Improvisación, dudas y mentiras. Estos son algunos de los apelativos que ha utilizado el PP para definir el plan de desescalada del Gobierno que desgranó ayer Pedro Sánchez en rueda de prensa y que previsiblemente copará el enésimo bronco debate en el Congreso de los Diputados.

España camina lentamente hacia la "nueva normalidad" originada por el impacto de la crisis del coronavirus, y ello no hace sino acentuar las tensiones, los recelos y, en suma, la contienda partidista. Pese a la insistencia de Pedro Sánchez en cada comparecencia en Moncloa, incluida la de este martes, de abogar por la "unidad" y "trabajar codo con codo entre las distintas administraciones", el consenso y la coordinación no termina de llegar. Al menos así lo denuncia no solo el principal partido de la oposición, sino cada vez un espectro más amplio de la Cámara Baja que comienza a poner en aprietos la solicitud de la confianza del Congreso para aprobar otra prórroga del estado de alarma hasta el 23 de mayo.

Este martes, la oposición aprovechará la sesión de control para que el Ejecutivo ofrezca más detalles sobre la estrategia de desescalada en la que ha estado trabajando el Gobierno "en las últimas tres semanas", después de denunciar no solo lo que considera una estrategia "caótica" para la salida de la crisis, sino que Sánchez, "una vez más", no haya consensuado con el principal partido de la oposición ni una sola línea del plan. "Me he vuelto a enterar por los medios de comunicación. Así difícilmente se puede pedir lealtad ni se puede recetar unidad si no se nos informa de lo que se va a hacer", manifestaba el propio Casado este martes.

El secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, criticaba a través de su cuenta de Twitter todo el planteamiento de un Ejecutivo "sin GPS, ni timón, ni nadie a los mandos. Un Sánchez sin rumbo y recreándose en sus propios bulos que dedica más de una hora a proclamar imprecisiones. No hay plan", concluía, dando cuenta del tono con el que abordará este miércoles el debate.

También la portavoz del PP en el Congreso al término de la Junta de Portavoces censuraba la falta de concreción en la que se entiende como la guía más importante desde que comenzó el estado de alarma el pasado 14 de marzo. "No se han evitado miles de vidas rotas, y ahora hay que evitar millones de vidas arruinadas", expresaba, y para ello "hace falta una radiografía exacta y precisa de la pandemia, y me temo que no la tenemos".

Muchas de las preguntas de los grupos en la sesión al control irán dirigidas a desgranar, clarificar o poner en evidencia los detalles del plan de desescalada. El PP, de la mano de Cayetana Álvarez de Toledo, dirigirá una interpelación sobre el asunto a la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera, al frente del comité de desescalada del Ejecutivo, para que explique sus responsabilidades en el proceso de desescalada y las líneas generales sobre las que pivota la nueva fase ante las dudas que ha suscitado el plan de Sánchez; en este sentido preguntarán también los diputados Belén Hoyo o Pablo Montesinos, que dirigirán sendas cuestiones sobre la desescalada a la ministra de Industria, Reyes Maroto, y a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Por su parte, Casado pedirá una valoración a Sánchez sobre la "situación económica y social que atraviesa el país".

Dudas y contradicciones

Pese al evidente cambio de rumbo en sus relaciones con el PSOE desde que comenzó la crisis, Ciudadanos ha considerado también que el anuncio del Gobierno "genera muchas dudas" y "contiene contradicciones" y "errores" que llama a resolver. Este miércoles, el portavoz adjunto de la formación, Edmundo Bal, se unirá a Casado y presionará a Sánchez para pedirle explicaciones sobre su gestión en la crisis.

JxCat cargará también este miércoles contra el plan de Sánchez, después de asumir que la desescalada territorializada planteada desde un mando único es un "error", al tiempo que exige la devolución de competencias. El propio Quim Torra acusaba ayer a Sánchez de no haber "escuchado nada" para afrontar el desconfinamiento y criticaba que el Gobierno central haya "menospreciado" al Govern. "Cataluña vuelve a 1833, a Lérida, Gerona, Tarragona y Barcelona", alegaba.

También ERC interpelará al Gobierno sobre el plan de desconfinamiento, que el propio Rufián también criticó en redes sociales minutos después de la comparecencia de Sánchez por la no devolución de las competencias de Sanidad a las autonomías.