La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado el documento en el que analiza la forma en la que se transmite el coronavirus. Por primera vez desde que empezó la pandemia de Covid ha reconocido que el virus se trasmite por aerosoles. En marzo de 2020 la agencia de la ONU para la salud aseguró que era la transmisión aérea era un bulo.

Hace un año científicos de todo el mundo se unieron para denunciar que la OMS no estaba reconociendo la transmisión por aerosoles. Sólo reconocía la transmisión por gotículas y por fómites. Las gotículas que expulsamos al hablar y que pueden contagiar al interlocutor si este está muy cerca y los fómites, al tocar superficies que previamente ha tocado una persona contagiada. Pero la OMS no reconocía la transmisión aérea del coronavirus, esto es, que el virus queda suspendido en el aire comportándose de manera a como lo hace el humo.

José Luís Jiménez, de la Universidad de Colorado (EEUU), ha sido uno de esos científicos que más ha peleado porque se reconociera la transmisión aérea del coronavirus. La pelea no era caprichosa, asumir la transmisión aérea supone tener en cuenta medidas de seguridad más centradas en la ventilación de los espacios. De manera que la mayoría de las mamparas que se han puesto de miles de locales y espacios públicos son inútiles frente un virus que se desplaza por el aire.

Están vergonzosamente negando que lo hayan negado, cuando llevan un año diciendo primero que era la transmisión aérea del coronavirus era desinformación".

José luís Jiménez

"No es suficiente pero es un gran cambio", explica Jiménez a El Independiente. "Reconocen por primera vez que la transmisión en proximidad cercana no es todo gotas e incluye los aerosoles. Esto rompe un siglo de dogma, al reconocer que la transmisión en proximidad tiene una componente de inhalación de aerosoles que - añado yo-, es mayoritaria".

Para este zaragozano, doctor en Ingeniería Mecánica por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) de la Universidad de Cambridge el paso dado por la OMS "no es suficiente porque no lo explican muy claro, evitan el término correcto - airborne, en inglés- y no recomiendan la protección correcta para trabajadores de salud como las mascarillas N95, FFP2 o FFP3".

En Europa y en Estados Unidos las autoridades sanitarias ya daban por válida la transmisión aérea del coronavirus y ya incluyen la mejora de la ventilación en los espacios cerrados. Para Jiménez, el comportamiento de la OMS ha dejado bastante que desear, porque no han hecho caso de las evidencias de la ciencia. "Y además están vergonzosamente negando que lo hayan negado, cuando llevan un año diciendo primero que era la transmisión aérea del coronavirus era desinformación", añade.