Pedro Sánchez e Inés Arrimadas han dado este miércoles un paso decisivo en el camino para aprobar los Presupuestos Generales del Estado con la denominada como "mayoría de la alarma", en la que se prevé que esté Ciudadanos, pero no ERC ni Bildu. La líder de la formación liberal ha transmitido este miércoles al presidente del Gobierno su voluntad "firme y real" para acordar unas cuentas "sensatas" y "moderadas", que dejen atrás las "ideologías" y las "luchas partidistas".

En rueda de prensa posterior a la cita entre ambos dirigentes, que ha durado algo más de dos horas, Arrimadas ha afirmado que ha percibido "predisposición" por parte de Sánchez para transitar la vía de unas cuentas moderadas negociadas con Ciudadanos, y le ha transmitido que, aunque su modelo fiscal y laboral "no tiene nada que ver" con el que propone Podemos, lo importante ahora es aprobar "los Presupuestos más importantes de toda la democracia" que permitan incorporar correctamente la ayuda europea y "que no se lo repartan Rufián, Otegi e Iglesias".

La crisis sanitaria ha dado la vuelta a la estrategia de Ciudadanos. A la formación naranja no le gusta que se les considere 'socios' del Gobierno, pero su apoyo primero a las sucesivas prórrogas del estado de alarma y después a los diferentes proyectos del Ejecutivo ha permitido al menos sondear una mayoría alternativa a los votos que hicieron posible la investidura de Pedro Sánchez el pasado mes de enero.

Inés Arrimadas, de vuelta a la arena política tras su baja por maternidad, se ha presentado hoy en Moncloa con la "mano tendida" para aprobar unos Presupuestos "constructivos" y "moderados" que no estén condicionados por los nacionalistas vascos y catalanes. Y aunque ha evitado dibujar líneas rojas de cara a la negociación, la líder naranja pretende que el borrador que presente el Ejecutivo reste a Podemos la máxima influencia posible.

Fuentes del partido apuntaron antes de la reunión que la líder liberal no acudiría al primer encuentro formal para hablar de Presupuestos con posiciones maximalistas, con el objetivo de facilitar el acuerdo.

Pide a Sánchez y Casado una "tregua política"

Al comienzo de su intervención, la líder de Ciudadanos ha deslizado una crítica velada a la negativa del presidente del PP, Pablo Casado, a sentarse a negociar unos Presupuestos que considera "excepcionales" y, al igual que Sánchez, ha instado al jefe de la oposición a "arrimar el hombro" y "dejar de lado las luchas partidistas" porque "es obligación de todos llegar a acuerdos".

En este punto, Arrimadas ha informado de que, durante su reunión con el presidente del Gobierno, le ha pedido a Sánchez una "tregua política por España" que, acto seguido, ha hecho extensible a todas las fuerzas políticas porque "está en juego la imagen de España". "Para nosotros no es fácil negociar con este Gobierno, pero ¿qué español no ha tenido que hacer cosas difíciles o que no quería en los últimos meses?", cuestionaba.

A pesar de que ha deslizado que prefiere negociar los Presupuestos únicamente con la ministra de Hacienda, que es la encargada de esta función, Arrimadas ha querido quitar hierro al asunto de que Podemos vaya a estar también presente en las negociaciones de la mano del secretario económico de la formación morada, Nacho Álvarez.

Sánchez prevé aparcar la subida de impuestos

Sánchez ha conseguido aplacar la disidencia dentro del Ejecutivo de coalición y aplacar el veto de Podemos a Ciudadanos a cambio de garantizarle un asiento en las citas que mantenga la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, con las diferentes formaciones políticas, incluida la de Arrimadas. Iglesias ha conseguido además arrancarle a su socio mayoritario visibilidad en el proceso de negociación, y participará junto a Sánchez en la presentación pública del borrador antes de que se envíe al resto de fuerzas políticas, según confirmó este miércoles en La Sexta.

No obstante y para no ahuyentar a los 10 diputados liberales del acuerdo, fuentes de Moncloa prevén que en la redacción del borrador queden aparcadas las grandes reformas fiscales recogidas en el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos a pesar de las quejas al respecto del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Serán los socialistas quienes tengan que pelear con sus socios morados que las subidas fiscales y el denominado como 'impuesto a los ricos' queden, al menos de momento, fuera de las cuentas públicas. Si lo consigue, Sánchez se garantiza prácticamente el apoyo de los naranjas, que apuestan por seguir por la vía del entendimiento con el Gobierno para responder a los desafíos económicos que plantea el envío de los 140.000 millones de euros procedentes del fondo europeo antiCovid.