El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha confirmado este lunes que ya ha dado instrucciones para que se concedan condecoraciones a todos los policías que han resultado heridos durante los disturbios provocados por los radicales violentos en Cataluña tras la sentencia del procés. El reconocimiento alcanzará a policías nacionales, guardias civiles, Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana.

Así lo ha reconocido en una entrevista concedida a la Ser el titular de Interior, que accede de esta forma a la petición que le han venido realizando en las últimas semanas los sindicatos con representación en el Consejo de Policía. Las organizaciones quieren que, a diferencia de lo que ocurrió con los funcionarios que participaron en el refuerzo para el 1-O, todos los agentes que participan ahora en la Operación Ícaro reciban un reconocimiento profesional.

"Es algo que evidentemente hay que reconocer. Todos estos agentes (Mossos, Policía Nacional, Guardia Civil y Guardia Urbana) han formado y forman durante estos días un único uniforme y son la vanguardia de la sociedad catalana, pero también de la sociedad española, en el sentido de garantizar el espacio público donde todos podamos ejercitar nuestros derechos y libertades en términos de diversidad y en paz", ha defendido Grande-Marlaska.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) envió una carta el pasado jueves al ministro en la que le pedía que se abriera un proceso extraordinario de ingreso en la Orden al Mérito Policial antes de que acabe el año -normalmente se conceden con motivo del patrón del Cuerpo (ángeles custodios) a principios de octubre- para distinguir el trabajo que están realizando los integrantes del Cuerpo para sofocar los graves episodios de terrorismo callejero que se vienen sucediendo desde el pasado 14 de octubre.

En concreto, el SUP pide una cruz blanca a todos los participantes, una roja (que lleva aparejada un incremento vitalicio de la pensión equivalente al 10 % del sueldo) para los heridos y una de plata (con aumento de pensión del 15 %) para los funcionarios que resultaron gravemente heridos.

¿Medallas con pensión?

Interior tendrá que determinar ahora qué tipo de distinción dará a los agentes que han participado en la Operación Ícaro, entre ellos los 134 que han resultado heridos. Uno de ellos, un agente de la Unidad de Intervención Policial (UIP) con base en Vigo, aún permanece ingresado en un hospital de Barcelona debido al traumatismo cranoencefálico que sufrió en los graves disturbios registrados junto a la barcelonesa Plaza de Urquinaona el pasado 18 de octubre.

No solamente el SUP. En un manifiesto conjunto de cuatro de los cinco sindicatos -SUP, CEP, SPP y UFP- difundido la pasada semana, las organizaciones exigían las "condecoraciones que, por razones políticas, se evita dar en otras ocasiones en lo que sólo puede entenderse como un desprecio a nuestro Cuerpo".

La cruz con distintivo rojo, pensada para los policías heridos en acto de servicio, conlleva un incremento vitalicio de pensión del 10 %

Las cruces al mérito policial con distintivos rojo o blanco fueron instauradas mediante la Ley de Condecoraciones Policiales, en vigor desde abril de 1964. Este reconocimiento venía a sustituir la medalla al mérito policial en su categoría de bronce, instituida -junto a las de oro y plata- en virtud de un decreto de 18 de junio de 1943 con la que se buscaba premiar “los servicios extraordinarios practicados en favor del orden, así como los trabajos o estudios de sobresaliente interés científico o de técnica profesional”.

Para ser merecedor de la cruz al mérito policial con distintivo rojo, la citada norma establece que el funcionario a distinguir debe haber resultado herido en acto de servicio o con ocasión de él, sin menoscabo del honor, ni por imprudencia, impericia o accidente; haber participado en tres o más servicios en los que, mediando agresión de armas, concurran las circunstancias del apartado anterior aunque no resultara herido; realizar, en circunstancias de peligro para su persona, un hecho abnegado o que ponga de manifiesto un alto valor en el funcionario, u observar una conducta que, sin llenar plenamente las condiciones exigidas para la concesión de la medalla al mérito policial, merezca especial recompensa, en consideración a hechos distinguidos y extraordinarios en los que haya quedado patente un riesgo o peligro personal.