Cuando acaban de cumplirse dos años de la moción de censura que sacó a Mariano Rajoy del Palacio de la Moncloa, los fantasmas del pasado vuelven al presente, en este caso en el PP madrileño, donde se intensifica la rumorología en torno a una posible moción de censura a Isabel Díaz Ayuso a la que aspira parte de la izquierda madrileña, desde donde tratan de convencer en este caso al vicepresidente, Ignacio Aguado, conscientes de que las continuas batallas entre los socios de Gobierno tambalean al ejecutivo madrileño en un momento donde la unidad es clave.

Los múltiples enfrentamientos, en público y privado, de Ayuso y Aguado en los últimos meses han dejado de ser novedad, si bien la última fricción entre ambos dirigentes ha terminado por rebosar la paciencia del PP madrileño: este lunes por la tarde, el vicepresidente se reunía con los principales partidos de la oposición -PSOE, Unidas Podemos y Más Madrid- en el marco de una ronda de contactos impulsada por Ignacio Aguado como "toma de contacto para saber lo que plantean otros partidos" a la que PP y Vox han declinado asistir.

En el equipo de Ayuso, que accedió este domingo a comenzar una interlocución con los portavoces de todos los grupos parlamentarios a partir del miércoles y priorizando en este caso a Vox en las negociaciones, no ha sentado nada bien que el líder regional de Ciudadanos "haya comenzado una ronda cuando no tiene las competencias" y "sin respetar las jerarquías institucionales". Las mismas fuentes recelan ya de las verdaderas intenciones del vicepresidente, porque "si no van a estar ni PP ni Vox en esas reuniones, se puede interpretar que es el principio de las negociaciones para una moción de censura", sospechan.

En este punto, varios dirigentes del PP madrileño con escaño en la Asamblea de Madrid coinciden, en conversación con este medio, en que Ignacio Aguado lo que persigue "es ser presidente", aunque miran con cierto escepticismo ese escenario por el contrapeso que ejerce Inés Arrimadas desde la dirección del partido naranja para "evitar la ruptura" y que se tambaleen el resto de coaliciones territoriales entre PP y Ciudadanos.

"Más Madrid, Podemos y últimamente también el PSOE están construyendo un relato para justificar una moción. La pelota está en el tejado de Ciudadanos, que tiene que decidir qué quiere para su partido", destaca una dirigente popular en la Asamblea de Madrid. Con todo, si el consenso terminase saltando por los aires, Ayuso frenaría las aspiraciones de la oposición y de su socio de Gobierno: en el PP madrileño admiten que hay "consenso" en torno al escenario de pulsar el botón rojo del adelando electoral en Madrid en caso de una "inminente" moción de censura. "No puedes dejarte matar", reconocen fuentes solventes.

Si llega a haber constancia de una moción, lo que no se puede hacer es caer en el error que cometió Mariano Rajoy en su día"

"Si llega a haber constancia de una moción inminente, es una obligación llamar a los madrileños a las urnas y que ellos decidan el modelo que quieren para la ciudad. Lo que no se puede hacer es caer en el error que cometió Mariano Rajoy en su día. Sería imperdonable", sentencian.

No es un secreto que Podemos y Más Madrid busquen urdir una moción de censura para encontrar "cualquier alternativa al PP de los escándalos", como han evidenciado públicamente portavoces de ambas formaciones en distintas ocasiones.

A esas voces se unió hace unos días el líder del PSOE en la Asamblea, Ángel Gabilondo, que si bien se ha mostrado prudente sobre la posibilidad de "remover gobiernos", no cerró la puerta a presentar una moción de censura si Ayuso siguiera "sin hacer bien" su labor, para lo que necesitaría el apoyo de Ciudadanos. Fuentes del PP regional temen que, aunque Gabilondo "personalmente opta por la moderación" y porque "no haya estridencias", podría estar recibiendo presiones de otros diputados socialistas e incluso de Ferraz para intentar borrar del mapa político a Isabel Díaz Ayuso.

Por su parte, Ignacio Aguado ha negado cualquier posibilidad de apoyar una moción de censura contra Isabel Díaz Ayuso en Madrid y aboga por "cortar de raíz toda la rumorología" alrededor de esta posibilidad.

"Mejor una mesa que una trinchera"

A pesar de las críticas venidas especialmente del PP, aunque también de Vox, el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, se felicitaba el lunes por la tarde al término de la reunión con la oposición de una iniciativa que en Ciudadanos conciben como una "toma de contacto" y un "primer paso" para alumbrar acuerdos como el alcanzado en el Ayuntamiento de Madrid.

"¿Si no hablamos ahora, cuándo vamos a hablar"?, se preguntaba el dirigente naranja en rueda de prensa tras el encuentro. "Nos reconoceremos mejor en una mesa que en una trinchera", defendía, al tiempo que lanzaba un órdago velado a sus socios: "En momentos de incertidumbre, donde algunso viven cómodos caldeando el ambiente, hay políticos responsables capaces de hablar", zanjaba.

Reunión entre Ignacio Aguado y César Zafra (Cs) y los líderes de PSOE (Ángel Gabilondo), Más Madrid (Pablo G. Perpinyan) y Podemos (Isa Serra)

Por su parte, Ángel Gabilondo aseguraba que en la reunión mantenida con el vicepresidente regional no hubo tiempo para hablar sobre "ningún tipo de negociación política" y que más bien se aprovechó el tiempo para "hablar de reconstrucción económica y social", al tiempo que afeaba a la presidenta regional la "falta de coordinación" por declinar la iniciativa del vicepresidente que, a su juicio, es "buena" para lograr "acuerdos y consenso".

Fuentes regionales del partido naranja elevan el tono y recuerdan que Ayuso "ha tenido que rectificar" respecto a su predisposición para sentarse a hablar con la oposición -se negaba a "pactar con el desastre"- y la acusan de "actuar a rebufo" de las iniciativas de Ciudadanos que "lleva un mes" diciendo que hay que sentarse a hablar con "todos los grupos". Con todo y a pesar de la nueva polémica, en Ciudadanos se muestran dispuestos a acudir a las citas que ha planteado Ayuso a partir del próximo miércoles y que tienen como interlocutor preferente a Vox. "Ninguna reunión sobra", sentencian.