El ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha recurrido ante el Tribunal Constitucional la decisión de la Mesa del Parlament de retirarle la delegación de voto, atendiendo al mandato del juez instructor del 1-O, Pablo Llarena. Puigdemont reabre así la batalla entre JxCat y ERC que el pasado septiembre estuvo a punto de romper la mayoría independentista en la Cámara catalana, cuando el partido del ex president se negó a aceptar la fórmula pactada por ERC y el PSC para sustituir a los diputados procesados por el 1-O y acatar así el auto de Llarena evitando perder la mayoría independentista.

En su recurso, Puigdemont acusa a la Mesa de actuar de forma "intempestiva", al margen de los acuerdos del Parlament y sin darle audiencia previa cuando acordó retirarle el voto delegado, por lo que cree que su decisión es "arbitraria" y le provocó "indefensión". Así argumenta el líder de JxCat la petición de que el Tribunal Constitucional anule la decisión de la Mesa de retirar la posibilidad de delegar el voto a los diputados suspendidos por el juez Llarena.

Puigdemont se refiere así a la polémica resolución aprobada por el Parlament en la que se cuestionaba la suspensión decidida por Llarena en aplicación de la Lecrim. Un alambicado texto que permitió el apoyo de ERC y los Comunes a una moción de la que JxCat infiere que el Parlament rechaza la decisión del Supremo y la da por anulada, pese a lo cual los diputados republicanos suspendidos por el Supremo sí acataron su suspensión.

Oriol Junqueras y Raül Romeva acataron la fórmula, pero no así Jordi Turull, Josep Rull, Jordi Sánchez y Joaquim Forn, que siguieron la senda marcada por Puigdemont, intentando forzar al presidente del Parlament, Roger Torrent, a desobedecer un mandato del Tribunal Supremo, una línea que Esquerra ha dejado claro que no piensa franquear.

La nueva maniobra judicial de Puigdemont, avanzada por ElDiario.es, ha sido orquestada aparentemente por el número dos de la Mesa, el juntero Josep Costa, quien durante la crisis de agosto y septiembre se opuso firmemente a la fórmula habilitada por Torrent, que significaba en la práctica que Puigdemont renunciara a su acta de diputado. Es decir, a la ficción de que podía ser investido de nuevo como presidente de la Generalitat con una reforma del reglamento de la Cámara.

ERC critica la maniobra de Puigdemont

El portavoz de JxCat en el Parlament, Eduard Pujol, ha justificado la decisión como una maniobra técnica para acabar llevando esta decisión del Supremo ante la justicia europea y ha asegurado que no se trata de un ataque a la Mesa presidida por Esquerra. "Era imprescindible para no quedar bloqueados, es decisión de carácter técnico" ha argumentado Pujol.

ERC, sin embargo, entiende que no era necesario llegar a este extremo porque las defensas de todos los procesados habían recurrido ya la decisión de Llarena, recurso al que se sumó la denuncia ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU. "Lo que era imprescindible era recurrir la suspensión como hicieron todas las defensas ante el Constitucional" ha señalado la portavoz republicana, Marta Vilalta

Vilalta ha asegurado que "respetan" la decisión de Puigdemont, pero también ha defendido la  decisión de la Mesa como la mejor opción para mantener los votos y la mayoría independentista en la cámara catalana.

Además, desde Esquerra, apuntan que "podrían haber avisado" tras mostrar su sorpresa porque Puigdemont recurra una decisión del Parlament "ante el Tribunal Constitucional español" ironizando así con el juego de legitimidades al que suele referirse el independentismo, que en toda la construcción de la defensa política del 1-O defiende la soberanía del Parlament y rechaza la potestad de la justicia española para limitar esa soberanía.

Fuentes de JxCat señalan que Josep Costa había advertido a Roger Torrent de la presentación de una recurso ante el Tribunal Constitucional, pero fuentes próximas al presidente de la cámara aseguran que no había explicitado que el recurso se presentaba contra la decisión de la Mesa, no contra el auto del juez Llarena, como se dio a entender al dirigente republicano.

Puigdemont reactiva el frente catalán

El recurso de Puigdemont se integra dentro de un nuevo intento del ex presidente catalán por dar carta de la naturaleza a su pretensión de ser investido presidente de la Generalitat a distancia. A cuatro meses de unas nuevas elecciones, en las que Esquerra parte como favorita en Cataluña, Puigdemont ha reactivado su batalla contra los republicanos para recuperar su proyección electoral en Cataluña.

Por un el grupo de JxCat ha iniciado la reforma del reglamento del Parlament, con el objetivo de introducir en ese reglamento la investidura telemática que permitiría a Puigdemont ser investido president. Paralelamente tanto el ex president como diversos líderes de JxCat, y ayer el presidente del PDeCat, David Bonvehí, han insistido en que cuando se complete la reforma lo lógico sería volver a impulsar la investidura de Puigdemont.

El líder de JxCat introdujo además ayer una nueva variable, la asegurar tras la reunión de JxCat en Waterloo que no descarta concurrir a las elecciones europeas dentro de la lista de neoconvergente. Puigdemont combatiría así la candidatura de Oriol Junqueras como cabeza de lista de Esquerra, con una candidatura para la que también se han propuesto los ex consejeros en prisión Josep Rull y Jordi Turull, y a la que Puigdemont ha propuesto incorporarse a Beatriz Talegón. Para ello, sin embargo, JxCat y PDeCat deben aclarar primero si se presentan juntas, bajo qué siglas y con qué compañeros de viaje, puesto que el PDeCat ha iniciado ya negociaciones con el PNV para reeditar la candidatura conjunta.