"Queremos una salida consensuada el 31 de octubre". Es el mantra que repite con convicción el embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott, que apenas lleva en Madrid dos meses. Hugh Elliott (Londres, 1965) no es nuevo en esta plaza. Ya estuvo en la embajada en Madrid en los 90 como segundo secretario. El embajador es optimista. Asegura que "un Brexit con acuerdo es factible", y que no es descartable que se pueda desbloquear la situación en el Consejo Europeo del 17 y 18 de octubre. También cree que después el Parlamento británico daría su visto bueno.

Desde Luxemburgo, también se ha mostrado moderadamente positivo el negociador jefe de la UE, el francés Michel Barnier, quien considera que sigue siendo muy difícil llegar a una solución de consenso, "pero aún posible", según informa la BBC. Barnier va a poner al día a los Veintisiete sobre cómo evoluciona la negociación a lo largo de este martes.

Si el crucial encuentro de los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea se salda sin acuerdo sobre la salida del Reino Unido, el Gobierno británico tendría que pedir una prórroga, según lo acordado en el Parlamento británico. La fecha límite es el 19 de octubre. Si ese día no hay una vía consensuada, la ley Benn recién aprobada en los Comunes estipula que el Gobierno habrá de solicitar más tiempo a Bruselas.

"El gobierno siempre va a cumplir con la ley", ha dicho Elliott sobre la demanda de prórroga del  Parlamento británico. A su vez ha remarcado está comprometido en ejecutar el Brexit, como dicta el referéndum del 23 de junio de 2016, y lo hará el 31 de octubre. Elliott fue director de Comunicación en el Ministerio del Brexit antes de ser designado embajador en España en sustitución de Simon Manley.

Irlanda del Norte en ningún caso formará parte de la unión aduanera... El Reino Unido no va a poner fronteras entre las dos Irlandas", dice Elliott

Hugh Elliott ha dicho que "Irlanda del Norte en ningún caso formará parte de la unión aduanera". Es una de las líneas rojas del Reino Unido en esta decisiva fase de la negociación. Ha asegurado asimismo que el Reino Unido "no va a poner frontera entre las dos Irlandas".

Sin embargo, si sale de la UE sin acuerdo, habrá frontera porque dejaría de pertenecer al club comunitario. Como explicaba este lunes el investigador del Real Instituto Elcano Enrique Feás, en un encuentro en el Colegio de Notarios de Madrid, "las fronteras se colocan por dos lados, no solo por uno". Ni a Reino Unido ni a la UE les interesa que haya fronteras entre las dos Irlandas.

Los Acuerdos de Viernes Santo, que pusieron fin a los llamados troubles en Irlanda del Norte, contemplan esa ausencia de fronteras. Apenas se han registrado atentados terroristas desde entonces. Fue precisamente la zona cercana a la frontera entre las dos Irlandas la más sensible en esa época a la violencia. La cuestión irlandesa es el último escollo en la negociación.

Hugh Elliott subraya que el Reino Unido ha hecho un gran esfuerzo en su última propuesta, que "nunca hemos dicho que sea la definitiva". Según el diplomático británico, "nuestras propuestas implican controles electrónicos, en la cadena de suministros de las industrias. Entendemos que es un tema sensible para la UE. Por eso proponemos una única regulación para bienes con una armonización dinámica de productos agrícolas e industriales. Pensamos que ya es un avance muy importante en la posición británica", señala el embajador británico. "Es un gran paso, que indica una gran flexibilidad".

Sin embargo, la Unión Europea no lo considera suficiente porque aún no apunta solución sobre la cuestión arancelaria ni el régimen del IVA. A su vez, la última propuesta de Boris Johnson apunta a que el acuerdo ha de ser aprobado por la Asamblea Parlamentaria de Irlanda del Norte, que no se reúne desde 2017, y que la decisión ha de revisarse cada cuatro años. La temporalidad de la salvaguarda (acuerdo regulatorio) contradice su sentido.

Después de una conversación del primer ministro, Boris Johnson, con la canciller alemana, Angela Merkel, la semana pasada, parecía que sería imposible el acuerdo. La esperanza llegó tras el encuentro de Boris Johnson y el jefe del gobierno irlandés, Leo Varadkar.

Sobre Gibraltar, el embajador ha subrayado que España y el Reino Unido tienen "un interés compartido en asegurar un movimiento fluido a través de la frontera. Son muchos los trabajadores que dependen de la fluidez de ese paso. Esperamos que esta contingencia nunca se tenga que aplicar".

Ha añadido que los memorándum firmados hasta ahora entre los dos gobiernos "están establecidos en el marco de un salida con acuerdo. Siguen vigentes si no hay acuerdo".

"Nada está acordado hasta que todo está acordado", suelen repetir los negociadores en cualquier cumbre internacional decisiva. Pero mientras haya tiempo hay esperanza de lograr un acuerdo consensuado.