El Comité Nobel Noruego ha otorgado este viernes el premio Nobel de la Paz a María Corina Machado. Es el galardón que tanto ansiaba recibir el presidente estadounidense Donald Trump por la supuesta resolución de "siete guerras", incluida su intermediación en el alto el fuego aprobado esta semana por Israel y Hamás, que pone fin a dos años de operación militar israelí en la Franja de Gaza. "Una valiente y comprometida defensora de la paz, una mujer que mantiene viva la llama de la democracia en medio de una oscuridad cada vez mayor", ha señalado el jurado sobre la opositora venezolana perseguida por el régimen de Nicolás Maduro. "Es uno de los ejemplos más extraordinarios de valentía civil en América Latina en los últimos tiempos", ha agregado.

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"Recibe el Premio Nobel de la Paz por su incansable labor en favor de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha para lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia", ha declarado el comité en su comunicado. "Es demasiado pronto para saber si estará en la ceremonia de concesión del Nobel", ha deslizado el portavoz del Comité a propósito de los obstáculos que establecerá el régimen de Maduro para permitirle viajar.

A juicio del Comité Nobel, "cuando los autoritarios se hacen con el poder, es fundamental reconocer a los valientes defensores de la libertad que se levantan y resisten". "La democracia depende de personas que se niegan a permanecer en silencio, que se atreven a dar un paso al frente a pesar del grave riesgo y que nos recuerdan que la libertad nunca debe darse por sentada, sino que siempre debe defenderse, con palabras, con valentía y con determinación", desliza la declaración.

Y es en ese contexto en el que la opositora venezolana -subrayan desde Oslo- "cumple los tres criterios establecidos en el testamento de Alfred Nobel para la selección del ganador del Premio Nobel de la Paz". "Ha unido a la oposición de su país. Nunca ha vacilado en su resistencia a la militarización de la sociedad venezolana. Se ha mantenido firme en su apoyo a una transición pacífica hacia la democracia", detalla.

"María Corina Machado ha demostrado que las herramientas de la democracia son también las herramientas de la paz. Ella encarna la esperanza de un futuro diferente, en el que se protejan los derechos fundamentales de los ciudadanos y se escuchen sus voces. En ese futuro, las personas serán finalmente libres para vivir en paz", concluye el comunicado.

El Comité Nobel ha recibido este año 338 candidaturas —244 individuos y 94 organizaciones—. Entre los favoritos, según analistas, figuraban el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, la viuda del opositor ruso Yulia Navalnaya y organizaciones humanitarias como Médicos Sin Fronteras o las Salas de Respuesta de Emergencia de Sudán. También la Corte Penal Internacional o la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y su comisionado general, Philippe Lazzarini, entre otros. El galardón ha sido anunciado desde el Instituto Nobel Noruego en Oslo.

Comunicado completo del Premio Nobel de la Paz

El Premio Nobel de la Paz 2025 se otorga a una valiente y comprometida defensora de la paz, a una mujer que mantiene viva la llama de la democracia en medio de una oscuridad cada vez mayor.

El Comité Noruego del Nobel ha decidido otorgar el Premio Nobel de la Paz de 2025 a María Corina Machado.

Recibe el Premio Nobel de la Paz por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha para lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia.

Como líder del movimiento democrático en Venezuela, María Corina Machado es uno de los ejemplos más extraordinarios de valentía civil en América Latina en los últimos tiempos.

La Sra. Machado ha sido una figura clave y unificadora en una oposición política que en su día estuvo profundamente dividida, una oposición que encontró un terreno común en la demanda de elecciones libres y un gobierno representativo. Esto es precisamente lo que constituye el núcleo de la democracia: nuestra voluntad compartida de defender los principios del gobierno popular, aunque no estemos de acuerdo. En un momento en el que la democracia se ve amenazada, es más importante que nunca defender este terreno común.

Venezuela ha pasado de ser un país relativamente democrático y próspero a convertirse en un Estado brutal y autoritario que ahora sufre una crisis humanitaria y económica. La mayoría de los venezolanos viven en la pobreza extrema, mientras que unos pocos en la cima se enriquecen. La maquinaria violenta del Estado se dirige contra los propios ciudadanos del país. Casi 8 millones de personas han abandonado el país. La oposición ha sido sistemáticamente reprimida mediante el fraude electoral, los procesos judiciales y el encarcelamiento.

El régimen autoritario de Venezuela dificulta enormemente la labor política. Como fundadora de Súmate, una organización dedicada al desarrollo democrático, la Sra. Machado defendió hace más de 20 años la celebración de elecciones libres y justas. Como ella misma dijo: «Fue una elección entre las urnas y las balas». Desde entonces, en el cargo político y en su servicio a las organizaciones, la Sra. Machado ha defendido la independencia judicial, los derechos humanos y la representación popular. Ha dedicado años a trabajar por la libertad del pueblo venezolano.

Antes de las elecciones de 2024, la Sra. Machado era la candidata presidencial de la oposición, pero el régimen bloqueó su candidatura. Entonces apoyó al representante de otro partido, Edmundo González Urrutia, en las elecciones. Cientos de miles de voluntarios se movilizaron más allá de las divisiones políticas. Fueron formados como observadores electorales para garantizar unas elecciones transparentes y justas. A pesar del riesgo de acoso, detención y tortura, ciudadanos de todo el país vigilaron los colegios electorales. Se aseguraron de que los recuentos finales quedaran documentados antes de que el régimen pudiera destruir las papeletas y mentir sobre el resultado.

Los esfuerzos de la oposición colectiva, tanto antes como durante las elecciones, fueron innovadores y valientes, pacíficos y democráticos. La oposición recibió apoyo internacional cuando sus líderes hicieron públicos los recuentos de votos que se habían recogido en los distritos electorales del país, lo que demostraba que la oposición había ganado por un claro margen. Pero el régimen se negó a aceptar el resultado de las elecciones y se aferró al poder.

La democracia es una condición previa para una paz duradera. Sin embargo, vivimos en un mundo en el que la democracia está en retroceso, en el que cada vez más regímenes autoritarios desafían las normas y recurren a la violencia. El rígido control del poder por parte del régimen venezolano y su represión de la población no son únicos en el mundo. Vemos las mismas tendencias a nivel mundial: abuso del estado de derecho por parte de quienes están en el poder, silenciamiento de los medios de comunicación libres, encarcelamiento de los críticos y empuje de las sociedades hacia el autoritarismo y la militarización. En 2024 se celebraron más elecciones que nunca, pero cada vez son menos las que son libres y justas.

A lo largo de su dilatada historia, el Comité Noruego del Nobel ha honrado a mujeres y hombres valientes que se han enfrentado a la represión, que han llevado la esperanza de la libertad a las celdas de las cárceles, a las calles y a las plazas públicas, y que han demostrado con sus acciones que la resistencia pacífica puede cambiar el mundo. Durante el último año, la Sra. Machado se ha visto obligada a vivir escondida. A pesar de las graves amenazas contra su vida, ha permanecido en el país, una decisión que ha inspirado a millones de personas.

Cuando los autoritarios se hacen con el poder, es fundamental reconocer a los valientes defensores de la libertad que se levantan y resisten. La democracia depende de personas que se niegan a permanecer en silencio, que se atreven a dar un paso al frente a pesar del grave riesgo y que nos recuerdan que la libertad nunca debe darse por sentada, sino que siempre debe defenderse, con palabras, con valentía y con determinación.

María Corina Machado cumple los tres criterios establecidos en el testamento de Alfred Nobel para la selección del ganador del Premio Nobel de la Paz. Ha unido a la oposición de su país. Nunca ha vacilado en su resistencia a la militarización de la sociedad venezolana. Se ha mantenido firme en su apoyo a una transición pacífica hacia la democracia.

María Corina Machado ha demostrado que las herramientas de la democracia son también las herramientas de la paz. Ella encarna la esperanza de un futuro diferente, en el que se protejan los derechos fundamentales de los ciudadanos y se escuchen sus voces. En ese futuro, las personas serán finalmente libres para vivir en paz.

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