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La paternidad de Iglesias y Montero deja en vilo el liderazgo de Podemos en campaña electoral

Si Pablo Iglesias e Irene Montero aplicaran en su caso la Proposición de Ley que propusieron en el Congreso tendrían cuatro meses de baja y estarían de permiso hasta febrero de 2019, en plena campaña para las autonómicas de mayo

Montero e Iglesias aplauden a Rajoy en una sesión en las Cortes.

Montero e Iglesias aplauden a Rajoy en una sesión en las Cortes. EP

Podemos afrontará la precampaña electoral de 2019 con sus principales líderes en segundo plano. Pablo Iglesias, secretario general del partido, e Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, serán padres entre septiembre y octubre, tal como anunció la diputada el pasado sábado a través de un post en Facebook. Las máximas responsabilidades en Podemos recaen sobre dos figuras que siempre han defendido públicamente permisos de paternidad y maternidad obligatorios, igualitarios e intransferibles y que ahora, en la medida de lo posible, tendrán que predicar con la experiencia. En el caso de Iglesias, podrá optar a cuatro semanas de permiso laboral - o cinco, si se aprueban los Presupuestos de 2018-, a las que hay que sumar dos días por el nacimiento de mellizos, y en el caso de Montero podrá disfrutar de 18 semanas: las 16 habituales a las hay que sumar dos semanas por ser un parto múltiple. Este periodo que culminaría en febrero de 2019, poco antes de las elecciones autonómicas y municipales del 26 de mayo de 2019. La propuesta de Podemos en este campo pasa porque padres y madres tengan el mismo permiso de cuatro meses.

En el caso de que Iglesias y Montero aplicaran sobre sí la ley que defienden en el Congreso -presentada en enero del año pasado-, ninguno de los dirigentes trabajaría hasta tres meses antes de la cita electoral. Las opciones están aún abiertas y ya hay cábalas sobre la sucesión durante este interín, aunque desde la formación tratan de cerrar filas apelando a los meses que aún quedan para el alumbramiento. Los sucesores naturales durante estas ausencias serían el secretario de Organización, Pablo Echenique, para suplir a Iglesias en el partido y la actual portavoz adjunta de Unidos Podemos en el Parlamento, Ione Belarra, para ocupar el puesto de portavocía.

Esto, suponiendo que ambos políticos disfruten a la vez de las respectivas bajas por nacimiento. Es previsible en cualquier caso que los dos dirigentes coincidan en el descanso al menos las dos primeras semanas. Por Ley, Montero tiene seis semanas obligatorias de descanso tras dar a luz. En el caso del secretario general de Podemos, aunque la legislación actual no regula ningún permiso obligatorio para el varón, la propuesta presentada por Unidos Podemos en el Congreso sí establece que el "otro progenitor" tiene que coger permiso obligatorio en las dos semanas posteriores al parto, mientras que el resto del permiso podría distribuirse en los 12 meses posteriores al nacimiento. De esta forma, si Iglesias mantiene la coherencia con su propia propuesta tomará al menos las dos semanas posteriores al nacimiento de sus hijos.

El voto en el Congreso es intransferible y sólo se permite el voto telemático en caso del nacimiento de un hijo

Todo ello teniendo en cuanta que los diputados del Congreso no pueden optar a bajas de maternidad y paternidad como tal. El Reglamento del Parlamento contempla la petición de voto telemático por estas razones; una petición que tendría que ser aprobada por la mayoría de la Mesa, donde están representados los principales partidos. Sin embargo, el voto a distancia podría considerarse una baja a medias, puesto que los diputados seguirán ejerciendo su labor política aunque dejen su escaño vacío. Aunque podrían proponer alguna alternativa para cambiar la dinámica del Congreso en este asunto, la opción de que Iglesias y Montero renuncien a ejercer su voto en señal de protesta se abre como una posibilidad, aunque de tomar esta decisión la ausencia de dos votos podría tener consecuencias políticas y decantar el sentido de las votaciones en aquellas más reñidas.

La actividad de los dirigentes de Podemos tampoco se ciñe estrictamente a las labores en el Parlamento. Otro de los escenarios donde Iglesias y Montero copan el poder es en la ejecutiva del partido, donde la portavoz parlamentaria ha ido ganando peso. La reunión de esta ejecutiva, que tiene lugar los lunes, se da en ocasiones presencialmente y en otras de forma telemática a través de chats de mensajería móvil. Es por ello que, a pesar de su ausencia física, tanto Iglesias como Montero mantengan la línea abierta con este órgano y continúen dirigiendo la línea política de Podemos. Para los dirigentes morados, las redes son otro campo crucial de actuación, donde sus mensajes van cargados de fuertes tintes políticos. Un apagón total en las redes también entraría en el paradigma de baja por maternidad, aunque es más improbable que se produzca, puesto que supondría la pérdida de cierta presencia en el panorama político de estos dirigentes, poco proclives a abandonar estas plataformas en periodos vacacionales.

La maternidad también podría en último término ser un aliciente para la sucesión en Podemos. A raíz de la segunda Asamblea Ciudadana de Podemos, Irene Montero se ha ido perfilando como la sucesora natural de Iglesias como líder del partido. En los últimos meses ha ido elaborando un perfil propio, acompañado por un núcleo de incondicionales a Montero, monteristas, dentro del partido. Esto, unido al fuerte desgaste del secretario general, que es el político nacional peor valorado, podría acelerar la sucesión. Ahora se añade un elemento más: el de la maternidad. Hasta ahora, la única dirigente que había simbolizado este aspecto había sido Carolina Bescansa, ahora caída en desgracia, que llevó a su hijo al Congreso. Tras su desaparición de la primera línea política, Podemos perdió a la persona que simbolizaba el perfil electoral que menos vota a Podemos: mujer, de edad media y con hijos a cargo. Ahora, salvando la edad, Montero podría convertirse en la referencia en este sentido.

Podemos denuncia que el permiso de maternidad provoca el cuidado de los niños recaiga "de forma exclusiva en la madre"

Este nuevo rol no sólo afectaría a su proyección política. En caso de que el desgaste de Iglesias continúe, es probable que los dirigentes de Podemos inviertan los papeles tradicionales en los que la mujer se encarga de los cuidados mientras que el varón vuelve al trabajo. En su propuesta denuncian que el permiso de maternidad, "inicialmente concebido para la recuperación del parte", se ha ido extendiendo progresivamente "para cubrir tareas de cuidado, recayendo estas de forma exclusiva en la madre". Es por ello que Podemos pide reducir el permiso obligatorio para la madre, que pasaría de las 6 semanas posteriores al parto actuales a sólo 2 semanas obligatorias.

La reivindicación de revertir estos papeles podría materializarse entre los principales políticos: Irene Montero podría tomar sólo las semanas obligatorias y ceder el resto de permiso al padre, Pablo Iglesias, de manera que ella retomara la labor política y él se mantuviera de baja, encargándose del cuidado y crianza de los hijos. Una decisión que no sólo tendría un fuerte carácter político sino que serviría para dulcificar la percepción que el líder de Podemos genera de puertas para afuera y romper así con la imagen de político agresivo que le ha pasado factura en las últimas encuestas.

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