Desde este lunes, y después de dos semanas de negativas y de batallas externas e internas, la Comunidad de Madrid disfruta de su estancia en la Fase 1 de la desescalada. Y lo hace con la vista puesta en la ya bautizada como 'nueva normalidad'. Según los cálculos iniciales del Gobierno, Madrid -y las regiones más rezagadas, como el área metropolitana de Barcelona o zonas de Castilla y León- no alcanzarían ese escenario, como mínimo, hasta el 6 de julio.

Pero el ejecutivo madrileño ha dejado de hacer cálculos rígidos sobre lo que se puede o no hacer en cada nivel y prevé una desescalada a medida ante los visos de que el Gobierno terminará "rompiendo la estructura" de desconfinamiento planteada desde un principio.

Las dudas vienen por la tendencia del Gobierno a abrir puertas en los últimos días, pero no llegar a cerrar ninguna. Por ejemplo, la posibilidad de liberar a algunos territorios del estado de alarma lleva encima de la mesa desde hace más de una semana, pero fuentes presentes en la Conferencia de Presidentes del pasado domingo niegan que Sánchez diese más detalles sobre una propuesta que "no está fraguada", pese a la insistencia de diversos líderes autonómicos. También el ministro de Sanidad, Salvador Illa, abrió la puerta a que determinados territorios puedan desescalar y cambiar de fase sin que hayan transcurrido los 14 días reglamentarios, otra iniciativa aún por concretar. En este punto, y aunque Ayuso desmintió el pasado viernes en rueda de prensa que fuese a solicitar el pase 'exprés' de la región a la Fase 2 para no quedarse rezagada respecto al resto de territorios, sí planteó a cambio una "flexibilización" de las restricciones que conlleva el primer nivel.

Entonces, avanzó una de las reivindicaciones más ambiciadas por el ejecutivo regional, la de la reapertura de los centros comerciales -más de 400 metros cuadrados- para incentivar la economía madrileña. Pero hay más peticiones que Ayuso y el Consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, están exigiendo "desde ya" al ministro Illa, en lo que en conjunto se entiende como una 'Fase 1,5' con alivios previstos no sólo en la Fase 2, sino en niveles superiores. O dicho de otro modo: Madrid tratará de llegar a la última fase de la desescalada con restricciones que desaparecieron semanas atrás.

La última conversación formal entre ambas administraciones se produjo en la tarde del lunes, en el marco del Consejo Interterritorial de Salud. Allí volvió a exigir Escudero una ristra de alivios para "su aplicación inmediata" sin esperar, como ocurrió en la improvisada 'Fase 0,5', a la semana próxima, aunque están previstos más contactos a lo largo de la semana si como ha ocurrido hasta ahora, no hay "feedback" de parte del Ejecutivo a estas peticiones pese a insistir Madrid en estar "preparados" para una relajación de medidas.

La apertura de centros comerciales -la limitación actual implica que los establecimientos de más de 400 metros cuadrados no pueden abrir sus puertas- es una de las medidas más perseguidas por el ejecutivo de Ayuso, porque "se están perdiendo muchos puestos de trabajo" y se puede garantizar las medidas sanitarias "con toda seguridad". En este punto, el Gobierno ya se ha abierto a flexibilizar la apertura de estos establecimientos siempre y cuando tengan salida al exterior -se ha eliminado el requisito de que la vía de escape debiese ser una vía pública de forma inexcusable- si bien el equipo de Ayuso prevé abrir todos estos centros dentro de la Fase 1, "con límite de aforo al 30% de sus zonas comunes y del 40% en cada uno de los establecimientos comerciales situados en ellos".

Ayuso exige la eliminación de las franjas horarias "al menos" los fines de semana

Desde la pasada semana Ayuso y Aguado planteaban la modificación de las franjas horarias para evitar el calor de las horas centrales del día para niños y mayores, una competencia, no obstante, de la propia comunidad autónoma. Pero lo que ha puesto encima de la mesa Madrid es que Illa elimine directamente las franjas horarias en la región, "algo que no puede hacer la Comunidad", y que no está previsto hasta el escenario 2 de la desescalada. Fuentes del ejecutivo regional argumentan que "da igual mover los horarios" porque también pretende evitarse "que la gente se acumule" y que, con los nuevos permisos, "resulta incoherente mantener estos horarios".

De no lograr la aplicación inmediata de la supresión de las franjas, la región pide que "al menos" Illa levante la mano en Madrid los fines de semana, cuando más pueden llegar a producirse aglomeraciones en la calle.

Fin "escalonado" del teletrabajo y grupos de hasta 20 personas

Entre las peticiones que ha trasladado Madrid al Ministerio de Sanidad figura además el fin "escalonado" del teletrabajo con el estudio conjunto de planes que impulsen el retorno a las empresas, aunque en este caso tendrá se tendrá que estudiar "con detenimiento" en función de cómo vaya evolucionando la región esta semana. Con todo, el Gobierno ha pedido que el teletrabajo sea preferente, al menos, hasta la fase 3.

El ejecutivo regional valora además pedir una flexibilización del número de personas permitido para el deporte grupal al aire libre y la práctica de turismo activo en naturaleza hasta un máximo de 20 personas, frente a las 10 permitidas actualmente.

Insiste además Ayuso que se permita, al menos en Madrid, que los alumnos de segundo de Bachillerato que se examinan este año de las pruebas de acceso a la universidad puedan acudir a clases presenciales en los próximos días, y hacerlo "en condiciones de seguridad", para lo que se necesita, arguyen, la colaboración del Gobierno también en materia educativa.