.

Curtida en la ONU y el ministerio saudí de Economía

Al Mogrin es una de las diplomáticas con trayectoria más sobresaliente en el reino. A principios de 2020 fue nombrada embajadora de Arabia Saudí ante la UNESCO, un nombramiento que sorprendió a muchos y que la convirtió en un rostro reconocido. Una revista emiratí la incluyó entre las saudíes más influyentes. Licenciada en Económicas por la Universidad Rey Saud de Riad en 2000, obtuvo un máster en la misma rama en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres siete años después.

Haifa al Mogrin, nueva embajadora de Arabia Saudí en España, en una imagen de sus redes sociales.

La princesa Al Mogrin ha ocupado cargos en el Programa de la ONU para el Desarrollo y el ministerio de Economía y Planificación saudí, donde ejerció como responsable de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y viceministra adjunta para Asuntos de Desarrollo Sostenible. También ha desempeñado responsabilidades en la coordinación saudí del G-20.

"En la Unesco ha hecho mucho", señalan a El Independiente fuentes saudíes conocedoras del perfil de la nueva embajadora en Madrid. Su mandato al frente de la representación saudí en la agencia de la ONU dedicada a la Educación, la Cultura y la Ciencia ha estado marcado por la apuesta por el turismo, la cultural y la preservación de su patrimonio de Arabia Saudí. En la actualidad, el país cuenta con seis sitios incluidos en la lista de patrimonio mundial de la Unesco, entre ellos, la ciudad nabatea de Hegra, la Petra saudí.

Telefónica y la Organización Mundial del Turismo

Al Mogrin aterriza en España en plena pugna saudí por Telefónica. El pasado septiembre STC, la empresa de telecomunicaciones propiedad del fondo soberano saudí PIF (Public Investment Fund), anunció su intención de controlar el 9,9% del accionariado de Telefónica. Un movimiento sorpresivo que hizo saltar las alarmas del Gobierno español. En diciembre el Ejecutivo de Pedro Sánchez comunicó que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) se haría con un 10% del capital para impedir que los saudíes, a través de uno de los fondos soberanos más potentes del planeta, controlaran la teleco.

Economista, Al Mogrin tendrá que limar asperezas con el Gobierno español tras otra jugada reciente, el intento de Arabia Saudí de arrebatar a Madrid la sede de la Organización Mundial del Turismo (UNWTO, por sus siglas en inglés). El reino que controla de facto el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, el hijo treinteañero del actual monarca, buscaba con la mudanza hacerse con la agencia de la ONU dedicada al turismo, una pequeña joya que culminara su estrategia de apostar por el turismo como uno de los sectores clave para la diversificación económica que propugna su Visión Saudí 2030.

Imagen del exterior del Palacio de Congresos de Madrid situado en el número 99 del Paseo de la Castellana.

El reino -destino del peregrinaje musulmán a los lugares santos de Meca y Medina- trata de situarse como un destino turístico de primer orden, con la previsión de alcanzar los 150 millones de turistas en 2030. La operación para hacerse con la sede de la UNWTO estaba muy avanzada pero fue detenida en seco después de que en 2022 Sánchez ofreciera una nueva sede, el edificio B del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid. Unas instalaciones ubicadas en plena Castellana que fueron inauguradas en 1970 y que permanecían en desuso desde 2012.

Tras sufrir un aparatoso incendio en 1995 que provocó el colapso del auditorio B, se hicieron las reformas básicas para que parte del Palacio -propiedad del Instituto de Turismo de España (Turespaña)- continuara funcionando parcialmente. El pasado abril el Consejo de Ministros aprobó unas obras de remodelación del edificio B del Palacio de Congresos por valor de 24,6 millones de euros que permitirán a la Organización Mundial del Turismo trasladarse desde su actual ubicación en la Calle Poeta Joan Maragall 42 al rehabilitado Palacio, que luce en su fachada un mural diseñado por Joan Miró.

Conforme a un acuerdo administrativo internacional firmado entre España y la UNWTO, España cede el edificio B del Palacio de Congresos a la agencia por un periodo de 75 años tras asumir la rehabilitación del mismo. Con el trofeo perdido, Al Mogrin debe ahora seducir en Madrid con el plan de inversiones multimillonarias del reino y derribar los recelos que el capital saudí provoca a la par que trata de limpiar su imagen de depredador de los derechos humanos y las libertades públicas.