Política

LA SITUACIÓN DE LOS PRESOS ETARRAS

'Santi Potros' y Caride Simón, condenados por la matanza de Hipercor, serán libres en 2019

Saldrán de prisión el 4 de enero y el 7 de septiembre, si bien la excarcelación podría adelantarse por beneficios penitenciarios

El ex dirigente etarra 'Santi Potros', en un juicio en la Audiencia Nacional.

El ex dirigente etarra 'Santi Potros', en un juicio en la Audiencia Nacional. EP

Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros, y Rafael Caride Simón encaran el último tramo de su estancia en prisión. Los etarras condenados por la mayor matanza cometida por la organización terrorista, el atentado en el centro comercial Hipercor de Barcelona en 1987, serán libres como muy tarde en 2019 tras cumplir la pena máxima y beneficiarse tanto de redención de días por su trabajo en la cárcel como -en su momento- por la anulación de la doctrina Parot.

El 25 de julio de 2003 la Audiencia Nacional condenó a Santi Potros y a Caride Simón a 790 años de prisión a cada uno por su responsabilidad en el atentado de Hipercor, el primero como inductor y el segundo como autor material por su condición de jefe del comando Barcelona. En el sanguinario historial de ETA ninguna acción se cobró tantas víctimas a la vez como la llevada a cabo el 19 de junio de 1987: 21 personas fueron asesinadas y otras 45 resultaron heridas.

Vídeo: G. M. Piantadosi

Según ha podido conocer El Independiente, Santi Potros será el primero en salir de los dos. A fecha de hoy, está previsto que lo haga el 4 de enero de 2019, si bien la excarcelación podría adelantarse si el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria aprueba nuevas peticiones de redención ordinaria a propuesta de la junta de tratamiento del centro penitenciario en el que se encuentra recluido (Topas, en Salamanca). El juez autorizó la última rebaja el pasado 9 de febrero: 45 días de rebaja de pena correspondientes al último cuatrimestre del pasado año.

'Santi Potros' saldrá de prisión el 4 de enero y Caride Simón el 7 de septiembre, si bien podrían adelantarse por beneficios penitenciarios

En su artículo 71, el Reglamento del Servicio de Prisiones de 1956 establece que "el trabajo que presten los penados en horas extraordinarias, o como destinos, o con carácter auxiliar y eventual en los establecimientos, se computará, a efectos de la redención, por el número de horas que constituya la jornada legal de trabajo". Ello permitirá al histórico dirigente de ETA adelantar su salida de la cárcel.

Nacido en la localidad guipuzcoana de Lasarte, Santi Potros recuperará la libertad antes de cumplir los 71 años (nació el 2 de febrero de 1948), de los que habrá pasado entre rejas no más de 31. Tras cumplir 13 años en cárceles de Francia después de su detención en 1987 en la localidad gala de Anglet, fue extraditado a España en 2000.

Restos del coche utilizado por la banda terrorista en el atentado de Hipercor.

Restos del coche utilizado por la banda terrorista en el atentado de Hipercor. EFE

Seis años después, la Audiencia Nacional acumuló sus 11 condenas en una y concretó en 30 años -acumulaba penas por más de 3.100- el cumplimiento máximo de privación de libertad, fijando su fecha de excarcelación en 2030. Ésta, posteriormente, se adelantó a 2025 por la anulación de la conocida como doctrina Parot, con la que se pretendía evitar que los condenados por delitos graves pudieran salir de prisión antes de cumplir la pena máxima de 30 años merced a beneficios penitenciarios.

En el caso de Caride Simón, que cumple pena en el centro penitenciario de Álava (Nanclares de Oca) y que es uno de los seis etarras encarcelados en España que se han acogido a medidas de reinserción, la fecha de cumplimiento es el 7 de septiembre de 2019. Saldrá con casi 75 años de edad.

"España es de los países en los que más barato resulta asesinar, porque en este caso -como en muchos otros- cada asesinato no llegará ni a un año de condena. De los 30 o 40 años que debían cumplir, si contamos los días de redención de penas, queda poco más o menos que en unas largas vacaciones a costa de todos los españoles; y si nos vienen los de Estrasburgo, pues encima tenemos que indemnizar a los terroristas. En fin, una ignominia más y supone echar más sufrimiento a las víctimas", declara José Vargas, superviviente del atentado de Hipercor y presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas.

Santiago Arrospide Sarasola y Rafael Caride Simón simbolizan la peor etapa de ETA. La más dura y sanguinaria. Pese a haber desempeñado altas responsabilidades en la organización terrorista, el tiempo en prisión terminó por doblegarles. Ambos se han distanciado de la organización criminal, si bien Caride Simón con mayor claridad y contundencia que Santi Potros. Los dos representan una generación de militantes de ETA que ha pasado casi la mitad de su vida en prisión y que acumulan condenas con cientos o incluso miles de años de pena por decenas de asesinatos.

El Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria acaba de aprobar 45 días de redención para 'Santi Potros' por el trabajo en la cárcel de Topas

Ambos pertenecen a un periodo en el que ETA se alimentaba de la lucha antifranquista. Los dos  continuaron incluso muerto el dictador y recuperada la democracia, justo cuando cientos de militantes de la organización la abandonaban y se reinsertaban en la sociedad.

El caso de Santi Potros es significativo de lo que, de algún modo, fue el origen de la propia organización terrorista: las juventudes del PNV. Militante de EGI –el movimiento juvenil del PNV–, se fue desvinculando como otros muchos jóvenes de su generación de lo que consideraban política "tibia" de los nacionalistas ante los ataques contra los símbolos vascos que aún persistían en los últimos años de la dictadura.

Un año antes de la muerte de Franco, en 1974, Sarasola decidió dar el paso e ingresar en la banda terrorista. Tenía 26 años. En sólo dos años logró formar parte de los comandos especiales de ETA-PM. Ni siquiera la amnistía de 1977, de la que se benefició, logró refrenar su instinto en favor de la lucha armada. Recuperada la libertad, Sarasola decidió radicalizarse aún más. Otros muchos siguieron los mismos pasos, cruzar la frontera camino del santuario francés y refugiarse en el País Vasco francés a comienzos de los 80. ETA militar se hizo fuerte en el país vecino. Allí Sarasola llegó incluso a disfrutar de la condición de refugiado político -reconocimiento que años después le fue retirado- y siguió ascendiendo en el escalafón de la banda hasta convertirse en jefe de los comandos ilegales de ETA en el periodo en el que la organización golpeó más duramente a la sociedad española.

'Santi Potros' y Caride Simón representan a una generación de etarras que se endureció tras el franquismo y se 'arrepintió' en prisión

Es el mismo periodo en el que otro joven, tres años mayor que él, gallego de nacimiento, llega al País Vasco. Rafael Caride Simón también procedía de la lucha contra la dictadura pero desde su vertiente obrera. Fichado por la Policía, decide trasladarse de su Galicia natal a Euskadi, donde pronto frecuenta ambientes sindicales abertzales. A través de LAB llega al entorno de ETA y, de ahí, a dar el salto para ingresar en sus filas. Como Santi Potros, también Caride Simón huyó a Francia a comienzos de los años 80.

A los dos históricos de ETA les une también su historial criminal. Los dos figuran como autores del que es el mayor atentado de ETA por número de víctimas, el coche bomba en Hipercor. La lista de condenas de ambos es larga, especialmente la de Santi Potros: once condenas que suman 3.100 años de prisión, entre ellas la de haber participado en el atentado de la República Dominicana de Madrid, que dejó 12 guardias civiles muertos.

El etarra gallego de ETA también cuenta con un largo historial de crímenes que lo mantiene aún hoy en prisión. Además de Hipercor, quien fuera jefe del comando Barcelona también fue condenado a 142 años de prisión por un atentado contra un furgón de la Guardia Civil en el que falleció un agente.

Ambos se refugiaron en Francia tras la matanza de Hipercor, por la que fueron condenados a 790 años de prisión

La vida paralela de los dos etarras suma otro episodio. La detención de ambos se produjo en Francia, donde se escondían de la Justicia. A Santi Potros la libertad como terrorista se le terminó apenas tres meses después del atentado de Hipercor. El 30 de septiembre de 1987, la policía francesa lo detuvo en Anglet (Francia).

Caride Simón, sin embargo, miembro del comando que colocó el coche bomba en los grandes almacenes de Barcelona, aún ejerció como terrorista seis años más hasta su arresto en la localidad gala de Toulouse en febrero de 1993. Ambos cumplieron condenas en Francia –hasta diez años Santi Potros y siete en el caso de Caride Simón- antes de ser extraditados a España.

Desmarcados de la dirección

Después de casi tres décadas entre rejas, el proceso interno de ambos ha sido también similar. Como otros muchos terroristas de gran peso en la historia de ETA, se han ido desmarcando de la dirección que un día ocuparon o que llegaron a obedecer sin cuestionarla. Hoy, Santi Potros y Caride Simón han puesto distancia con ETA. También el entorno de la banda con ellos. Sus nombres no figuran en los numerosos actos que el colectivo de presos o que desde la izquierda abertzale se impulsan en apoyo a los presos que siguen integrando el colectivo de la banda, el EPPK.

Caride Simón se acogió hace años a la vía de reinserción que permite no sólo el acercamiento a cárceles cercanas al País Vasco, sino acogerse a beneficios penitenciarios. Hoy, Rafael Caride Simón (Vigo, 1945) es uno de los tres presos de ETA que cumple los últimos días de condena en cárceles vascas, en una prisión alavesa. Goza de un régimen flexible de casi semilibertad. Para poder acogerse a los beneficios ha tenido que cumplir ciertos requisitos: reconocer el daño causado, condenar el pasado de ETA, colaborar con la justicia y reparar el daño. Caride Simón ha mantenido varios encuentros con familiares de algunas de sus víctimas y ha manifestado de modo reiterado su arrepentimiento.

Alto el fuego

Por su parte, Santiago Arrospide Sarasola también se desmarcó de ETA, si bien no se ha acogido a la vía Nanclares y por ello cumple condena en la cárcel de Topas (Salamanca). Mostró su discrepancia con la organización terrorista tras el atentado de Barajas con el que la banda rompía el alto el fuego de ETA, el 30 de diciembre de 2006. Su buen comportamiento en prisión le ha permitido beneficiarse de reducción de pena.

El arrepentimiento de algunos de los etarras más sanguinarios se ha producido en más casos de los que pueda parecer. Es el caso de Idoia López de Riaño, La Tigresa; José Luis Urrusolo Sistiaga; Carmen Guisasola; Francisco Múgica Garmendia, Pakito; o José Luis Álvarez Santacristina, Txelis.

En lo que no coinciden Santi Potros y Caride Simón es en su vida carcelaria. Desde que pisaran la prisión, el segundo no conoce lo que es sentirse en plena libertad, pese al régimen de semilibertad del que ya disfruta. Arrospide Sarasola, en cambio, sí. Aunque por poco tiempo. Santi Potros estuvo libre sólo 45 días. El 4 de diciembre de 2014 salió en libertad tras aplicársele la doctrina Parot, que, tras ser anulada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en 2013, fijó su salida para 2025. Sin embargo, finalmente la Audiencia Nacional incluyó en la cuantificación de su condena el periodo que pasó en prisión en Francia, más de una década, por lo que decretó su salida en libertad.

Apenas sólo mes y medio después, y cuando disfrutaba ya de paseos por su pueblo, Lasarte, la Justicia volvió a actuar contra él por su participación en dos atentados, uno en 1987 en el que falleció un hombre (Fructuoso Gómez) por la colocación de un coche bomba contra la Guardia Civil y otro atentado contra el ex fiscal general del Estado Luis Antonio Burón. El 19 de enero de 2015 fue detenido de nuevo y desde entonces continúa encarcelado.

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