Letizia Battaglia tenía 40 años cuando empezó sentir que tenía el control de su vida. Se había casado con 16 y tenía tres hijas de un matrimonio en el que se sentía prisionera. Su marido no permitió que estudiara ni que trabajara. Vivió sumida durante años en una depresión de la que fue saliendo aferrándose a amores clandestinos y pequeñas conquistas de libertad. Se divorció  definitivamente en 1971. Empezó a escribir para diarios y pronto se dio cuenta de que los artículos se vendían mejor cuando hacía fotografías. Y en la fotografía volcó su existencia. 

En 1974 empezó a trabajar en L’Ora, un diario de Palermo, Sicilia, donde había nacido en 1935. Se convirtió en la primera fotoperiodista de Italia. “Voy a fotografiar la calle, los niños, las madres, todo. No pensaba en la mafia”, reconoce en el documental La fotógrafa de la mafia que se emite desde este domingo en Movistar. No era consciente de que se iba a poner en la primera línea de la sociedad frente a la mafia.

A los tres días de empezar en el diario fotografió a su primer asesinado. Un hombre abatido a tiros en un olivar. Pasaría los siguientes 19 años fotografiando crímenes de la mafia, entierros, familias de la mafia, víctimas inocentes, policías, jueces, abogados y periodistas que plantaban cara a la cosa nostra. Décadas de sufrimiento y dolor en imágenes. Jornadas de trabajo con tres, cuatro y hasta siete muertos diarios. “Yo era un morgue ambulante”, recuerda Battaglia.

Letizia Battaglia

A Letizia Battaglia le costó hacerse respetar como fotógrafa. La policía no le dejaba pasar a los escenarios de los asesinatos como otros periodistas porque era una mujer.

PALERMO 1976-VINCENZO BATTAGLIA ERA USCITO DI CASA PER COMPRARE I CANNOLI.LO HANNO UCCISO AL BUIO TRA LA SPAZZATURA.

Muerte en Palermo

“En Palermo vivíamos una guerra civil, no eran sucesos. Un año sumamos más de mil muertos”. Con los años su compromiso como fotógrafa se transformó en político, militó en el Partido Verde. En la foto asesinato de Vicenzo Battaglia en 1976.

Pobreza y corrupción

La mafia impidió el desarrollo de económico, la pobreza y la extrema corrupción estancó a Sicilia por décadas. Retrato de una mujer pobre en 1980 en San Vito.

Amenazada

“Aprendí a vivir con el miedo a que me mataran. Me han roto cámaras, me han escupido, insultado y enviado cartas anónimas amenazándome de muerte. Estar un poco loca te ayuda a ser valiente y yo veo que soy muy valiente". Homicidio en  Palermo en 1975.

Funerales

Los funerales de la mafia eran los momentos más peligrosos, porque los familiares la veían, la tenían cerca. “Yo me acercaba despacio y disparaba la cámara dando un golpe de tos, para que no escucharan el clic”, cuenta.

Marineo, 1980. La bambina e il buoi

Belleza entre el dolor

Después de años fotografiando la violencia de la mafia, organizó una exposición de fotos con otros colegas en la que mostraba los crímenes de la cosa nostra en la localidad de Corleone, el corazón mafioso de Sicilia. La crudeza de sus imágenes no estaba reñida con la belleza. En la imagen la foto 'La niña y la oscuridad', Marineo, 1980.

Palermo, 1993. Rosaria Schifani, vedova dell’agente di scorta Vito Schifani, assassinato nel 1992 insieme al Giudice Giovanni Falcone, Francesca Morvillo e tre suoi colleghi.

La viuda del escolta de Falcone

Palermo, 1993. Rosaria Schifani, viuda del escolta Vito Schifani, asesinado en 1992 junto con el juez Giovanni Falcone, Francesca Morvillo y tres de sus colegas. El asesinato de Falcone y su séquito conmocionó a la sociedad italiana. Letizia Battaglia no quiso fotografiar el cuerpo muerto de Falcone.