Nuestro déficit en educación sexual queda al descubierto tras la reciente encuesta realizada por Netflix con motivo del estreno de Sex Education. El sondeo revela que  más de un 30% de los españoles entre 18 y 25 años no ha recibido nunca clases de educación sexual, de hecho 4 de cada 5 de los hombres y 3 de cada 5 de las mujeres encuestados reconocen haber recurrido a la pornografía como fuente de aprendizaje.

La encuesta fue realizada a través de Survey Monkey del 18 al 28 de diciembre de 2018 y está basada una muestra de 1.000 respuestas. La muestra es representativa en términos de edad y género de una población adulta entre los 18 y los 26 años de edad. Y estas son las principales conclusiones que se desgranan de la misma.

Nos da verguënza hablar sobre sexo

Tan solo un 18% habla abiertamente con sus padres mientras que el resto prefiere recurrir a Internet para aprender sobre sexo. Años más tarde el 50% de los españoles reconoce que su primera experiencia sexual no cumplió sus expectativas. Concretamente el 60% de las mujeres afirman no haber disfrutado de su primera experiencia sexual que, tanto en hombres como mujeres, se produjo entre los 16 y los 18 años de edad.

Los premilinares mejor con luz

Definitivamente sí, a más del 90% de las mujeres y los hombres encuestados les encantan los preliminares. Nos gusta compartir nuestras preferencias sexuales con nuestra pareja, de hecho, el 90% habla abiertamente sobre lo que les gusta y lo que no. Además, según los datos del estudio, el 78% de las mujeres encuestadas prefiere practicar sexo con la luz encendida mientras que, en el caso de los hombres, asciende al 90%.

Sex education

La nueva serie, original de Netflix, explora el universo sexual de la mano de Otis Milburn, un chico de secundaria virgen y socialmente torpe que vive con su madre, una terapeuta sexual. Rodeado de manuales, vídeos y tediosas conversaciones abiertas sobre sexo, Otis es un experto reacio en el tema. Cuando su vida familiar sale a la luz en la escuela, Otis se da cuenta de que puede usar su conocimiento para ganar estatus. Se une a Maeve, una audaz chica mala y juntos crean una clínica de terapia sexual clandestina para tratar los extraños y maravillosos problemas de sus compañeros. A través de su análisis de la sexualidad adolescente, Otis se da cuenta de que puede que él mismo necesite alguna terapia.