El próximo campo de batalla electoral entre socialistas y populares será Galicia. Este año se celebran autonómicas en el territorio de Alberto Núñez Feijóo y, con ello, la oportunidad socialista de intentar arrebatar al PP uno de sus feudos más importantes y desactivar al tiempo a su más emblemático barón regional, referente del ala moderada y con un fuerte ascendente entre los suyos, que sirve a modo de contrapeso de Casado.

Ni en el País Vasco, donde tocan también elecciones, ni en Cataluña, donde todo apunta a que las habrá tras la inhabilitación de Quim Torra, la contienda se celebra en clave de enfrentamiento entre populares y socialistas dada la irrelevancia del PP en ambas regiones, pero en Galicia es hegemónico.

Fuentes del PP gallego aseguran que "van a venir a por nosotros. De las tres elecciones de este año, Galicia y la cabeza de Feijóo son su principal objetivo". Y es que ni en el País Vasco ni en Cataluña los socialistas pueden aspirar seriamente a hacerse con las respectivas presidencias autonómicas, aún participando en gobiernos de coalición como el que comparten con el PNV, pero en Galicia se les abre una puerta de oportunidad si Feijóo pierde la mayoría absoluta aunque sea por la mínima.

Casado solo ha hecho hasta ahora tanteos a Feijóo

De momento, el barón gallego guarda silencio ante las presiones de los suyos, en Galicia y en Madrid, para que aspire a su cuarta reelección. Sin Feijóo "es muy difícil conservar la mayoría absoluta", admiten los populares ante la ausencia de un recambio exitoso. "O se presenta o no hay nada que hacer y estamos todos suplicándole que lo haga", confiesan en conversación con El Independiente.

Tiene pendiente todavía Feijóo tratar la cuestión con su jefe de filas, Pablo Casado, que desea que repita al frente de la candidatura. Hasta ahora sólo ha habido algún tanteo, sabedor el líder del PP que el gallego es de digestiones lentas y le gusta administrar sus tiempos de forma muy hermética. Los suyos en Galicia dicen que repetirá, pero son los mismos que estaban convencidos de que iba a dar el salto al ruedo nacional para aspirar a la sucesión de Mariano Rajoy, por lo que nadie osa a cruzar apuestas.

Tampoco dice nada el presidente de la Xunta sobre la cita electoral. La legislatura se completa en el mes de septiembre, aunque va creciendo la impresión de que las autonómicas se celebrarán antes del verano. Esta es una cuestión estratégica de calado no sólo para el calendario político gallego sino, también, para el nacional, lo que obliga a Feijóo a tratar la cuestión con Casado, pero no sólo. Y es que la coincidencia de las gallegas y las vascas, con no ser imperativa, requiere de la cortesía de una conversación con el lendakari, Íñigo Urkullu, "con el que no parece que ahora haya muy buena sintonía", dicen en su entorno.

El líder del PP explicará este lunes a su Junta las líneas estratégicas a seguir y los retos de este 2020

Para terminar de encajar las piezas de sudoku en el que se ha convertido la política de este país, otra variable la constituye las elecciones catalanas, que podría condicionar la fecha de las gallegas y vascas.

En definitiva, con más incógnitas que certezas, los populares se ha puesto ya en modo elecciones. Este lunes, en la Junta Directiva nacional del PP, Pablo Casado deberá ofrecer las primeras orientaciones respecto al perfil, fondo y tono de su estrategia de oposición al Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. También respecto a las tres citas electorales que deben abordarse este año, en la que los populares se la juegan en uno de sus mayores graneros de voto, el gallego, y deben luchar por salir de la irrelevancia en el País Vasco y Cataluña. No lo tienen nada fácil, salvo que en Cataluña vayan de la mano de Ciudadanos, ahora muy lejos de repetir su epopeya de 2017 cuando una fuerza no independentista ganó por vez primera en votos y escaños.

Uno de los argumentos al que se aferra el PP gallego es al recuerdo del bipartito PSdG-BNG entre los años 2005-2009, presidido por el socialista Emilio Pérez Touriño y vicepresidido por el nacionalista Anxo Quintana.

Modelo de gobierno bicéfalo a la greña, Feijóo consiguió, desde la oposición, estrenar su liderazgo gallego recuperando la mayoría absoluta para los populares. Las de este año serían sus cuartas elecciones y Génova se prepara para el fuego cruzado entre las andanadas del PSOE y de Vox, que aspira también a dinamitar la presidencia de Feijóo.