Los líderes de los sindicatos de Endesa iniciaron hace una semana un encierro indefinido en la sede central de la eléctrica en Madrid. Lo hicieron como medida de presión contra la “posición de bloqueo” de la dirección de la compañía en la negociación del nuevo convenio colectivo. Tras dos años de negociaciones –el anterior convenio expiró en diciembre de 2017- las posturas siguen totalmente enquistadas y no hay avances significativos para desencallar la situación.

Ahora los encierros se extienden por toda España. Tras la acampada de los líderes sindicales en la sede de Madrid, ahora ya hay encierros también en las sedes de Barcelona, Palma de Mallorca, Sevilla, Zaragoza, Canarias y en las centrales eléctricas de As Pontes (A Coruña), Andorra (Teruel) y Carboneras (Almería), según confirman a El Independiente fuentes sindicales.

Los sindicatos UGT, CCOO y SIE reclaman a la dirección de Endesa que acceda a abrir un proceso de arbitraje o de mediación externa para desencallar la situación y avanzar en la negociación. O, en su defecto, los sindicatos piden dejar fuera de la negoción del convenio del punto más conflictivo (el del descuento en el recibo de luz de los 26.000 jubilados que son ex empleados de la eléctrica) y avanzar en el resto de aspectos del marco laboral de la plantilla.

En las últimas semanas las negociaciones se habían dividido en varias mesas temáticas para intentar avanzar en diferentes aspectos de manera independiente. Los sindicatos denuncian que no ha habido avances y ahora lanza una medida de presión a la cúpula de la compañía, después de que ésta haya rechazado la propuesta sindical de incluso abrir un proceso de arbitraje o de mediación externa.

El secretario general de UGT en Endesa, Manuel Jaramillo; el de Comisión Obrera, José Manuel Falagán; y el del Sindicato Independiente de la Energía (SIE), Carlos Vila, iniciaron hace una semana su encierro en Madrid y aseguran que no lo abandonarán hasta que haya “una solución” y la “empresa se muestra dispuesta a negociar y no sólo a intentar imponer su posición sin ninguna concesión”.

Los tres sindicatos habían diseñado una oferta conjunta a la compañía que, entre otros aspectos, proponía una subida salarial del 3% retroactiva para 2018 y para cada uno del resto de años del convenio, hasta 2023, un incremento de las tablas salariales del 1,5%, una paga extra lineal para toda la plantilla del 1,3% de la masa salarial, un pago adicional y una paga de eficiencia en función de la rentabilidad de la compañía y una cláusula de revisión de los salarios si la inflación supera el 2% algún año. Endesa sólo ofrecía una subida del 1% anual.

Descuento de luz a 26.000 jubilados

La negociación del convenio colectivo se ha encontrado con un escollo crucial que ha acabado por frenar cualquier avance. La compañía ejecutó el pasado 1 de ocutbre su decisión de suspender el descuento en el recibo de luz del que se benefician 26.000 ex trabajadores del grupo ya jubilados.

Endesa entiende que con la expiración del convenio también lo hace la vigencia de estos beneficios sociales para los jubilados, y dejará de pagar la electricidad de las casas de los ex trabajadores. La electricidad gratuita está considerada una parte del salario en especie, así que con la expiración del convenio la plantilla actual (integrada por cerca de 9.000 empleados) ha consolidado esa parte en sus contratos, pero los 26.000 ex empleados se quedan ahora sin bonificación alguna.

Hasta ahora, tanto los trabajadores como los ex empleados sólo se hacían cargo en su recibo de luz de los peajes regulados de la factura y de los impuestos, mientras que la parte del consumo eléctrico (entre un 35 y un 40% del recibo final) es gratuita. Para todos los jubilados ese enorme descuento –considerado como un pago en especie y por el que pagan también impuestos en su declaración de la renta- se ha acabado.ç

La dirección de la compañía entiende que la medida es revocable y podría echarla atrás siempre que se consiga un acuerdo para rebajar el consumo máximo del que se benefician la actual plantilla y el contingente de ex empleados jubilados, así como sus viudos y viudas. Endesa se muestra dispuesta a recuperar el descuento si hay un acuerdo sobre el convenio.

Los sindicatos llevan semanas denunciando que es “chantaje” de la empresa para conseguir rebajar las condiciones laborales y económicas del convenio. Y por eso reclaman dejar fuera el descuento en la tarifa eléctrica de los ex empleados (una medida que está judicializada en el Tribunal Supremo) y avanzar en el resto de aspectos del convenio colectivo.

Posiciones alejadas

Endesa ha propuesto a los sindicatos para alcanzar un acuerdo y cerrar el conflicto la posibilidad de rebajar el  máximo de consumo eléctrico gratis del que se beneficia la plantilla y los jubilados, pasando y dejarlo en un máximo de 3.500 kilovatios hora (kWh) al año para todos. Actualmente algunos disfrutan de consumo gratuito ilimitado, otros de 30.000 kWh, otros de 20.000 kWh y otros de 15.000 kWh.

Los sindicatos UGT, CCOO y SIE presentaron hace unas semanas una propuesta común en la que se reclamaba que la plantilla actual y los jubilados mantuvieran un consumo gratuito de 15.000 kWh al año, así como una compensación para los empleados y ex empleados que tienen límites de consumo superiores a esa cota.

Esto es, los sindicatos reclaman cuatro veces más consumo eléctrico gratuito que el que hasta ahora ofrece la compañía. Además, las tres organizaciones sindicales han venido reclamando hasta el último momento a la dirección de Endesa que volviera a aplazar la suspensión de la bonificación en especie a los jubilados y que no quitara el descuento de luz mientras se siga negociando el nuevo convenio.

“La dirección de la empresa, con su actitud de auténtico menosprecio hacia los trabajadores de Endesa”, se quejan los sindicatos en una nota remitida a la plantilla, “ha mantenido en todo momento su talante prepotente, justificado en su posición de fuerza y su postura inamovible respecto que “NO habrá Convenio si no aceptamos su propuesta de limitación de tarifa para activos y pasivos (3.500 kWh) y liquidar los beneficios sociales de los convenios de origen”.

Las acusaciones son cruzadas entre las partes. Desde Endesa se sostiene que no ha accedido a aplazar el fin del descuento porque los sindicatos no mostraron disposición a rebajar su propuesta y a negociarla. Y fuentes sindicales critican que la compañía “no quiere negociar, no se mueve y lo que ofrece no lo podemos firmar”.