Un micro, un loop station, un albornoz y los calzoncillos más extravagantes del mercado, es todo lo que necesita Marc Rebillet (Texas, 1988) para subirse a un escenario, atraer la atención del público que lo ve hacer música experimental y que todo a su alrededor parezca una fiesta. El músico y YouTuber estadounidense de 32 años, que logró convertirse en un fenómeno de las redes sociales desde que estallara la pandemia del coronavirus en marzo de 2020, se ha consagrado como el improvisador de comedia musical de referencia, y da igual desde qué punto del globo terráqueo esté. Su plan es el no plan y así besa un éxito que ha llegado hasta las salas y festivales de nuestro país. "Rebillet es un hombre espectáculo, escapa de toda clasificación", señalan sus seguidores en redes sociales.

Autodefinido como loopdaddy, Rebillet dejó claras sus intenciones de convertirse en artista desde muy joven. De padre francés y madre estadounidense, Marc estudió piano y música clásica, e hizo sus primeros pinitos tocando en pubs y bares donde actuaba en calzoncillos y bata, y tarareaba letras que no dejaban indiferente a nadie entre el público. Producía música entonces sin éxito bajo el nombre de Leae, un proyecto con el que incluso publicó tres EP’s: Pod 314 (2012), Rattlebrain EP (2013) y week | ep (2013). Pero no fue hasta 2016 cuando su nombre empezó a sonar entre los entendidos y no tanto de la industria musical. El cantante empezó a subir vídeos a YouTube de él mismo tocando desde su apartamento, la playa o una habitación de hotel, que no tardaron en hacerse virales. Fue entonces cuando presentó su primer álbum de estudio, un material homónimo con el que atrajo el enfoque, especialmente europeo, de sus ahora más devotos seguidores.

Durante la pandemia del coronavirus consiguió reunir en streaming a más de dos millones de personas también en Reddit y Facebook, y público su segundo álbum, Europe, 26 temas cada uno nombrado como las ciudades que visitó durante su primera gira por Europa. Además, programó cuatro conciertos gratuitos en directo en Twitch a los que llamó Quarantine Livestream Tour, y sólo el primer espectáculo atrajo a más de 1,57 millones de espectadores y recaudó más de 34.000 dólares.

De entre la personalidad excéntrica y parafernalia fetichista destaca su forma de componer y mezclar elementos de funk, soul, hip hop y música house, así como sketches cómicos. El de Dallas utiliza el looper, un generador de bucles que permite grabar y repetir pistas de diferentes instrumentos sin interrupción. Pero además, su música la crean su capacidad de improvisación y sus fans, que a través de un post que el músico publica en sus redes sociales, pueden dejar sus sugerencias sobre qué es lo que quieren que componga.

"Todo lo que hago es totalmente improvisado, todo el rato. Puedo tomar una frase, una idea del contexto, algo que pida una persona del público. Con eso desarrollo capas y la música va fluyendo. Me aproximo a las armonías de diferente manera", señaló Rebillet en una entrevista reciente con Forbes México donde reconoció que, a diferencia de otros músicos, él no se toma muy en serio a sí mismo. "La música sí me la tomo en serio. Al menos debería sonar bien. Pero el mensaje de mis canciones, no sé. Para mí tienen que ser o muy alegres, o muy tontos y ridículos. Mucha gente me dice que lo que hago les aporta algo valioso, que les proporciona alegría o consuelo en épocas de depresión y crisis. Soy una especie de consuelo y eso me parece increíble. Así que aquí estoy, haciendo música positiva y que dé ánimos".

Reggie Watts, el 'desinformista' que lo inspiró

El músico estadounidense se inspiró en el también músico y comediante alemán, Reggie Watts, conocido por su aguda habilidad para inventar canciones improvisadas en el acto, y por su papel en la serie de televisión del canal IFC, Comedy Bang! Bang!. Además, el artista actualmente lidera la banda que ameniza el programa The Late Late Show with James Corden.

"Cuando vi a Watts hacer esas actuaciones improvisadas hace años, me desbloqueó ese pensamiento de 'Eh, que puedes subirte al escenario y no tener un plan, y simplemente hacer algo'. Él fue realmente el catalizador para eso".