Estados Unidos, que inició la semana pasada bombardeos limitados sobre posiciones hutíes en Yemen, ha anunciado este miércoles que vuelve a incluir al movimiento chií yemení en su listado de organizaciones terroristas mientras prosiguen los ataques hutíes con misiles y drones contra barcos en el mar Rojo, amenazando una importante ruta del comercio global.

La designación entrará en vigor en el plazo de 30 días, el próximo 16 de febrero, aunque funcionarios estadounidenses indicaron que Washington "considerará" suspenderla si los hutíes cesan sus ataques en el mar Rojo.

"Estos ataques son una definición de manual de terrorismo", ha señalado uno de los funcionarios estadounidense, quien también ha reconocido que está por "diseñar" la implementación de las sanciones para evitar en la medida de lo posible que afecten a la población civil tras más de una década de guerra civil.

La administración Biden ha optado por catalogar al grupo hutí de "Terrorista Global Específicamente Designado" (SDGT, en inglés) en lugar de incluirlo en la lista de "Organización Terrorista Extranjera" (FTO, en inglés) porque las sanciones que acarrea son más leves aunque conlleva bloquear su acceso a la financiación internacional.

Washington retiró a los hutíes -apoyados por Irán y que controlan amplias zonas de Yemen, incluida su capital Saná- de su listado de grupos terroristas hace cerca de tres años, poco después de que Biden accediera a la Casa Blanca. La actual coyuntura, marcada por la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza y la escalada de las tensiones regionales, es el argumento esgrimido por la admistración Biden para su retorno como grupo "terrorista global especialmente designado" .

A diferencia de la inclusión en la lista de FTO, la designación SDGT no incluye sanciones para esas personas o empresas que provean de apoyo material a los hutíes, una decisión tomada para no incrementar las trabas para la asistencia humanitaria a la nación más pobre de la península Arábiga. Ambas fueron revocadas por Biden tras acceder al cargo para aliviar la profunda crisis humanitaria del país, sumido en la hambruna y en mitad de la propagación de enfermedades como la difteria y el cólera.

"Sería una declaración de guerra"

Los hutíes, por su parte, han censurado el posible paso de EE.UU. y han advertido que seguirán con sus ataques. “Consideraremos una declaración de guerra cualquier medida que perjudique los intereses de Yemen, y el impedimento a los buques israelíes no se limitará únicamente a (el estrecho de) Al Mandeb", en el sur del mar Rojo, clamó el viceministro de Exteriores del Gobierno hutí, Husein al Ezzi, a través de su cuenta en X (antes Twitter). "La agresión de Estados Unidos y el Reino Unido, y su derramamiento de sangre yemení fue innecesario y se convertirá en el error de su vida a menos que se traguen la próxima respuesta de Yemen y pongan fin a sus crímenes contra Gaza", agregó Ezzi.

Este martes por segundo día consecutivo los hutíes lanzaron un ataque de misil contra el carguero griego "Zografia", que navega con bandera maltesa y se dirigía a Israel, sin que el impacto causara heridos entre sus 24 tripulantes ni daños importante en el barco, que pudo continuar rumbo en dirección al canal de Suez.

"La operación se produjo tras el rechazo de la tripulación del barco a las llamadas de advertencia, incluidos mensajes de advertencia hechos con disparos al aire", explicó el portavoz militar hutí, Yahya Sarea, que prometió seguir llevando a cabo ataques contra buques que se dirijan a Israel en apoyo a los palestinos de la Franja de Gaza.

Entretanto, la coalición que dirige Estados Unidos volvió este martes a atacar posiciones hutíes. El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) informó de que el ataque aéreo se produjo sobre las 4.15 hora local (1.15 GMT) y tuvo como objetivo "cuatro misiles balísticos antibuque hutíes preparados para ser lanzados desde las áreas del Yemen controladas por los hutíes".