El ex presidente del BBVA Francisco González, investigado por cohecho y revelación de secretos en el caso Tándem de la Audiencia Nacional, ha negado conocer los contratos de presunto espionaje para el banco de la empresa Cenyt del comisario en activo José Manuel Villarejo entre los años 2004 y 2017.

González ha rechazado tener responsabilidad alguna en dichos contratos por los que Villarejo pasó facturas de más de cinco millones de euros y ha mencionado en su declaración, como era de esperar, a quienes comprometen los indicios recabados en las cintas de Villarejo: el jefe de Seguridad del banco, Julio Corrochano, y el anterior director de Recursos Humanos y consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, quienes fueron sus subordinados cuando presidió el banco.

Corrochano, que previamente fue jefe de la Policía Judicial de Madrid, fue el enlace entre la entidad y Villarejo. Según dijo él mismo al comisario en prisión en una conversación incautada por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, «Ángel» (refiriéndose a Ángel Cano, por entonces director de Recursos Humanos y Servicios del banco) y «mi presi», por Francisco González, eran los destinatarios de sus informes de espionaje.

Sin embargo, González afirmó este lunes que no conoció la relación contractual de BBVA con la empresa Cenyt hasta 2018, cuando se publicaron las primeras informaciones en prensa sobre los pagos del banco al comisario. Ante los medios, una vez concluyó su declaración de más de dos horas ante el juez Manuel García Castellón, González afirmó que el trabajo del BBVA siempre fue "íntegro y ejemplar sin perjuicio de alguna conducta irregular individual". Ante el juez, según fuentes jurídicas, González sacó a relucir los nombres tanto de Corrochano como de Ángel Cano.

Entre los informes de espionaje que se investigan porque el comisario habría accedido a datos confidenciales a través de su presunta "red policial mafiosa" para elaborarlos, se encuentra el seguimiento que Villarejo hizo al presidente de Sacyr, Luis del Rivero, a Miguel Sebastián, ex jefe de la oficina económica de José Luis Rodríguez Zapatero y a personas de su entorno por el intento de entrada en el consejo de administración del banco para sacar de la presidencia a Francisco González. Así al menos sospechaba el ex presidente del banco, según los audios incautados a Villarejo, aunque él negó este lunes conocer ninguno de los encargos que el banco hizo al entonces comisario.

La versión de la cúpula actual

Antes de la declaración de Francisco González en el Juzgado Central de Instrucción número 6 tuvo lugar la de Javier Ayuso, ex responsable de comunicación del BBVA, como testigo. Entre este martes y miércoles también pasarán por la Audiencia Nacional Juan Asúa, asesor del actual presidente Carlos Torres, y Eduardo Arbizu, responsable de Control Interno del banco, además de Adolfo Fraguas Bachiller, el representante de BBVA, investigado como persona jurídica.

Se abre así una brecha entre la anterior y la actual cúpula del banco defendiendo sus intereses y los de la entidad. A ésta se une el informe forensic que el banco ha encargado a dos despachos de abogados y una consultora externa sobre los trabajos encargados a Villarejo.

Hasta el momento, el banco ya ha facilitado parte de la información de dicho informe al juez y le ha trasladado que Villarejo accedió a información de fincas catastrales y propietarios de fincas en los que estaba interesado Francisco González, según publicó El Español.