La corriente 'Anticapitalistas' de Podemos ha lanzado este lunes un manifiesto para reivindicar la necesidad de construir, en la segunda Asamblea Ciudadana Estatal que celebrará la formación morada a principios del próximo año, un "partido-movimiento descentralizado" y "democrático", en el que "el poder emane de las bases y no de los secretarios generales". "No necesitamos más partidos cerrados, más aparatos, más notables: necesitamos más gente del común haciendo política, construyendo el conflicto social contra las élites", asegura este sector, que representa el ala más a la izquierda del partido.

El documento 'Por una marea del cambio, por un Podemos en movimiento' lo firman las principales cabezas visibles de esta corriente como el eurodiputado de Podemos, Miguel Urbán, la líder en Andalucía, Teresa Rodríguez, o el alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi' y más de 100 activistas, militantes o personalidades del mundo de la cultura como Nacho Vegas, Alberto San Juan y Paula Ortiz.

En él defienden que es preciso aprovechar el llamado 'Vistalegre II' para construir "sólidamente por abajo" y "avanzar en la construcción de un partido-movimiento descentralizado" que refuerce sus aciertos pero también "corrija los defectos" que han "arrastrado".

Debate 'sin sectarismos'

Por ello, reclaman la necesidad de diseñar un congreso que "mire hacia afuera" y que aborde los debates que tienen pendientes "de forma franca, sin sectarismos ni maniqueísmos". "Un debate real que nos permita repensarnos, desplegarnos y conectarnos con los anhelos de cambio de los millones de personas que nos han votado y con quienes aún no lo han hecho", apuntan.

"Necesitamos discutir, debatir, ponernos de acuerdo, hacer propuestas. Podemos ha sido una herramienta fundamental en esta fase que se acaba y lo debe seguir siendo en la que entra", enfatizan. "Necesitamos un Podemos democrático, como el que hemos venido defendiendo ya desde Vistalegre, donde el poder emane de las bases y no de los secretarios generales", añaden.

Anticapitalistas reclama el sistema de elección Borda, vetado por la Comisión de Garantías en las primarias de Madrid

Ese "Podemos democrático" también implica, según 'Anticapitalistas', que "el centro se construya desde los territorios", y admitir "de una vez por todas el pluralismo asumiendo sistemas de elección interna como el Borda, que combata los riesgos de la burocratización limitando los cargos que puede ostentar una persona". Este sistema fue el elegido para las primarias de Madrid, aunque finalmente fue vetado por la Comisión de Garantías.

Asimismo, apuntan que el objetivo de este "cambio de rumbo" debe ser "construir un movimiento popular amplio" en el que quepa "una multitud que desborde". De hecho, apuestan por "construir la unidad popular con todas aquellas personas y colectivos, que, vengan de donde vengan, tienen la democracia y la justicia social como objetivos", en línea con el debate abierto en Podemos sobre el grado y el modo en el que se debe avanzar en la integración con sus aliados electorales, como Izquierda Unida o las confluencias territoriales. Según 'Anticapitalistas', en este sentido el reto debe ser perseguir "una unidad popular para poner en marcha una revolución democrática capaz de poner los intereses de la mayoría social trabajadora en primer lugar".

En lo que tiene que ver con la estrategia política, esta corriente defiende que "es momento de construir un programa alternativo y de urgencia frente a las políticas de austeridad y la crisis climática". "Es el momento de ser oposición a las políticas neoliberales mientras construimos contrapoderes en los barrios, en los centros de trabajo, en las universidades e institutos, en las plazas. Es el momento de convertir la política que apuesta por la transformación social en algo cotidiano", señalan.

"Creemos que en las pequeñas luchas y en las grandes movilizaciones, en nuestra capacidad de hacer cosas diferentes día a día, está el embrión de un horizonte constituyente, en el que se puedan romper los candados del régimen del 78", añaden, retomando una de las principales reivindicaciones del Podemos que nació hace casi tres años, y que poco a poco había ido suavizándose.