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La leche para los niños, mejor sin limitaciones

Una revisión de estudios confirma que el consumo de leche y lácteos, independientemente del tipo y cantidad, no se asocia con la obesidad infantil. Otra investigación asegura que los niños obesos que toman al menos dos lácteos al día tienen menos problemas de azúcar en sangre.

Una revisión de estudios indica que no hay que limitar los lácteos que se dan a los niños.

Una revisión de estudios indica que no hay que limitar los lácteos que se dan a los niños.

El consumo de leche en España vive momentos bajos, los españoles tomamos de media 72,8 litros de leche anuales en 2016 frente a los 100 litros que se tomaban en el año 2000. Cada vez más gente decide sustituir todos o parte de los lácteos que tomaba por alternativas vegetales, una elección que muchas veces también se ofrece a los niños, por ser más sana o menos grasa. Sin embargo, una nueva revisión de estudios de los últimos 27 años muestra que la leche de vaca y los lácteos son un elemento indispensable para la dieta de los niños y que su consumo no serelaciona con la obesidad infantil.

Este estudio, que se acaba de presentar en el Congreso Europeo de Obesidad en Viena, afirma que no hay evidencia científica alguna que apoye la teoría de que los lácteos fomentan la ganancia de peso o incrementan el apetito. “Un hallazgo importante ha sido la consistencia de los resultados en diferentes tipos de leche o lácteos y en diferentes grupos de edad”, afirma Anestis Dougkas, del Instituto Paul Bocuse de Francia, y director de la investigación, que añadido que estos resultados “deberían aliviar a los padres que se preocupan de limitar el consumo de leche y lácteos en los niños por si engordan”.

Esa investigación apunta a que no sería necesario limitar el consumo en los niños, una recomendación que en países como Estados Unidos se limita a dos lácteos diarios para los niños. En España se recomiendan entre dos y tres lácteos al día para los niños y de tres a cuatro para los adolescentes. “No hay un efecto dañino en la obesidad por incorporar lácteos y leche en la dieta de niños y adolescentes. Estos estudios cuestionan las recomendaciones que limitan el consumo de estos en los niños, o la sustitución de lácteos por bebidas vegetales cuyos resultados aún no han sido evaluados en estudios científicos”, añade Dougkas.

El estudio no distingue entre tipos de lácteos o leche desnatada frente a la entera. Este es otro de los puntos sobre los que los expertos han incidido recientemente, en la importancia de tomar leche entera puesto que la grasa que contiene es una de las más positivas para el organismo.  “La leche entera es capaz aporta nutrientes en una proporción superior al nivel calórico que aporta”, incidía recientemente Javier Fontecha, jefe del grupo de lípidos del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación del CSIC, que también recordaba que el consumo de leche entera no se asocia con un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

La revisión de estudios involucró análisis a más de 200.000 personas aunque los estudios carecían, según reconocieron los investigadores, de cantidad de datos en el segmento de uno a cinco años de edad.

Los beneficios de la leche para niños obesos

También en el Congreso Europeo de Obesidad se ha presentado otro estudio que muestra que los niños obesos que toman al menos dos lácteos al día tienen menos posibilidades de tener problemas de azúcar en sangre. “Nuestros hallazgos dicen que los niños que toman al menos dos vasos de leche al día están más protegidos contra el síndrome metabólico”, afirma Michael Yafi, de la Universidad de Texas, “sin embargo, sólo uno de cada 10 jóvenes del estudio [realizado en EEUU] consumían la cantidad recomendada de leche”.

El síndrome metabólico es la presencia de al menos tres de las cinco condiciones que aumentan el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares o infarto, y son la presión arterial alta, altos niveles de azúcar en sangre o triglicéridos, un exceso de grasa láctea o bajos niveles del colesterol “bueno”.

Los investigadores revisaron los datos de 353 niños y adolescentes obesos de entre tres y 18 años entre 2008 y 2010. Los niños tenían una edad meda de 11 años y sólo el 13% afirmó tomar la cantidad de lácteos recomendada y las niñas bebían menos leche que ellos.

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