Telefónica se lanza a un plan de reorganización y ajuste en su corporación, que emplea a cerca de 3.000 personas en todo el mundo. Apenas dos meses después de cerrar el proceso de salidas voluntarias en sus filiales en España y que se saldó con la marcha de 2.636 empleados, la compañía pone en marcha un nuevo plan de bajas incentivadas dirigidas al corporativo.

En esta ocasión las salidas no están ligadas a la edad de los trabajadores (el anterior plan para filiales españoles se dirigía a mayores de 53 años) sino sólo a su antigüedad en la empresa. La compañía ofrece bajas incentivadas a los trabajadores desde sólo cinco años de antigüedad en el grupo.

Telefónica pretende una reorganización exprés: los trabajadores tienen que apuntarse al plan de bajas esta misma semana y las salidas se ejecutarían previsiblemente en el próximo mes y medio, según confirman fuentes conocedoras del programa comunicado por la compañía a los empleados. El programa podría saldarse con la salida de entre 400 y 450 empleados en las próximas semanas, según fuentes sindicales.

Las condiciones contempladas en el proceso de bajas, adelantado por Cinco Días, son distintas en función de la antigüedad. A los empleados con entre cinco y diez años de antigüedad se les ofrece el 60% de su sueldo durante los próximos cinco años (el equivalente a recibir tres anualidades durante un lustro). Y los trabajadores que llevan más de 10 años en la corporación percibirían el 50% de su retribución durante una década (cinco anualidades durante 10 años).

El equipo directivo de los servicios corporativos también puede apuntarse al plan de bajas y a cambio los ejecutivos recibirían el 50% de su retribución durante ocho años (cuatro anualidades en ese periodo). En todos los casos los empleados deben suscribir un compromiso de no competencia que les impedirá ser contratados durante dos años por compañías rivales de Telefónica.

Problemas en bolsa

Telefónica ha puesto en marcha una revolución organizativa para reinventarse. El consejo de administración de la teleco aprobó a finales de noviembre un plan de acción diseñado por el presidente, José María Álvarez-Pallete, para transformar el grupo para generar más de 2.000 millones de euros adicionales en ingresos y dos puntos porcentajes de mejora de la rentabilidad (medida en margen de flujo de caja operativo) en 2022.

El plan de reorganización interna, junto a otras medidas como la progresiva venta de sus torres para hacer caja, son iniciativas que esperaban los inversores a forma de plan de choque de la compañía para impulsar la cotización de sus acciones.

El pasado agosto la acción de Telefónica cayó el pasado agosto hasta niveles mínimos desde 1997, al situarse por debajo de los 6 euros por título. Con el plan de reorganización de noviembre el mercado dio una tregua a la teleco y registró semanas de subidas. Pero todo ese terreno ganado en la cotización ha desaparecido, y este miércoles la acción de Telefónica estaba de nuevo por debajo de esa cota de los 6 euros. En los últimos días Telefónica ha perdido su puesto entre las cinco mayores compañías del Ibex por capitalización, superada por Amadeus.

La reorganización emprendida por Pallete tiene como bases fundamentales focalizar la inversión y crecimiento en los cuatro mercados más importantes de la compañía: España, Brasil, Alemania y Reino Unido; la segregación y unificación en una nueva sociedad de todos los negocios en Latinoamérica (salvo Brasil) para la que busca socios y alianzas; la creación de Telefónica Tech para concentrar todos los negocios digitales; la constitución de Telefónica Infra, en la que integrará todas las redes e infraestructuras; y la puesta en marcha de un nuevo modelo organizativo y una nueva estructura directiva para ganar agilidad.