El negocio de Airbnb no deja de crecer en la España del boom del alquiler de pisos turísticos. La plataforma online pone en contacto a los dueños de los pisos y a los turistas que quieren alojarse en ellos y cobra una comisión por el servicio. La plataforma tenía al cierre de 2016 unas 187.000 viviendas anunciadas en España y hasta 5,4 millones de huéspedes lo utilizaron el año pasado para alquilar viviendas en el país. Unas cifras que se disparan frente a los 120.000 pisos publicitados y los 2,6 millones de inquilinos que se registraron en 2015.

El gigante online del alquiler turístico pagó el año pasado 55.211 euros por el Impuesto de Sociedades

Pero de ese enorme negocio de la compañía la Hacienda española casi no registra nada. Airbnb, como otros colosos de internet, tiene en Irlanda su sede central en Europa. En este país europeo, que cuenta con grandes ventajas fiscales para las multinacionales, la compañía tributa los ingresos y beneficios conseguidos con su negocio principal: el cobro de comisiones a los dueños de los pisos turísticos y a los inquilinos que se alojan.

Airbnb solo tiene en España una filial que se encarga de realizar labores de marketing y publicidad para la matriz irlandesa y para la corporación global. Airbnb Marketing Services SL es la única presencia formal del gigante en el mercado español y tiene su sede en Barcelona. A efectos fiscales ni Airbnb ni ninguna otra de sus filiales tienen actividad en España relacionada con el alquiler turístico.

Airbnb Marketing Services, según las cuentas recién depositadas en el Registro Mercantil, obtuvo el año pasado un beneficio de sólo 136.752 euros, casi un 27% más que el resultado alcanzado el año anterior. La compañía declara unos ingresos de 2,92 millones de euros, ligeramente por encima de los 2,62 millones de facturó en 2015.

La compañía tributa en Irlanda los millonarios ingresos por las comisiones generadas por el negocio del alquiler

La aportación directa de la filial local de Airbnb a las arcas públicas nacionales se limita, según la cuenta de resultados, al pago de 55.211 euros en concepto de Impuesto de Sociedades en el ejercicio 2016. El año precedente el pago al fisco por Sociedades fue de 81.285 euros.

Las cuentas anuales de Airbnb Marketing Services revelan que la compañía asume unos gastos por personal (salarios más prestaciones) de 1,6 millones de euros el pasado ejercicio, a pesar de que la plantilla de la filial publicitaria española apenas supera la veintena (13 con contratos fijos y 9 con temporales u otros tipos de contrato).

Airbnb es en España una agencia de publicidad

Según las cuentas anuales de la compañía española, su objeto social “se limita a prestar servicios de marketing y de objetivos de mercado”. De hecho, para dejar claro que la labor de la filial española es puramente la de ayudar en labores publicitarias,  en enero de 2015 el grupo cambió la denominación de la empresa “para evitar generar confusión en el mercado en relación con el objeto social y actividad de la compañía, que no está relacionada con la gestión de plataformas ni con la prestación de servicios online, sino, única y exclusivamente, con la prestación de servicios de marketing y análisis de mercados”.

El gran negocio de Airbnb es el cobro de comisiones por el alquiler de viviendas. La compañía cobra al propietario del piso turístico una comisión del 3% del importe del alquiler y a los inquilinos les aplica otra comisión de entre el 6% y el 12% en función de la duración de la estancia. Esto es, entre un 9% y un 15% de la cantidad abonada por el alquiler queda en manos de Airbnb, pero esos ingresos (y los beneficios obtenidos una vez descontados los gastos) no tributan en el país en que se genera, en este caso España, sino sólo en Irlanda, que es más atractiva desde un punto de vista fiscal.