La diáspora de empresas de Cataluña sigue generando notables movimientos en los parqués. Los inversores se encuentran muy preocupados por las incertidumbres que rodean a todas la cotizadas con presencia en la región, ante el desafío soberanista. Y por esa razón aplauden con entusiasmo el traslado de las compañías que deciden moverse hacia otras regiones del país.

Dogi y Service Point se han convertido este viernes en un nuevo ejemplo de este sentimiento imperante en el parqué. La compañía textil, que anunció en la noche del jueves la decisión de mover su sede a Madrid ha recibido tal avalancha de peticiones de compra que no ha logrado marcar precio durante más de dos horas y media. Cuando pudieron cruzarse operaciones, los títulos de Dogi registraban ganancias que llegaban a alcanzar el 20%.

Un movimiento similar registraba la cotización del grupo de servicios de impresión Service Point. Tras comunicar que celebrará en la tarde del viernes una reunión de su consejo para estudiar diversas medidas, entre las que se incluye la posibilidad de mudarse fuera de Cataluña, era premiada por el mercado con un avance que se situaban en el entorno del 15% transcurridas las tres primeras horas de negociación.

Estos movimientos replican los registrados en los días previos por las primeras compañías que han decidido escapar de la incertidumbre económicas y jurídicas desatadas por el proceso independentista catalán. Así, Oryzon Genomics ha llegado a revalorizarse cerca de un 14,5% en dos días, aunque este viernes sufría cierta recogida de beneficios, con recortes próximos al 3,5%. Más llamativo resulta el revés que registra este viernes la compañía de telecomunicaciones Eurona, que pierde todo lo ganado el día anterior, cuando escaló más de un 7%.

El pinchazo de estos valores es ejemplo de que el traslado de la sede no cierra todas las dudas generadas por la situación política en Cataluña. Y es que para compañías que cuentan con una parte importante de su negocio en la región, el temor a que el desafío soberanista acabe provocando un frenazo de la economía representa un riesgo a considerar.

Precisamente esas consideraciones explican el tropiezo que sufren este viernes tanto Sabadell como CaixaBank. Las dos entidades, con una elevada base de clientes en territorio catalán y una elevada exposición a la región de su riesgo de crédito, registran este viernes recortes en el entorno del 3 y el 2%, respectivamente. Reducen así el buen tono motivado el día anterior por las noticias que apuntaban a su próximo cambio de sede -sólo confirmado actualmente en el caso de Sabadell- y que les permitieron escalar un 6,16% y un 5,12%, respectivamente.

Y lo mismo le ocurre a Catalana de Occidente, que pierde este viernes un 1,7%, tras escalar el jueves un 2,5%, impulsada por los comentarios que abrían la puerta a su salida de Cataluña.

En las últimas horas son muchas las empresas que parecen estar estudiando un posible cambio de sede. Es el caso por ejemplo de Gas Natural, una empresa ligada al grupo La Caixa, y que tras sumar el jueves un 2,3% sufren en la última sesión de la semana un recorte del 1,2%.

También Abertis podría estar estudiando un traslado, según diversas informaciones. Sin embargo, la compañía de infraestructuras parece estar a expensas de lo que ocurra con la OPA que ha presentado el grupo italiano para hacerse con su control antes de tomar cualquier decisión de este tipo. La compañía resta este viernes en bolsa un 0,3%.