Pedro Sánchez realizará este domingo toda una exhibición de fuerza. El secretario general del PSOE será proclamado junto a su Ejecutiva en un mitin en Ifema (Madrid) ante 8.000 militantes procedentes de toda España en autobuses. En las mismas instalaciones donde Susana Díaz presentó su candidatura a las primarias, el líder socialista expondrá su proyecto para el PSOE rodeado de una Ejecutiva de fieles sin concesiones a los barones, que tradicionalmente han compartido el poder dentro del partido.

La lista ha recibido el apoyo del 70,5% de los 956 delegados que han votado este domingo. Unos 674 dirigentes socialistas han apoyado a la nueva Ejecutiva frente a 200 que han votado en blanco y ocho nulos. El equipo de Sánchez aspiraba a alcanzar un 80% de los  apoyos, pero el malestar generado en el sector paxtista y susanista por su falta de integración ha provocado esta ligera contestación interna.

Susana Díaz y los ex secretarios generales del partido como José Luis Rodríguez Zapatero o Alfredo Pérez Rubalcaba no asistirán al mitin, pero sus ausencias sólo provocan indiferencia en el equipo de Sánchez. "Nos fijamos en las presencias, es lo que importa", asegura el flamante secretario de Organización, José Luis Ábalos. "Hemos tenido dificultades para llenar los mítines. Ahora no vendrán los referentes, pero viene la gente", destaca el portavoz de la Ejecutiva, Óscar Puente.

Tras su contundente victoria en las primarias y la actitud desconcertada y desairada de la mayoría de los barones territoriales, Sánchez ha dejado claro que toma el mando. En la noche del sábado, el líder socialista cerró los flecos de una Ejecutiva con 21 áreas de las que dependen otras tantas subáreas que comprenden a 49 dirigentes, todos de su máxima confianza salvo Patxi López, encargado de política federal. De ellos, 29 son hombres y 20 mujeres, que representan el 41% del total, respetando el criterio de paridad, fijado en el 40%.

Por primera vez en 17 años, el PSOE andaluz no ostenta la Presidencia del partido. Sí habrá un andaluz al frente del Comité Federal. Si en 2014 Susana Díaz situó en ese puesto clave a la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, que se autoproclamó la "máxima autoridad del PSOE" tras la dimisiónd e la mitad de la Ejecutiva, ahora Sánchez elige a un sevillano referente del sector crítico andaluz: Francisco Toscano. El alcalde de Dos Hermanas, que lleva gobernando el municipio con mayorías absolutas desde 1983, fue uno de los primeros mentores de Pedro Sánchez, antes incluso de que presentara su candidatura en 2014.

Sánchez no sólo ha eliminado de un plumazo la tradicional presencia de barones territoriales en la Ejecutiva, sino que no les ha hecho ninguna concesión. En las tres semanas entre las primarias y el congreso federal ha podido meditar, estudiar y negociar su Ejecutiva con su equipo, que tampoco estaba dispuesto a compartir el poder con quienes consideran enemigos y traidores. "Pedro ha aprendido la lección", aseguran, para justificar la total ausencia de integración de los sectores patxista y susanista, visiblemente molestos con esta decisión.

Enfado en los sectores afines a Díaz y López por la falta de integración

Tal fue el enfado de los hombres de Patxi López -que aspiraban a gestionar una cuota de un 10% y que se han visto fuera de la Ejecutiva- que Rodolfo Ares presentó una enmienda en el plenario del sábado que se consideró todo un ataque a Sánchez: planteaba que el secretario general tuviera que dimitir si en dos elecciones consecutivas no conseguía mejorar sus resultados electorales. La propuesta fue rechazada por los delegados al congreso.

Con Susana Díaz tampoco ha habido piedad. La presidenta andaluza abandonó el plenario por la mañana tras el acto de inauguración tras varios gestos de desplante y no volvió hasta las 23 horas, cuando Sánchez la citó para un encuentro cara a cara, el último que mantenía con los secretarios generales durante la jornada. En apenas ocho minutos, el secretario general le comunicó el nombre de los andaluces que forman parte de su Ejecutiva sin negociar nada con ella. "Haz lo que quieras", respondió airada la presidenta, que salió al borde de las lágrimas de la reunión.

Acomtumbrada a tener un poder heredado de sus mayores en el PSOE andaluz, Díaz fue a curarse las heridas a una recepción a la que había convocado a la delegación andaluza a las 22 horas en la sede del Colegio de Veterinarios de Madrid. La mayoría de los 255 delegados andaluces abandonaron la sesión antes de la celebración del plenario y no participaron en las votaciones de las enmiendas, que acababan al filo de la una de la madrugada.