Miquel Buch ha reconocido hoy que ha aumentado la violencia de los incidentes que se viven estos días en Cataluña, aunque se ha reducido el numero de incidentes. Lo ha reconocido en una comparecencia destinada oficialmente a hacer un balance de las actuaciones policiales de ayer y las previsiones de cara a la huelga general convocada hoy, pero centrada en defender el dispositivo de la concentración de ultra derecha.

"Anoche bajaron los hechos en número pero aumentaron en violencia" ha reconocido un Buch que no ocultaba su preocupación por las próximas horas, cuando confluirán en Barcelona las cinco marchas de la ANC -"demostración del independentismo pacífico" ha insistido- con la huelga general en Barcelona.

Más contundente ha sido a la hora de asegurar que "ni desde la Conselleria de Interior ni desde Govern ni desde los Mossos se tolera ni se tolerará grupos violentos que afectan a la convivencia y agreden a personas". Una condena tan dirigida a los CDR quue han incendiado repetidamente el centro de Barcelona como a al grupo de ultra derecha que ayer protagonizó una grave agresión a un independentista después de que los mosso dieran por disuelta esa concentración.

Una agresión que ha vuelto a convertir a los mossos en blanco de todos los ataques, con acusaciones de supuesta connivencia con la ultraderecha por un vídeo en el que se ve a un mosso apartando a un radical de extrema derecha con aparente complicidad.

Tanto el presidente del Parlament, Roger Torrent, como el candidato al Congreso, Gabriel Rufián, han criticado el operativo de ayer, acusando a los mossos de negligencia o connivencia por no haber impedido la agresión del grupo de ultraderecha. Además de criticas por la ausencia, ayer, en las calles de Barcelona, de la Policía Nacional.