El desaparecido no era Pablo Iglesias, sino Pedro Sánchez. A Sánchez le han dicho que lo mejor era estarse callado porque la derecha está montando espectáculos de bombero torero, metiendo en las listas a barberillos de la raza, a cazadores de ciervos, a generales con cenefa y espadón de Heraclio Fournier, a matadores patillosos a los que pasear en esa primavera española de cristos de sangre y oro. También hay alguna gran cabeza (política e intelectual), pero el público se queda con el que parece boxeador o garrochista. Falta Bertín Osborne solamente en este festival de la paella, en estas listas con purgas y menudillos.

Para seguir leyendo Regístrate GRATIS