"Me da pena. ¿Cómo es posible que una victoria de la democracia española como la exhumación de Franco y el fin del mausoleo al dictador haya algunos en la izquierda que lo sufran como si fuera una derrota? Pero si es una gran victoria de la dignidad, de la memoria, de la justicia y de la reparación y por tanto de la democracia española". Con frases como ésta intenta rentabilizar Pedro Sánchez las críticas de Pablo Iglesias a la exhumación de los restos de Franco.

"Hemos tenido 40 años y se produce a una semana de las elecciones”, criticó Iglesias este miércoles por la mañana en TVE, donde abogó por posponer la medida hasta después del 10-N. "Esto habría que hacerlo en un momento no preelectoral y no apuntarte medallas que son de las asociaciones de recuperación de la Memoria Histórica", añadió.

Sus afirmaciones, como otros desaciertos de la campaña de Iglesias, están dando munición a los socialistas, que aprovechan esos patinazos para destacar la falta de sentido institucional y de lealtad de los dirigentes de Podemos. El PSOE amplifica e intenta rentabilizar esas salidas de tono para justificar la necesidad de repetir las elecciones y de que Pedro Sánchez gobierne en solitario.

"No se entiende que aquellos que se autoubican en la izquierda menosprecien y minusvaloren este hecho tan significativo y tan importante para España, para la España democrática al menos", añadió anoche el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.

Las críticas a la exhumación de Franco no son el único argumento que utiliza estos días el PSOE para arremeter contra Podemos. El vídeo que se grabó el lunes por la noche la número 2 del partido, Irene Montero, señalando con nombres y apellidos a la propietaria de un piso en Barcelona por subir el precio del alquiler a sus inquilinos la convirtieron ayer en trending topic en la red social Twitter y en objeto de crítica de los distintos partidos políticos.

La portavoz parlamentaria y otros dirigentes como Rafael Mayoral e Ione Belarra provocaron el linchamiento en redes sociales y el acoso telefónico a otra mujer que se llama igual que la propietaria y que tiene un negocio de un pequeño hotel rural. Tras las críticas de la víctima, Montero acusó a los medios de comunicación del incidente sin retractarse.

"El 31/10/2018 finalizó el contrato. En 2007 los inquilinos pagaban 1.100 € y en 2018, 1.000 €. Es un piso de 5 habitaciones, 140 mt2, en el ensanche derecho de Barcelona. El precio de 1.300 € está por debajo del precio máximo que se establece por el Ayuntamiento", explicaba en redes sociales la propietaria, mientras que dirigentes del PSOE censuraban el señalamiento de una persona privada realizado por Podemos.

"Esto no es apoyar la política pública de vivienda, señora Montero. La política social no la hacen los ciudadanos, se hace desde las administraciones. Ya tendríamos Gobierno progresista para trabajar en el derecho a la vivienda si les importara de verdad la gente. Háganselo mirar", criticó la ex ministra socialista de Vivienda Beatriz Corredor.

"Esta es una de las historias más indecentes que he visto. La 'justicia tuitera' de Irene Montero ha hecho llorar a la mujer equivocada", denunció también en redes el portavoz de la Ejecutiva del PSOE y alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que llamaba "cobardes"a los dirigentes de Podemos involucrados en este episodio.

Controversias aparte, el elemento que más utilizan los socialistas esta precampaña para desacreditar a Podemos como socio de gobierno es su postura sobre el desafío secesionista tras la sentencia del procès. Después de que el partido de Iglesias siga posicionándose junto a los políticos condenados, Sánchez se ha reafirmado en negarse a conformar un Gobierno de coalición con sus dirigentes.

"¿Os imagináis que estuviéramos en esta situación con la mitad del Gobierno diciendo que hay presos políticos en España? ¿En qué situación estaría España ahora y en qué situación estaría la izquierda ahora?", se pregunta el presidente en funciones en sus mítines.

"Pablo Iglesias persiste en el error. Nunca se ha posicionado al lado del Gobierno. Se posicionó en contra de la aplicación del 155, lo recurrió ante el Tribunal Constitucional. Y ahora vuelve a abandonar al Gobierno. Por una vez me gustaría que en los asuntos de Estado se posicionara con el Gobierno, como ha hecho siempre el PSOE. No es un tema para luchas partidistas ni para la campaña electoral. Es un tema de Estado y pedimos a los partidos que lo traten así", ha reprochado la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra.