Natalia Lacunza se ha convertido en una de las principales artistas que han salido de la segunda generación de Operación Triunfo. Cuenta con una de las voces más versátiles de su generación y es capaz de poner la piel de gallina con muchas de sus canciones con una naturalidad y una sencillez que asombran. Está viviendo un periodo profesional muy dulce, a pesar de que su segundo álbum, EP2, saliese justo un día antes de que se decretase el estado de alarma. Ha sabido sobreponerse y adaptar los grandes conciertos que iba a dar en su gira a actuaciones más íntimas para un público más reducido. Este miércoles iba a dar un concierto exclusivo Vibra Mahou en el Festival Tomavistas Extra, antes de que finalmente se cancelase el ciclo al completo.

"Estoy súper contenta", confiesa en su conversación con El Independiente. Este miércoles estrena una nueva canción con el grupo Cariño, llamada Modo avión, y continúa preparando colaboraciones y temas propios. "Hay que saber dividir fuerzas; tampoco puedes estar haciendo colaboraciones todo el rato", declara. El confinamiento le ha venido muy bien para "reflexionar mucho y para ver las cosas desde fuera", pero también para componer. "El mundo de la música es tan rápido y tan convulso que esto no viene mal, en cierto punto. Sobre todo por cómo veo yo el proceso creativo y cómo creo que hay que tomarse las cosas, con tranquilidad y con cariño", afirma.

Para ella, la época posterior al programa ha sido de aprendizaje continuo, tanto a nivel personal como profesional. "Cada día soy más exigente e intento hacer las cosas mejor; quiero abarcar más cosas e involucrarme de manera más consciente", indica una artista que siente que ha tenido que espabilarse "en todos los sentidos".

PREGUNTA.- El miércoles presentas la canción que has hecho con Cariño. ¿Cómo ha sido la relación con este grupo y el proceso creativo del tema?

RESPUESTA.- Nosotras nos seguíamos desde hace un montón de tiempo. Yo era súper fan y, cuando me siguieron fue como: "¡Buah, las Cariño me han seguido!". Y de repente un día me dijo mi A&R (Artists and Repertoire): "Me han pasado un tema las Cariño que les gustaría que te montaras". Lo escuché, hice una estrofa en media hora, se la pasé para ver si les gustaba, les encantó y pa lante.

A partir de ahí, cuando acabó el confinamiento quedamos y le estuvimos dando forma. Nos llevamos genial, me hace mazo ilusión sacar una canción con ellas y el vídeo mola un montón. Tengo muchas ganas de que salga, porque lleva mucho tiempo en el tintero esa canción y nunca nos daban la pieza de lanzamiento.

P.- Estás haciendo colaboraciones con varios artistas del panorama musical nacional, como Guitarricadelafuente o Puto Chino Maricón. ¿Estás trabajando en este momento con algún otro músico? ¿Con quién te gustaría hacer una colaboración?

R.- Hay cosas cocinándose. Hay un tema con un grupo emergente que mola un montón. No voy a decir nada, porque soy una bocas, cuelo las informaciones y luego me echan la bronca. Pero sí, hay un tema, que me gusta un montón, además, y estoy súper contenta.

Si quiero colaborar con alguien... Ahora necesito hacer un montón de repertorio mío propio, porque creo que es súper importante eso también. Luego, obviamente, siempre hay gente con la que me gustaría trabajar, pero hay que saber dividir fuerzas. Tampoco puedes estar haciendo colaboraciones todo el rato, porque ahora hay muchísimas colaboraciones de todo el mundo con todo el mundo, y creo que es importante en este momento dejar claro que yo también puedo hacer temas sola.

Quiero trabajar con gente, pero, por otro lado, a mí me gusta mucho que las colaboraciones sean algo muy orgánico y muy natural, que no sean algo forzado. Estoy muy centrada en los directos, componiendo poco a poco y ahora ya empezaré a decidir con quién quiero juntarme para producir las canciones y para llevarlas a cabo.

P.- Estrenaste en marzo tu segundo álbum, EP2. ¿Cómo ha afectado la pandemia a la promoción de este trabajo y, sobre todo, a la realización de conciertos y a la participación en festivales?

Se puso por medio el casting de OT y tres meses encerrada en un sitio sin móvil, sin hablar con nadie, cantando y bailando todo el día era lo que más me apetecía"

R.- Lo mío fue un poco dramático, la verdad. Saqué el EP el 12 de marzo, y el 13 de marzo declararon el estado de alarma. Todo el plan de promoción que estaba ya cerrado para después del lanzamiento se fue todo a la mierda. La gira, que empezaba una semana después de la salida del EP también se fue a la mierda (ríe). Bueno, se aplazó, pero fue como: "¡Buah, golpetazo!".

Pero, por otro lado, me vino bien para pensar mucho, para tomar decisiones sobre cómo estaba llevándolo todo, sobre quién me estaba acompañando y quién no. Fue un momento guay para reflexionar mucho y para ver las cosas desde fuera. Yo creo que le he sacado bastantes cosas positivas a la cuarentena.

El Tiny Tour no lo habríamos hecho, por ejemplo, y está siendo súper guay. Es una gira pequeña en formato más reducido, pero para mí es la primera vez que canto mis canciones y mi repertorio en directo. Está siendo muy emocionante y me está dando bastante soltura. Estoy calentando motores para cuando podamos hacer la gira grande ya ir más preparada. Estoy muy contenta.

Obviamente, la incertidumbre sobre qué va a pasar y, por consecuencia, que va a ocurrir con todo lo que tenemos planeado también está ahí. Pero, por otro lado, quiero pensar que, si nos vuelven a confinar o volvemos a tener muchas limitaciones, tendré un tiempo para componer y para hacer mucho material. Luego tendré tiempo para elegir las cosas con calma.

El mundo de la música es tan rápido y tan convulso que esto no viene mal, en cierto punto. Sobre todo por cómo veo yo el proceso creativo y cómo creo que hay que tomarse las cosas, con tranquilidad y con cariño. De esta manera, lo fuerzas un poco, pero hay que sacarle el lado positivo.

P.- ¿Cómo viviste la etapa de Operación Triunfo?

R.- Viviéndola (ríe). Con sus más y sus menos. La experiencia dentro de OT fue súper guay, porque yo estaba un poco hasta las narices de la universidad. Dejé la universidad justo el año en el que empezó OT, me puse a trabajar porque quería venir a Madrid a estudiar Interpretación y a buscarme un poco la vida.

Se puso por medio el casting de OT y tres meses encerrada en un sitio sin móvil, sin hablar con nadie, cantando y bailando todo el día era lo que más me apetecía. Fue súper divertido, me lo pasé genial y aprendí un montón de cosas. Después, fue un poco más duro, porque sales y recibes una torta existencial bastante gorda, cambias de vida completamente: todo el mundo sabe quién eres, en teoría, se quieren meter en tu vida, quieren tomar tus decisiones.

Hace dos años me decías que iba a componer las canciones que he compuesto y te hubiese dicho: 'Ni de coña'"

Tienes que hacer todo muy bien y tomar las decisiones correctamente, porque el principio es súper complicado y crucial. Es un poco mind blowing en ese sentido, pero creo que, si he sobrevivido a eso, puedo sobrevivir a cualquier cosa a nivel mental.

P.- ¿Cómo has evolucionado profesionalmente desde que saliste de la academia?

R.- Desde que salí, no he dejado de trabajar, no he parado de juntarme con gente, de mirar cómo funcionaba todo. Yo siento que he aprendido todos los días y todas las semanas. El mundo de la industria musical es tan abstracto y hay tantas cosas que no se entienden...

A nivel creativo, creo que he avanzado un montón. Hace dos años me decías que iba a componer las canciones que he compuesto y te hubiese dicho: "Ni de coña". Cada día soy más exigente e intento hacer las cosas mejor; quiero abarcar más cosas e involucrarme de manera más consciente. Siempre intento tenerlo todo controlado. Aunque todo lo que ocurre se basa en ideas mías, quiero llegar a producir mis canciones.

Estoy trabajando mucho en el terreno estético, porque me parece súper importante. Tengo un camino bastante claro en ese sentido y quiero que esté todo aunado y sea una cosa muy sólida y muy personal. Aprendo todos los días y avanzo muchísimo. Han cambiado tantas cosas desde entonces... tendríamos que hablar durante cinco horas.

P.- ¿Sientes que has evolucionado también a nivel personal?

R.- He tenido que espabilarme en todos los sentidos. De repente, he pasado de ser una chavala que trabajaba en Bershka y hacía sus cancioncillas en su casa a tener que liderar un proyecto entero. Ser yo la portavoz, tomar las decisiones, ser consciente de toda la parte económica y judicial. Venirme a vivir sola, pagar yo mi alquiler. Obviamente, he aprendido un montón de cosas y, a nivel personal, más todavía, yo creo.