Las visitas turísticas al Valle de los Caídos se redujeron a la mitad durante enero de 2020 en relación con el mismo mes del año anterior, cuando el Gobierno de Pedro Sánchez ultimaba la tramitación del expediente administrativo y no había consumado aún el traslado de los restos de Franco hasta el cementerio de Mingorrubio-El Pardo (Madrid).

De acuerdo con los datos facilitados por Patrimonio Nacional a El Independiente, un total de 9.619 personas visitaron el complejo de Cuelgamuros durante el primer mes del año, frente a las 19.686 que se habían acercado en enero de 2019. En términos relativos, el descenso es del 51,2 %.

A falta de que avance el ejercicio y se pueda conocer la tendencia en un periodo de tiempo más prolongado, las visitas al Valle de los Caídos empiezan a acercarse a los niveles que se registraban antes de que Pedro Sánchez llegara a La Moncloa y anunciara su compromiso de exhumar los restos del dictador en ejecución de la proposición no de ley aprobada en el Congreso de los Diputados en mayo de 2017.

En comparación con los registros alcanzados en los últimos cuatro meses de enero, la cifra de 2020 es algo inferior a la registrada en 2018, cuando se contabilizaron 11.198 visitantes. Entonces gobernaba aún Mariano Rajoy y no se había disparado el interés ciudadano por acercarse hasta Cuelgamuros, dado que hasta entonces no se veía cercano el desenterramiento del cuerpo embalsamado de Franco y su traslado a otra sepultura.

Catorce meses después de que el Consejo de Ministros aprobara el decreto-ley por el que se modificaba la Ley de Memoria Histórica (2007), prohibiendo que en el Valle de los Caídos descanse toda persona que no hubiera fallecido a consecuencia de la Guerra Civil, el féretro con los restos del dictador abandonó el pasado 24 de octubre la fosa que se habilitó en 1975 en la basílica y se trasladaron hasta un panteón de propiedad estatal del cementerio de El Pardo.

Un 16 % menos en 2018

Las estadísticas revelan que, sin el dictador enterrado entre el altar y el coro de la basílica, el atractivo turístico por Cuelgamuros ha descendido. Y, en consecuencia, también los ingresos para Patrimonio Nacional -dependiente del Ministerio de la Presidencia- por la venta de entradas. La tarifa básica es de nueve euros, si bien existe una reducida (cuatro euros) para familias numerosas, menores de 16 años y mayores de 65 y otra gratuita para parados y discapacitados (entre otros).

Durante 2019, el número de visitas cayó un 16 % en relación con el año anterior, al reducirse en 60.627 (de 378.875 a 318.258). La tendencia fue de crecimiento hasta septiembre, periodo en el que se constató un repunte del 2,4 %. La caída se manifestó en el último cuatrimestre, primero debido a que el complejo permaneció cerrado durante casi tres semanas para preparar el acto de exhumación y después tras consumarse el traslado y decaer el interés por el conjunto monumental en el que el dictador permaneció enterrado durante casi 44 años.