Los trabajadores de la cadena alemana de distribución Lidl estaban llamados este jueves a secundar una huelga en toda España en protesta por una supuesta falta de medidas y equipos de protección para atender a los clientes en el contexto de la pandemia del coronavirus, iniciativa que ha venido acompañada de concentraciones de empleados a las puertas de las tiendas.

El 90% de la plantilla de Lidl en España ha secundado la huelga para reclamar a la compañía una desescalada segura y mayores medidas de prevención, según datos de CC.OO. Sin embargo, fuentes de la cadena de supermercados consultadas por Europa Press rebajan el seguimiento por parte de los trabajadores de la compañía al 18,5%.

Así, grupos de empleados se han concentrado ante algunos de los más de 600 supermercados que la firma tiene en el conjunto de España.

En Cataluña, se han congregado a las puertas de establecimientos de Lérida, Tarragona y Gerona, así como en la entrada de la plataforma logística que Lidl tiene en Montcada i Reixac (Barcelona).

La alcaldesa de Montcada i Reixac, Laura Campos, y el alcalde de Ripollet, José María Osuna, han asistido a una de estas concentraciones para apoyar a los trabajadores.

Campos, que el miércoles mantuvo reuniones con el comité de empresa y con representantes de Lidl, confía en que la compañía escuche las peticiones de la plantilla, ha informado en un comunicado.

"Según hablamos, Lidl está abierto a continuar negociando. Esperamos que continúen apostando por un diálogo abierto con los trabajadores", ha dicho Campos, que confía en que la cadena de supermercados asegure todas las garantías en materia de prevención y devuelva las horas extra trabajadas durante el estado de alarma para asegurar el abastecimiento de alimentos a la población.

Por su parte, Osuna ha apostado por empleo estable y de calidad y ha pedido a Lidl que no ponga en riesgo la salud de la plantilla: "Lidl debe anteponer las condiciones laborales y las reivindicaciones que trabajadores y sindicatos hacen desde el sentido común por encima de sus beneficios económicos y empresariales".

Lidl mantiene un "diálogo permanente"

La pasada semana, Lidl señaló en un comunicado que respetaba el derecho de manifestación de sus trabajadores y subrayaba que mantiene un "diálogo permanente" con los sindicatos.

Afirmó que desde el inicio del estado de alarma, la prioridad de la cadena ha sido en todo momento "garantizar la seguridad y la salud" de sus clientes y especialmente de los empleados.

Así, aseguró que se ha facilitado a los empleados mascarillas de máxima protección, complementadas con pantallas faciales que refuerzan la seguridad, así como guantes y geles desinfectantes, a la vez que se han instalado cerca de 6.500 mamparas de seguridad en la línea de cajas y limitado el aforo y el horario comercial, entre otras medidas.