La actriz y cantante australiana Olivia Newton-John, muy conocida por su papel en la película Grease, ha fallecido este lunes a los 73 años de edad. Su marido, John Easterling, ha confirmado la noticia a través de su página web de Instagram y ha informado que Newton-John ha muerto por la mañana (hora estadounidense) en el rancho que la pareja tenía en el sur del estado de California. En el comunicado se decía que había fallecido "rodeada de familia y amigos". Aunque la causa de la muerte no se ha especificado, todo parece apuntar que ha sido a causa de un cáncer de pecho. La actriz había hecho público que había luchado contra esta enfermedad durante más de treinta años.

Olivia nació en Inglaterra pero se crió en Australia y saltó a la fama en Estados Unidos en la década de los setenta como cantante. Suyos fueron éxitos como If Not for You (1971) y Let Me Be There (1973). Sin embargo, su gran salto al estrellato llegó de la mano del cine y, más concretamente, de la película Grease, que protagonizó con John Travolta en 1978. Muchas personas de varias generaciones aún la recuerdan como la cándida Sandy cantando temas icónicos como You're the One that I Want o Summer Nights.

Este papel la encasilló de por vida y ocultó que tuvo una carrera tan prolífica como exitosa. Llegó a ganar cuatro Grammies y muchas de sus canciones fueron números unos. En 1981 cosechó un inmenso éxito con Physical, un hit que rompió todos los récords en la década de los ochenta.

También siguió participando en grandes películas. Después de Grease, Olivia continuó en el mundo del celuloide con películas como Xanadu. Otros films destacados fueron Two of a Kind y A Mom for Christmas.

Olivia Newton-John se casó con Matt Lattanzi, a quien había conocido rodando Xanadu, en 1984. Tuvieron una hija, Chloe Rose, y se divorciaron en 1995. En el 2008, se volvió a casar, esta vez con John Easterling.

Olivia Newton-John fue diagnosticada con un cáncer de pecho en 1992 que le reapareció años más tarde, en el 2013. Nuevamente lo superó, pero en el 2017 volvió a surgir. Durante toda su lucha contra la enfermedad, Olivia se convirtió en una gran activista sobre la importancia de la investigación y la detección precoz de la enfermedad. Su trabajo de visualización y concienciación la hicieron merecedora del título de Dama del Imperio Británico que le concedió la reina Isabel II.