Economía

IAG-Norwegian, ¿un nuevo gigante aéreo?

La dueña de Iberia y BA quiere frenar en seco la gran amenaza para el mayor de sus negocios

IAG estudia lanzar una opa para tomar el control de Norwegian, que se ha lanzado a revolucionar rutas transatlánticas con tarifas de bajo coste.

Un avión de la aerolínea Norwegian.
Un avión de la aerolínea Norwegian. | Norwegian

“Todo el mundo en Europa quiere comprarnos”. Lo dijo hace apenas unas semanas el consejero delegado de Norwegian Air Shuttle, Bjorn Kjos. Exageraba, claro. Pero descontadas la impostura y la hipérbole del comentario, lo cierto es que los grandes del sector aéreo continental hace tiempo que siguen de cerca a la aerolínea nórdica, que está revolucionado el negocio de las rutas intercontinentales con tarifas más que agresivas y que al mismo tiempo gana posiciones en el negocio low cost de corto y medio radio.

Y aunque quizá no todos en Europa quieran comprarla, la primera muestra de interés ya está más que confirmada. IAG –el holding que agrupa a Iberia, Vueling y British Airways, entre otras compañías- ha entrado el accionariado de Norwegian con una participación minoritaria del 4,61% y lo ha hecho como primer paso para estudiar si lanza una opa por el 100% del grupo aéreo con sede en Oslo.

Una fusión de ambos grupos crearía un gigante que disputaría de igual a igual el liderazgo de la aviación europea a Lufthansa (que acaba de desbancar a Ryanair como mayor grupo aéreo por pasajeros del continente, y la unión de IAG y Norwegian serviría para empatar con la alemana en el entorno de los 130 millones de viajeros). Pero sobre todo daría un vuelco a un negocio tan estratégico para los grandes grupos como es el de las rutas de largo recorrido.

El boom de vuelos intercontinentales ‘low cost’

Norwegian se estrenó hace cinco años en la actividad de las conexiones intercontinentales y en este tiempo se ha convertido en una auténtica amenaza para los gigantes del sector al trasladar la estrategia de bajo coste al segmento del largo recorrido.

Norwegian se ha convertido así en ariete del nuevo modelo de largo radio a bajo coste (long haul low cost, en inglés). Vuelos desde diferentes ciudades de Europa hacia Nueva York y otros destinos de Estados Unidos por 65 euros, por 80 euros, por 100 euros…, lo que ha arrastrado a colosos como British Airways o Air France a tirar también sus precios para no perder clientes.

IAG busca tomar el control de la compañía que está revolucionando las rutas atlánticas con bajo coste

Para British Airways, la mayor de las aerolíneas integradas en IAG, las conexiones transatlánticas con EEUU son su principal negocio, y en ellas ha entrado de lleno Norwegian con rutas a precios low cost desde Londres. Para Iberia, en paralelo, el mayor y más rentable de sus negocios es el de las  rutas entre España y Latinoamérica, un mercado en el que también prepara su desembarco Norwegian próximamente.

“La operación tendría sentido estratégico, pues permitiría a IAG posicionarse de manera importante en un negocio en auge (long haul low cost), donde ya tienen cierta experiencia a través de Level y que entendemos valoran como un relevante foco de crecimiento para los próximos años”, sostienen los analistas de banco Sabadell.

La compañía nórdica ya ha abierto conexiones a EEUU desde Madrid (compitiendo con Iberia) y desde Barcelona (haciéndolo con Level, la nueva marca low cost de vuelos de largo recorrido de la propia IAG).  El siguiente paso es retar directamente a Iberia en su gran feudo de rutas entre España y Latinoamérica, ya ha empezado desafiando a British Airways con vuelos entre Londres y Argentina.

Si IAG consigue cerrar la compra de Norwegian la amenaza desaparece, y de un plumazo el holding se colocaría como un gigante transatlántico con fuerte presencia en todo el arco de tarifas, del bajo coste a la business. “Consideramos altamente probable que IAG termine comprando Norwegian, porque su encaje estratégico es bueno (rutas complementarias y eliminaría un competidor low cost)”, sostienen desde Bankinter. “IAG eliminaría un competidor por coste y rutas que, además, empieza a causarle cierto daño en márgenes”.

Además, la integración de Norwegian permitiría a IAG reforzarse en el norte de Europa, un mercado en el que no tiene una amplia presencia, y potenciar de un plumazo también en el bajo coste continental, un negocio en el que la aerolínea noruega se ha colocado como tercera mayor low cost europea –sólo por detrás de Ryanair e easyJet- y en el que compite directamente con Vueling y con Iberia Express.

Dudas sobre el 'modelo Norwegian'

Norwegian considera que el interés de IAG por lanzar una opa “confirma la sostenibilidad y el potencial de nuestro modelo de negocio y de nuestro crecimiento global”. Un modelo que para inversores y analistas está en entredicho, a pesar del crecimiento acelerado de la aerolínea que le ha llevado a colocarse como sexta mayor aerolínea de Europa en 2017 (con 33,1 millones de pasajeros, un 13% más).

La unión IAG-Norwegian crea un gigante que disputaría de igual a igual el liderato europeo a Lufthansa

Norwegian entró en números rojos el año pasado, con unas pérdidas de 31 millones de euros, por los enormes costes asumidos para la expansión de rutas tanto en Europa como hacia Estados Unidos y Latinoamérica y, sobre todo, para la ampliación de su flota de aviones. Norwegian cuenta con 151 aviones en operación, pero también tiene pedidos en firme con Boeing y Airbus por otros 225 aparatos y opciones de compra por otros 152 aeronaves más. Unos macrocontratos que también son una de las razones por las que el interés de IAG por tomar el control de su rival cobra sentido.

La expansión y la renovación de flota han disparado la deuda del grupo dirigido por Bjorn Kjos hasta superar los 2.300 millones de euros. Pérdidas y deuda crecientes. "No parece que pueda mejorar las cifras este año", augura Bankinter en un informe para inversores. "Su situación financiera es tan delicada que 'dejarse comprar' podría ser su mejor desenlace", sentencia.

La  cotización en bolsa de la aerolínea zozobra desde hace meses. Las acciones del grupo acumulaban, hasta conocerse el interés de IAG, una caída del 23% en los últimos doce meses. Después de la noticia la capitalización de Norwegian en bolsa pasó de apena 670 millones a superar los 1.000 millones de euros.

Está por ver si el calentón en bolsa de Norwegian es sostenible, pero lo cierto es que los inversores dan por hecho que IAG tendrá que rascarse el bolsillo si quiere comprar Norwegian. “No creemos que IAG pueda efectuar la adquisición sin pagar una prima considerable”, augura Renta 4, “debido al potencial de crecimiento de Norwegian después de las importantes inversiones realizadas y a que hay un accionariado con la voluntad de permanecer en el consejo. El consejero delegado y el presidente de la compañía comparten un 26,8% del capital” a través de una sociedad instrumental.

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