Pasadas las 22:00 horas de la noche del lunes, el Ministerio de Sanidad publicó finalmente los informes técnicos que explicaban la autorización o denegación del cambio de fase de las comunidades autónomas. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se había comprometido a hacer públicos estos documentos cuando todos los territorios hubiesen entrado en Fase 1, después de que la Comunidad de Madrid haya pedido por activa y por pasiva conocer los criterios que habían regido para denegar hasta dos veces el cambio de Fase de la región, que no ha entrado en el escenario 1 de la desescalada hasta este mismo lunes.

De hecho, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, presentó un recurso contra el Gobierno ante el Tribunal Supremo al considerar que podrían haber existido irregularidades en la resolución por la que se mantuvo a Madrid en Fase 0 ya que, a su juicio, la decisión "no obedece a criterios técnicos aplicados de forma homogénea a todo el territorio". Defendían incluso que podría haber existido "arbitrariedad" y haberse aplicado "criterios políticos" para denegar el avance de Madrid al mismo ritmo que otros territorios.

La publicación de los informes técnicos se estimaban vitales para el ejecutivo madrileño, ya que servirían para conocer si los parámetros sobre los que Sanidad había tomado la decisión eran objetivos o no. Pero por el momento, hay más "dudas" que certezas, y el equipo de Ayuso ve "irregularidades" en los documentos publicados por el departamento de Salvador Illa, por lo que seguirán adelante con la demanda contra el Gobierno para tratar de esclarecer todo lo ocurrido, según ha defendido el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.

La primera anomalía que se ha encargado de subrayar Escudero en una entrevista en Telecinco ha sido el detalle de las firmas que acompaña a cada uno de los documentos: sólo uno de ellos, el que certifica la segunda negativa a Madrid para pasar de la fase 0 a la fase 1 cuenta con firma digital, por lo que se recoge la fecha en que se estampó la rúbrica -15 de mayo a las 21:57 horas-, mientras que en el resto de folios la firma de la Directora General de Salud Pública, Pilar Aparicio, aparece de forma manual.

Firma digital del informe de Madrid del 15 de mayo

Este detalle evidencia dos realidades: que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció el pasado 15 de marzo que Madrid no cambiaría de fase antes de que se firmase el documento que así lo acreditaba; y que, como sospecha la Comunidad, la firma manual en el resto de informes viene a demostrar que los documentos "no se debieron preparar para tomar una decisión, sino que se han hecho después de haberla tomado", lo que "nos parece bastante grave", según ha señalado el propio consejero de Sanidad.

Firma manual del informe de Madrid del 22 de mayo

Los documentos tampoco informan sobre el nombre de los expertos que han participado en la toma de las decisiones, otra de las reivindicaciones del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. "Necesitamos certezas para que los madrileños puedan volver a la normalidad de una forma previsible y que podamos tomar las decisiones necesarias", apuntaba Escudero. Con todo, la Consejería de Sanidad se ha comprometido a "analizar a fondo" todos los documentos, aunque "a primera vista", se han apresurado en confirmar, no han resultado del todo convincentes.

"Suficiente" capacidad para realizar PCR

El informe fechado el 22 de mayo, por el que el Ministerio de Sanidad autoriza finalmente el pase de Madrid a la Fase 1, destaca que la Comunidad disponía ya de la "suficiente" capacidad para realizar pruebas de diagnóstico PCR para los casos sospechosos de coronavirus -cifradas en 15.529-, uno de los parámetros clave por el que se había denegado, en parte, el pase de Madrid en ocasiones anteriores.

El informe indica además que actualmente el promedio diario realizado ha descendido de 9.918 pruebas a 7.871 por la reducción en el número de casos sospechosos, por lo que "se encuentra al 50,4% de su capacidad" de realización de pruebas diagnósticas.

Destaca además el refuerzo de 600 profesionales en Atención Primaria y de 169 en el Departamento de Salud Pública, en total más de 10.100 efectivos preparados para un posible rebrote. En este punto, el informe valora la capacidad asistencial de Madrid, con 72,2 camas de hospitalización por cada 10.000 habitantes y de 2,8 de UCI, "muy por encima" de lo exigido.