El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cargado este miércoles contra todos sus rivales políticos durante un mítin en Barcelona en el que ha vuelto a reivindicar al PSOE como única alternativa al bloqueo político el próximo 10 de noviembre. Sánchez, eso sí, no ha tendido puentes con ninguno de sus rivales, e incluso a Íñigo Errejón le ha acusado de presentarse junto a la CUP en Barcelona, donde la lista la liderará Juan Antonio Geraldes, ex de los comunes que concurrió en coalición con los antisistema independentistas en las municipales del pasado 26 de mayo.

"La CUP se presenta con dos partidos, el suyo y el de Errejón", ha dicho Sánchez, que ni siquiera se ha referido a Más País por su nombre y se ha referido al partido como "la división de Podemos". Tampoco ha habido guiños de ningún tipo a Pablo Iglesias.

Sánchez, ante un público militante, tampoco se ha abierto a explorar ningún camino junto a Ciudadanos ni junto al Partido Popular. "La derecha no tiene remedio", ha sentenciado, tras argumentar que el PSOE no tiene que ir a ningún sitio con partidos que "pactan con la ultraderecha", en referencia al PP y a Cs.

Para atacar a los naranjas, Sánchez se ha lanzado directamente contra Albert Rivera utilizando la exhumación de Francisco Franco. "Dice que exhumar a Franco divide a la sociedad. No, señor Rivera, no. Exhumar al dictador engrandece a la ya de por sí gran democracia española", ha dicho. Sobre Casado, ha pretendido bromear con su moderación y le ha acusado de un cierto desnortamiento político.

Sánchez, en Barcelona, ha querido reivindicar la figura de Miquel Iceta y al PSC como solución a los problemas de Cataluña, y ha pedido a los catalanes por un gobierno que se preocupe desde Moncloa de la "Cataluña real", citando problemáticas en los transportes ferroviarios, la seguridad o el desarrollo del corredor mediterráneo.