Llega hoy a los cines, dos semanas antes que a Netflix, la tercera y última película de Puñales por la espalda, remedo –homenaje– de las novelas de misterio de Agatha Christie y de la serie Se ha escrito un crimen, a cargo de Rian Johnson. Él dirigió Looper –sensacional filme con Bruce Willis y viajes temporales– y la mejor peor película de Star Wars, Los últimos Jedi. Pero la cabra siempre tira al monte, y a Rian Johnson le gusta más un misterio por resolver que a un tonto un lápiz.
El cineasta se habrá quedado a gusto, pues, además de firmar en seis años las tres películas de Puñales por la espalda, creó para televisión la serie Poker Face. En ambas, su titular es un pintoresco e infalible detective, aunque en Puñales por la espalda: de entre los muertos, Daniel Craig (James Bond) comparta protagonismo con Josh O'Connor. Probablemente, el segundo salga más minutos en pantalla que el primero, lo que podría romper los esquemas a más de uno.
Cuándo estrena Netflix 'Puñales por la espalda 3'
Se estrena hoy Puñales por la espalda 3 con pocas copias y en pocas salas, pues a Netflix llegará el 12 de diciembre. Sobra decir que la mejor opción para ver una película es siempre en el cine, sin tentación alguna, aunque en los hogares haya pantallas más grandes. El cierre a esta trilogía no se libra de la 'estética Netflix', pero es una película que mejor ver y escuchar en una sala de cine.
Para los recién llegados, pueden ver Puñales por la espalda: de entre los muertos (su título original es simplemente Despierta, hombre muerto) sin estar familiarizados con las maneras de Benoit Blanc (Daniel Craig) ni los casos que anteriormente resolvió.
He ahí uno de los aciertos de una trilogía cuya primera parte se estrenó en cines hace 6 años sin el músculo de Netflix. La plataforma, una vez incorporó Puñales por la espalda a su catálogo y fue un fenómeno de audiencia, contrató a Rian Johnson para producir otras dos partes más. Ninguna se parece a la otra, y, a diferencia de otras trilogías, la segunda es la peor. Sí sorprende que, a pesar de la absorción de Netflix, Rian Johnson haya afilado su discurso político. Se pueden hacer una idea contra quién o qué carga las tintas: el fanatismo. Y, sorprendentemente, no el religioso.
Un elenco de primera división y un misterio sobrenatural
Porque para este tercer y último caso del excéntrico Benoit Blanc, el cineasta traslada la acción a un pueblo de Nueva York; más concretamente, a una iglesia, cuyo párroco (Josh Brolin) cae fulminado en plena misa. El asesino debe ser uno de sus feligreses. En este frente, como en anteriores capítulos, el elenco de sospechosos es de primera división: Glenn Close, Jeremy Renner, Kerry Washington, Andrew Scott... Digamos que aquí, a diferencia de Ley y orden, el intérprete más famoso no es necesariamente el personaje culpable. O sí. Todos tienen cara de haber cometido el crimen. Para ser un misterio ambientado en una iglesia, Rian Johnson hace dudar al púlpito sobre la naturaleza –racional o sobrenatural– de los hechos. Quien haya visto la fantástica serie Evil, le será familiar la premisa: ciencia versus fe.
Quien sí sepa cómo opera Puñales por la espalda encontrará la misma fórmula (un asesinato, una habitación, muchos sospechosos) con ligeras variaciones. La más radical, en esta ocasión, es la ausencia de Benoit Blanc durante la primera hora de un filme que dura 145 minutos. Sí, Puñales por la espalda: de entre los muertos es una película larguísima, con mil y un giros de guion, pero en ningún momento se hace eterna. Tampoco confusa, pues Rian Johnson reintroduce hábilmente la historia cada cierto tiempo para no perder –en Netflix– a ningún feligrés. No sería de extrañar que la plataforma, como ya hiciera con Los odiosos ocho de Tarantino, ofreciera una versión en formato miniserie.
Al final, y esto no es un destripe, Benoit Blanc reunirá a los sospechosos en la escena del crimen, y rendirá cuentas. Un clásico. Porque a Rian Johnson no le importa enseñar el viejo truco de magia: el misterio de habitación bajo llave.
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