El centro derecha ganaría en votos pero perdería en escaños. Ese es el consenso de las encuestas que, de forma masiva, nos han inundado estos días. La división en tres grupos (Partido Popular, Ciudadanos y Vox) perjudica al bloque conservador en las provincias con menos escaños, en las que el principal beneficiado sería el PSOE. El hundimiento de Podemos también beneficia a los socialistas. El PSOE podría obtener 45 escaños más de los que logró en 2o16. El pasado otoño el asesor más cercano y principal de Pedro Sánchez me confesó que con 20 o 30 escaños más de los que tenían se darían por satisfechos.

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