Será “la fuerza del destino”: nos toca, “un año más”, vivir sin conciertos de Mecano. Pero como “nos cuesta tanto olvidarles”, y somos “los amantes” de su música, “nos colamos en la fiesta” de sus canciones para elegir “el uno el dos y el tres”, y alguno más de sus grandes temas. 

Y lo hacemos “perdidos en nuestra habitación”, que resulta ser el Estudio 2 de Adio.fm, situado en PKO Music Group, en Boadilla del Monte. Claro, “nos quedamos en Madrid”, para crear en este “club de los humildes” una simbólica “cruz de navajas” para dilucidar qué temas de la “vía láctea” de éxitos de Mecano elegir para La Mejor Playlist, el pódcast musical de El Independiente.

Y le dimos un “Aire” muy especial, gracias a tres personas clave, como en el episodio anterior. El punto de vista más sabio y a la vez experiencial nos ha venido de la mano del hombre que, escuchando la radio mientras conducía por Madrid, lo vio claro y luchó por dar una oportunidad a la banda, además de haber sido parte sustancial de su éxito: Luis Merino.

El que fuera el directivo con más poder en la industria musical de habla hispana en el mundo, y autor junto a Tudi Martín del indispensable libro Cuando la Música era redonda (Sílex ediciones), se dejó acompañar de nuevo por nada menos que el creador de Los 40 Principales y su líder durante más de 40 años, Rafael Revert. Ambos son auténticas instituciones en la música de España desde los 70 hasta bien entrado el siglo presente. Para completar la terna, Javier Adrados. Este ser ha existido para Mecano toda su vida. Autor de su libro Mecano, el grupo español más importante de la Historia (Plaza & Janés), conoce bien a cada uno de ellos y detalles que no siempre puede contar sobre este trío de seres humanos que un buen día estaban en en cénit de su carrera… y en el Zénith de París. 

Sí. Llenar tres noches seguidas el escenario parisino que ha visto cantar a grandes como Sinatra era motivo de orgullo nacional para los que fuimos testigos directos de la proeza. Con lágrimas en los ojos, nos mirábamos mientras oíamos cantar para la multitud enfervorizada sus canciones, nuestras canciones, en un momento en el que la radio musical número uno de España extendía sus brazos hacia el país de Aznavour, Piaf, Manu Chao, y del “Moi non plus”. Habíamos comprado en Francia 80 emisoras y creado una cadena llamada M40, que trató infructuosamente de ganarse el corazón de los vecinos del norte. Y de todo ello, la entonces infanta Cristina participó entusiasmada junto a nosotros. También lloró. Todos lo hicimos mientras resonaban en aquellas inmensas paredes los acordes del gran número uno en Francia de la versión en su lengua del clásico “Mujer contra mujer”.

Sin duda, esta será una de las canciones que nuestros playlistos considerará indispensable. Para la leyenda queda que Ana contestara a los que les abuchearon por cantar en francés con un simple “sí aquí pedís vuestro pan en francés, dejadme hacerlo a mí también”. Irrepetible.

De esa época Merino destacó grandes temazos que no debemos olvidar de su álbum Descanso dominical: “La fuerza del destino”, “Laika” y el himno clásico de cada año en la Puerta del Sol: "Un año más".

Y llegamos al momento de la afonía y agonía sufrida por Ana Torroja, con su voz rota. Comenzó con un simple resfriado mal curado. Nuestras abuelas y los médicos tenían razón: trae consecuencias. Una agonía llevaría a otra mucho más grave: la de la propia banda. Era en momento de máximo éxito de la banda, y Rosa Lagarrigue, que no pudo asistir al programa por motivos de agenda, apretó (en palabras de Rafael Revert en el programa) al grupo más de la cuenta. Normal, si tenemos en cuenta los enormes intereses que estaban en juego. Los patrocinios eran los más grandes que había visto nadie en nuestro país. Hasta un fabricante de automóviles puso el nombre de Mecano a uno de sus modelos.

La mayor marca de refrescos del mundo, dado que es mencionada en una de las canciones de más éxito de la banda ("Me colé en una fiesta"), también estaba pagando cantidades inmensas de dinero para seguir asociada al grupo y a su éxito. Entre unos y otros se dejaron el presupuesto de una pequeña nación en la gira del 92. Y mientras, dos delicadísimas cuerdas vocales, las de Ana Torroja, se rompían un poco más en cada uno de los 40 conciertos en dos meses que llegaron a dar. Porque contra las fuerzas de la naturaleza no es posible luchar sin salir derrotados, hubo retraso del último y agónico concierto de Mecano. Una fecha quedará para siempre ahí, tal día como hoy, hace 31 años. El 29 de septiembre de 1992 en la plaza de toros de Valladolid. Adiós, Mecano, adiós.

Seis años tardaron en volver a aparecer con un disco recopilatorio con algunas canciones nuevas, que desgraciadamente fue acreedor del Premio Amigo de aquel año de 1998. Desgraciado, sí, por el momento en el que se anunció la sentencia. De forma unilateral, sorprendente en el peor de los sentidos, y seguida de los inexplicables aplausos de los autómatas que estábamos allí y que no teníamos plena consciencia de lo que acababa de pasar.

Y después de que Ana cantase “Otro muerto”. Toma ya. 

Ese fue el punto final a algo que jamás volverá. Aunque se reuniesen los más de 100 millones (para ellos, productoras aparte) que hipotéticamente costaría que volviesen a tocar juntos, no sería lo mismo. Aunque unos hologramas lo hagan alguna vez, como en el caso de ABBA en Londres, no será jamás aquello que tuvimos la suerte de vivir, cada uno en su puesto. El nuestro, el de los cuatro que nos juntamos un día para hablar de Mecano, era ponerlos en escena y conseguir que llegasen a todos vosotros sus canciones.

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