Un total de 17 testigos comparecerán durante tres días en el juicio que se celebra desde este lunes en el juzgado de primera instancia número 1 de A Coruña para dilucidar la propiedad del Pazo de Meirás. Como parte demandada, se han personado seis miembros de la familia Franco y una sociedad mercantil.

Sin embargo, este pleito va mucho más allá de los números. Se trata de una disputa entre las administraciones y la familia del dictador para esclarecer si el señorío que se encuentra en la localidad coruñesa de Sada es de titularidad civil, como alega el Gobierno o si, por el contrario, es de titularidad privada, como sostienen los descendientes de Francisco Franco.

El Ejecutivo argumenta que esta propiedad le fue entregada al dictador como regalo del pueblo de A Coruña por su consideración de residencia del Jefe del Estado, mientras la familia trata de demostrar que a Franco se le traspasó la propiedad como un obsequio personal.

El abogado de los Franco, Luis Felipe Utrera Molina, ha sostenido esta mañana antes de entrar a la sala que el juicio es "de naturaleza civil", por lo que ha afirmado que espera que "no haya ninguna implicación política". Estas son las claves de la disputa:

¿Por qué se construyó el Pazo de Meirás?

Emilia Pardo Bazán mandó construir el pazo de Meirás en 1893. Este complejo cuenta con tres torres almenadas de planta cuadrada de diferentes alturas. Las dos más bajas sirven de residencia, mientras que la escritora decidió instalar en la Torre de la Quimera, la más alta de la edificación, su biblioteca personal. Este era el lugar en el que trabajaba durante los meses que pasaba en el señorío.

¿Qué ocurrió cuando murió Emilia Pardo Bazán?

La literata gallega falleció el 13 de mayo de 1921. Quería ser enterrada en Meirás, pero falleció en Madrid. Cuando murieron su hijo Jaime y su nieto -del mismo nombre- en 1936, tras el estallido de la Guerra Civil, el edificio pasó a manos de su hija Blanca y de la viuda de Jaime, Manuela. Ellas expresaron su voluntad de donarlo a la Compañía de Jesús, pero finalmente las dos partes no llegaron a un acuerdo.

Fue entonces cuando las autoridades del régimen le ofrecieron el Pazo de Meirás a la familia Franco como residencia veraniega y, al negarle éstos el acceso a la hija y heredera de Emilia Pardo Bazán, no pudo recuperar sus pertenencias. La Junta Provincial Pro Pazo del Caudillo se dispuso, en 1937, a recaudar dinero entre donantes tan destacados como el empresario Pedro Barrié de la Maza, con el objetivo de darle la propiedad del edificio al dictador.

¿Qué hicieron los Franco con el Pazo de Meirás?

El dictador y su familia expropiaron los terrenos colindantes a los vecinos e incluso se amplió la carretera para dotar de más terreno a la propiedad. Asimismo, instalaron el portón de hierro de la entrada principal.

El incendio de 1978

El 19 de febrero de 1978, se declaraba un incendio en las instalaciones y, aunque no llegaron a esclarecerse las causas, se conspiró con todo tipo de teorías, entre ellas que los Franco se habían llevado del Pazo de Meirás obras de gran valor artístico. Varias piezas acabaron destruidas, entre ellas un busto del dictador, pero se salvaron los volúmenes de Pardo Bazán, que fueron entregados a la Real Academia Galega.

¿Qué ocurrió con el complejo en los años 80?

El alcalde de Sada entre 1979 y 2007, Ramón Rodríguez Ares, ha asegurado esta mañana en el juicio que dos administraciones, la Diputación y el Ayuntamiento de A Coruña, se interesaron en los primeros años de la década de los 80 por la compra del inmueble.

Por ello, ha afirmado que es "correcto" que desde las administraciones públicas se reconocía que la propiedad del pazo era de la familia, dado que "una cosa, para recuperarla, tiene que haber sido antes de alguien, eso siempre fue una propiedad privada", ha señalado el primer testigo en declarar.

Rodríguez Ares ha relatado que asistió a una reunión en el Pazo de Mariñán en los 80, a la que acudió el entonces presidente de la Diputación de A Coruña, Romay Beccaría, y el Marqués de Villaverde con Carmen Franco, "para llegar a un acuerdo para adquirir el Pazo de Meirás a expensas de que el pleno de la diputación lo aprobara", según informa Efe.

¿Cuál es el punto de inflexión?

En 2007, se supo que el pergamino de entrega del pazo a Franco había desaparecido de forma sospechosa. Un año después, el Gobierno gallego aprobó el decreto por el que el Pazo de Meirás pasaba a formar parte de la lista de bienes de interés cultural (BIC) de la región. De esta forma, la familia Franco tenía el deber de abrir al público el edificio cuatro veces al mes de forma gratuita.

Desde ese momento, el Ayuntamiento de Sada ha transmitido en numerosas ocasiones a la Xunta de Galicia quejas por el incumplimiento por parte de los Franco de establecer un régimen de visitas al Pazo acorde a la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) del inmueble. De hecho, en el verano de 2017, la familia ya fue multada por la Xunta con 4.500 euros por no permitir las visitas al recinto.

La familia puso el Pazo de Meirás a la venta en 2018, meses después de la muerte de Carmen Franco Polo, por ocho millones de euros en una inmobiliaria de lujo santanderina, Mikeli, ofertándolo como un "inmueble singular" situado "en un lugar de singular belleza natural" y "lleno de historia".

¿Cuándo se presentó la demanda por la que se celebra este juicio?

El 10 de julio de 2019, la Abogacía del Estado consideró que se había producido un fraude, por lo que presentó una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia número 1 de La Coruña y llevó el caso a juicio para que la titularidad del complejo sea pública.

La Abogacía indica en su documento que la adquisición de la edificación por parte del dictador en 1941 fue "simulada y fraudulenta". Fue entonces cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que el Ejecutivo iba a intentar recuperar la propiedad del Pazo de Meirás, dado que los Franco "actuaron contra derecho".