
El líder de Vox, Santiago Abascal.
El pin parental fue una de las condiciones de Vox para apoyar los presupuestos del Gobierno que el PP y Ciudadanos comandan en Murcia. Las actividades de los niños se enmarcan dentro de su horario en los centros educativos, es decir, son obligatorias. Y eso, para los de Abascal, es un problema. Lo que ocurre con algunos de estos talleres es, a juicio del partido, un «evidente adoctrinamiento en ideología de género que sufren nuestros menores en los centros educativos, en contra de la voluntad de los padres, a través de contenidos curriculares en asignaturas, actividades tutoriales, talleres y clases sobre ideología de género».
La polémica está servida. El veto parental se ha erigido como uno de los temas no sólo del día, sino de la semana, sobre todo a expensas de si PP y Ciudadanos deciden transigir con su implantación para sacar los Presupuestos adelante en la Comunidad de Madrid. Y la jornada del lunes ha dejado frases remarcables desde todos los flancos políticos a cuenta de la controvertida medida:
1. Santiago Abascal volvía a defender a degüello su iniciativa: «Una cosa es el reconocimiento y otra el adoctrinamiento a niños menores de 6 años en juegos eróticos».
- Rocío Monasterio: «Imponer contenidos sobre la ideología de género supone cercenar gravemente la libertad de los padres a que sus hijos sean educados según otros valores».
- En la línea de defensa, también se posiciona el PP, que reivindica la medida como suya: «Mis hijos son míos, y no del Estado. Saquen sus manos de nuestras familias», espetaba Pablo Casado a través de Twitter.
- La polémica estaba servida con las declaraciones de la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Victoria Rosell, que ha contraatacado y sugiriendo aplicar el 155 en Murcia: «Sería el camino similar al de Cataluña, la actuación unilateral por quebrantar el ordenamiento jurídico».
- En esta misma línea, muy controvertidas han sido las declaraciones de José Zaragoza, diputado socialista en el Congreso, que ha comparado la propuesta con medidas como la «ablación de clítoris» o «vender a los hijos».
- Los populares no han tardado en reaccionar: «Extrema frivolidad de la extrema izquierda».
- La línea de oposición al ‘pin parental’ la defendía oficialmente la ministra de Educación, Isabel Celaá: «¿El hijo tiene que reproducir miméticamente el pensamiento de su familia? ¿Y si es una familia yihadista también?»
- Y continúa la dirigente socialista para justificar su ultimátum al Gobierno murciano: Una familia homófoba no tiene el derecho a que sus hijos también sigan siendo homófobos».
- Podemos tampoco se ha quedado atrás reaccionando a la polémica: aplicar el «pin Abascal» implicará que mañana sea «el pin fiscal para que los ricos no paguen impuestos».
- …. Y Ciudadanos mantiene su discurso ambiguo al respecto: «Me niego a pensar que todo tiene que ser blanco o negro», espetaba la portavoz de la gestora que pilota el partido, Melisa Rodríguez.
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