El Museo Reina Sofía, el Thyssen-Bornemisza y el Museo del Prado han comunicado que no abrirán sus puertas en la primera fase de la desescalada, fijada para el 11 de mayo, sino cuando sus instalaciones cuenten con las medidas necesarias para la llegada de visitantes y trabajadores de forma segura. A pesar de que en ellos se fomentará el teletrabajo, ese 11 de mayo sí se incorporarán algunos empleados cumpliendo con las recomendaciones que indique el Ministerio de Sanidad. Los tres museos, que cerraron el pasado 12 marzo, trabajan codo con codo con los Ministerios de Cultura y Sanidad en la redacción de pautas y recomendaciones necesarias para la salida del confinamiento.

Aunque ninguno de los tres museos ha anunciado la fecha de apertura, todo apunta a que se producirá en la primera semana de junio, tal y como informan a El Independiente fuentes de las pinacotecas. En esos primeros días accederán alrededor de 900 visitantes a las instalaciones, en caso de que los datos de la pandemia lo permitan.

En principio, no debería haber problema en el control de personas, puesto que están acostumbrados a ello. Lo que sí ven complicado desde el Museo Reina Sofía es evitar las aglomeraciones que se producen normalmente en algunas salas, como ocurre en la que se exhibe el Guernica de Picasso. Todo esto implica que antes de que llegue el día, los museos deberán fijar la necesidad o no de usar mascarillas o guantes, la instalación de mamparas, el funcionamiento de la cafetería y otra serie de cuestiones.

Con el sector turístico internacional paralizado, los museos se preguntan quiénes visitarán sus instalaciones una vez concluida la desescalada, puesto que el 70% de asistentes provienen de otros países.

Por su parte, los responsables de los museos de Bilbao, Guggenheim y el de Bellas Artes, esperan seguir el ejemplo de sus homólogos madrileños y abrir sus puertas en junio, en caso de que la desescalada se vea acompañada con un descenso de la propagación del coronavirus. Las dos pinacotecas permanecen cerradas desde que el 14 de marzo, el lehendakari Iñigo Urkullu decretase la emergencia sanitaria en Euskadi, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el estado de alarma.

Dentro de esta misma línea, se ha meditado aplazar una temporada las exposiciones que iban a tener lugar en el museo de Bellas Artes de Bilbao este año. De hecho, las exposiciones inauguradas en febrero y marzo dedicadas al pintor guipuzcoano Vicente Ameztoy, y al paisaje en la obra de los pintores Beruete y Regoyos, estarán hasta el verano y las próximas tendrán lugar en los meses de otoño e invierno.

Las pinacotecas más importantes de Barcelona también esperan reabrir sus puertas a medida que se vayan sucediendo las fases de la desescalada. Al igual que han hecho los museos vascos, están en pleno proceso de reconfiguración de las exposiciones previstas para 2020. De momento, la que unía la obra de Isidre Nonell, con piezas de Picasso, Goya, Ibels, Casagemas o Daumier, tendrá lugar en otoño finalmente.

Por último, el Museo Picasso de Málaga no acogerá hasta marzo de 2021 la exposición Metamorfosis, que aglutinaba las obras del artistas mallorquín Miquel Barceló, y que ha sido aplazada debido a la pandemia de coronavirus.