Los centros de vacunación masiva se han extendido por todo el mundo: estadios de fútbol, pabellones de deporte, frontones, recintos feriales y hasta estudios de cine. Los vacunódromos son la escenificación de la lucha contra el coronavirus, los lugares que abren portadas de periódicos que se archivarán en las hemerotecas y en los archivos como los lugares en los que se terminó, si todo va bien, con el Covid. Pero ¿cuánto tienen de utilidad y cuánto de dramatización?

Desde que la vacuna de Pfizer fue aprobada en Estados Unidos empezamos a ver funcionar los centros de vacunación masivos. La imagen por sí sola despertaba esperanza, largas colas de coches se agolpaban para recibir las dosis de la cura del mayor problema al que nos hemos enfrentado los humanos en décadas.  

En nuestro imaginario una campaña de vacunación es algo que ocurre en un centro de salud, algo que pasa de manera silenciosa como la campaña de la vacunación de la gripe que se publicita por la cartelería de los centros de atención primaria y en los medios de comunicación.

Vacunación en los  platós de la Ciudad de la Luz de Alicante.
Vacunación en los platós de la Ciudad de la Luz de Alicante. EFE/ Morell

De Lo imposible a lo increíble

Miles de gallegos han ido por primera vez a la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela y otros miles de alicantinos han visto por primera vez la Ciudad de la Luz donde se grabaron las escenas del tsunami de Lo imposible, entre otras producciones. Dos proyectos emblemáticos de comienzo de siglo que se convirtieron en poderosos agujeros negros de caudales públicos y que, con la pandemia, han dado una nueva vida a sus instalaciones. Especialmente significativo es la Ciudad de la Luz, antiguos estudios de cine clausurados por Competencia de la UE, que ahora, en parte, están ocupados por un hub de empresas tecnológicas el Distrito Digital Alicante. Otros centros como la Ciudad de las Artes y las Ciencias casi parecen elegidos como imágenes promocionales. 

“Hemos tenido un poco de obsesión con los centros de vacunación masivos imitando las estrategias de vacunación de países que no tienen centros de salud de atención primaria”, asegura Pedro Gullón. Para este epidemiólogo “tienen un gran poder mediático que no tienen los centros de salud. Lugares como el WiZink Center tienen capacidad para vender el mira lo que estamos haciendo.” 

Una interpretación propagandística de la que no sólo se benefician los políticos gestores de la pandemia, también la propia campaña de vacunación. “Puede tener un efecto positivo en términos de que la población vea que se está vacunando, que las cosas avanzan, pero más allá de la propia publicidad tenemos un sistema sanitario, no somos Estados Unidos y tenemos un sistema de atención primaria descentralizado que permite que podamos vacunar a la población de manera cercana”, incide el epidemiólogo.

Gullón no desecha la idea de los vacunódromos, pero considera que se debe elegir bien los grupos a los que se vacuna en ellos. “Población que tenga más facilidad de acceder, o bien grupos más jóvenes y grupos con gran motivación de vacunación. Es mejor que los centros de atención primaria queden para los menos jóvenes ya que además las dudas de vacunación que han surgido con algunas vacunas se resuelven mejor en tu centro de atención primaria donde está tu médico. Esto combate muy bien a la reticencia vacunal”, afirma.

Diego Ayuso, secretario general y portavoz del Consejo Oficial de Enfermería es muy partidario de los vacunódromos, “siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos. La vacunación del Covid tiene que priorizar los centros de atención primaria, pero como estamos en una vacunación masiva es necesario ampliar la vacunación a lo que viene siendo lo habitual, a los vacunódromos en estadios y también a hospitales”, asegura.

Colas para vacunarse contra la Covid en la Ciudad de la Cultura.
Colas para vacunarse contra la Covid en la Ciudad de la Cultura. EFE/Xoán Rey EFE/Xoán Rey

Diego Ayuso tiene claro que  “cuantos más centros haya para poder vacunar de manera ágil, mejor. La única forma de salir de esta crisis es la vacuna. Cuanto antes tenga la población la vacuna puesta, antes lo tendremos controlado”.

Para el representante de los enfermeros lo más importante de estos centros es que estén bien gestionados, “para lo que se debe contar con personal suficiente que haya quien pueda hacer un control de las filas y que sean de fácil acceso por parte de la población. Se tiene que gestionar la vacunación de manera que se facilite el acceso a toda la población, si no pueden ser vacunados en un centro de vacunación masiva deben ser vacunados en los centros de atención primaria cercanos a sus casas”.

Comunidades como las de Madrid o la valenciana alternan los grandes espacios de vacunación con los centros de Salud y las dos han sido objeto de criticas por la lejanía del Zendal y la de la Ciudad de la Luz. Los antiguos estudios de cine han necesitado de la puesta en marcha de una ruta de autobús que conecte con el centro de vacunación ya que no existía.

Si tuviéramos todas las dosis que nos faltan para vacunar, en un mes España entera estaría vacunada".

Diego Ayuso, secretario general del Consejo Oficial de Enfermería

Frente a la mala imagen de las colas Ayuso mantiene que es importante que el flujo de pacientes sea rápido  porque las colas pueden desincentivar la vacunación, si bien afirma que estas colas se producen por culpa de los pacientes que van antes de las horas a las que son citados. 

Ayuso también considera que los vacuómetros con muchos enfermeros vacunando tiene un efecto reclamo en la campaña de vacunación que es positivo: “sirve como reclamo y ayuda a la vacunación”.

En España hay menos enfermeras que en otros países: 5,5 por cada mil habitantes y en otros países europeos hay 8,7. Pero no está suponiendo un impedimento para la vacunación ya que se están adaptando los recursos a la prioridad de la vacunación. 

“Hemos demostrado que podemos vacunar al ritmo que nos llegan las vacunas. La recepción de vacunas es nuestro tope, ya hemos visto que con una  buena organización se puede hacer rápido”, afirma el secretario general del Consejo Oficial de Enfermería. "Si tuviéramos todas las dosis que nos faltan para vacunar, cada comunidad autónoma haría un plan y en un mes España entera estaría vacunada”, concluye.