El Gobierno ha emitido en la tarde de este jueves su tercera versión sobre sus negociaciones con la Generalitat de Cataluña. A las 11 horas, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, dejó en el aire la reunión prevista entre Pedro Sánchez y Quim Torra el próximo jueves en Barcelona. Poco después, a las 12,35, una nota oficial de Moncloa corregía esa posición y anunciaba que el encuentro se celebrará, pero que la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat se retrasaba hasta después de las elecciones catalanas, sin fecha pero previstas entre mayo y junio. Al filo de las 19h llegaba el tercer comunicado de la Moncloa, rectificando y anunciando que la mesa de negociación se pondrá en marcha cuanto antes.

En una nota, hecha pública por la Secretaría de Estado de Comunicación a las 19 horas, Moncloa asegura que "el Gobierno ha manifestado su clara vocación de iniciar el diálogo con el Govern de Cataluña".

"Entendemos que, dado el horizonte electoral decidido por el president de la Generalitat, Quim Torra, no se dan las mejores circunstancias para iniciar el diálogo entre gobiernos, cuando uno de ellos ha puesto punto y final a la legislatura y el nuevo Govern no podrá constituirse hasta la celebración de las elecciones anunciadas. A lo largo del día de hoy, hemos escuchado poner en duda nuestra voluntad de dialogar y nuestro compromiso de cumplir con los acuerdos pactados. En este sentido, y para descartar cualquier duda respecto a nuestra voluntad de dialogar, manifestamos nuestra disposición a celebrar la mesa de diálogo entre gobiernos acordada, antes de las elecciones catalanas".

Moncloa sale al paso de las críticas de ERC, que ya había tachado a Pedro Sánchez de "irresponsable" y había denunciado un "incumplimiento flagrante" de los acuerdos con el PSOE, asegurando que "para descartar cualquier duda respecto a nuestra voluntad de dialogar, manifestamos nuestra disposición a celebrar la mesa de diálogo entre gobiernos acordada, antes de las elecciones catalanas".

Además, durante la tarde se ha producido una reunión de urgencia entre Pedro Sánchez y Gabriel Rufián, celebrada en el Palacio de La Moncloa, tras la que se ha reconducido la situación. La presión de ERC, por tanto, ha obligado a rectificar la posición explicitada por el Ejecutivo al mediodía y a la que los republicanos habían reaccionado airadamente.

Antes de esta nueva rectificación, Moncloa había afirmado durante la mañana que no habría mesa si no había elecciones. "Cuanto antes se celebren las elecciones y haya nuevo Govern, antes iniciaremos el diálogo", rezaba el comunicado original, ahora papel mojado. El Gobierno había asegurado, eso sí, que mantenía la reunión prevista para el 6 de febrero con Quim Torra.