El éxito de Vox en Andalucía parece que se le ha subido a la cabeza a Santiago Abascal. Condicionar, como ha hecho, el apoyo a la investidura de Juan Manuel Moreno a la retirada de uno de los puntos del acuerdo de gobierno firmado por el PP y Ciudadanos que prevé una dotación presupuestaria para la protección de las victimas de la violencia de género es, sencillamente, un disparate.

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