Política

Casado irá a su cita con Sánchez con una oferta de pactos en economía y Cataluña

El líder del PP volverá a ofrecer sus senadores para poner en marcha otro 155 con el que frenar el órdago secesionista

Pedro Sánchez recibió a Pablo Casado en Moncloa el 2 de agosto del año pasado
Pedro Sánchez recibió a Pablo Casado en Moncloa el 2 de agosto del año pasado | EFE

El presidente del PP no tiene previsto hacer lo mismo que Pedro Sánchez en diciembre de 2015 cuando Mariano Rajoy, presidente en funciones, le convocó a Moncloa tras las elecciones del 20-D y el socialista no se quiso ni sentar.  Eran los tiempos del "no es no" y el actual presidente del Gobierno no le dedicó ni un mínimo de cortesía institucional. "No sé para qué he estoy aquí", le vino a decir. La relación entre ambos después de aquel "indigno" que le soltó por los casos de corrupción del PP que Rajoy replicó con una acusación de "ruindad" convirtieron las relaciones entre ambos en un sapo difícil de tragar.

Pero Casado, independientemente de sus consideraciones políticas y personales hacia el ganador de las últimas elecciones generales, acude este lunes a Moncloa dispuesto a sentarse y a hablar de distintas cuestiones, también a ofrecerle una serie de pactos de Estado de los que ya hablaron en lo que ha sido su única reunión hasta el momento, en agosto del año pasado.

Casado volverá a ofrecer sus senadores para poner en marcha otro 155

El interés principal del líder de la oposición gira en torno a dos cuestiones, esto es, economía y órdago independentista. Génova no oculta su preocupación sobre las consecuencias económicas que para España puede tener un gobierno de coalición o pacto de investidura con Podemos, sobre todo en un momento de desaceleración y con el temor de una fuerte subida de impuestos para recaudar 26.000 millones más que acusan a Sánchez de haber ocultado hasta el día después de las elecciones, en que envió a Bruselas el Plan de Estabilidad para este año.

En cuanto a Cataluña, el líder del PP volverá a ofrecerá a Sánchez sus senadores al objeto de sumar una mayoría suficiente para poner en marcha una nueva intervención de la Generalitat mediante la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que era una de sus primeras medidas a implementar en caso de haber llegado al Gobierno, tal y como anunció en entrevista con El Independiente.

Lo previsible es que no lleguen a ningún acuerdo en estas materias, ni ahora, que Sánchez está en funciones y debe articular un gobierno de coalición, como le pide Podemos, o pacto de investidura, como prefiere Moncloa, ni en el futuro. Precisamente, lo que pretende Pablo Iglesias es impedir que Sánchez practique una especie de geometría variable de modo que, según los temas, mire a su izquierda o a su derecha.

Infraestructuras, agua, violencia de género y Defensa también estarán sobre la mesa

Además, no se trata más que de una ronda de reuniones exploratorias, quizá pensadas más para rebajarle los humos a Iglesias que para avanzar en las relaciones institucionales con los partidos de la oposición. El líder del PP acudirá a Moncloa en tercer lugar, después de hacerlo Casado el lunes a mediodía, y Rivera el mismo día que Iglesias, pero por la mañana.

Pero además de economía y Cataluña, el líder del PP tiene en agenda otras cuestiones referidas a infraestructuras, agua, lucha contra violencia de género y Defensa. Son asuntos que ya se suscitaron en su cita del año pasado y en las que tampoco se avanzó mucho en muy buena medida por las peculiaridades de una legislatura en la que Sánchez gobernó a golpe de decreto-ley.

Asimismo no cabe duda de que se suscitará la cuestión de Venezuela, convertida en un asunto de política doméstica una vez que el opositor socialista Leopoldo López está refugiado en la embajada española en Caracas en calidad de "huésped". El PP se felicita de que el Gobierno haya dejado claro al régimen de Maduro su intención de no entregar al preso político, en los últimos tiempos en arresto domiciliario, de donde fue liberado por orden del presidente en funciones, Juan Guaidó. En todo caso estarán vigilantes sobre la actuación del Gobierno.

Vitola de líder de la oposición

Pero además de pactos, Casado necesita salir de esta cita con la vitola de jefe de la oposición, "título" disputado por el líder  de Ciudadanos, Albert Rivera, que se cuidará mucho el martes de marcar distancias son Sánchez y despejar cualquier duda respecto a la posibilidad de un pacto con los socialistas que asegure estabilidad a la legislatura. En la lucha por la hegemonía del centro-derecha, la dirección de Ciudadanos parece firme en su compromiso de resistir todas las presiones, que ya están llegando del mundo empresarial y financiero.

Queda por ver si Sánchez tiene con Casado la misma deferencia que en agosto pasado, cuando le cedió la sala de prensa del Gobierno para su comparecencia ante la prensa mientras que a Rivera le relegó a una sala secundaria. Queda, además, otra opción, que es que tanto uno como otro prefieran comparecer ante los periodistas en las sedes de sus respectivos partidos. Era una práctica habitual de Sánchez tras sus citas con Sánchez y una forma de marcar distancias sobre todo en plena precampaña electoral de los comicios locales, autonómicos y europeos del domingo 26.

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