El Gobierno ultima nuevas medidas para rescatar compañías en problemas. El Consejo de Ministros aprobará este viernes una nueva línea de avales a través del ICO de 40.000 millones para reforzar la liquidez de las compañías y que se sumará al programa de 100.000 millones aprobado en los primeros días del estado de alarma. Pero el Ejecutivo se dispone a dar un paso más para garantizar también la solvencia de compañías en dificultades, llegando incluso a entrar en el capital de empresas estratégicas.

El Ministerio de Hacienda planea crear a través de SEPI –el holding público que controla las compañías públicas industriales y participaciones estatales en otras empresas- un fondo de rescate dotado de 10.000 millones de euros para apoyar a compañías viables con problemas de solvencia por la crisis del Covid-19.

Los planes del Gobierno pasan por que, entre otras opciones, las ayudas abran la posibilidad de entrar en el accionariado de las empresas de manera transitoria y durante un tiempo determinado (para ajustarse a la normativa de ayudas de estado de la UE) mediante la compra de acciones o de deuda u otros instrumentos financieros que sean convertibles en capital.

El Gobierno lo desvincula de la polémica sobre nacionalizaciones: sólo para empresas que lo soliciten

La entrada en el accionariado es sólo una de las posibilidades, subrayan fuentes conocedoras del programa de rescate, y el fondo contemplará previsiblemente otro tipo de instrumentos como préstamos participativos, cuyo tipo de interés es variable y se puede fijar en función de la evolución del negocio pero no implica la toma de paquetes accionariales.

Desde el Ejecutivo se trata de alejar esta iniciativa de apoyo a las compañías del debate abierto por Unidas Podemos (lo ha hecho también estando ya en el gobierno de coalición), sobre la posibilidad de lanzar la nacionalización de empresas de sectores estratégicos. Y es que, según subrayan fuentes gubernamentales, la inyección del fondo de rescate y la entrada en el capital del Estado sólo se producirá si la empresa es viable, si la propia compañía lo solicita explícitamente y como una opción de último recurso. Esto es, no es un mecanismo ideado para solucionar situaciones como las de Nissan y Alcoa y evitar con ello los cierres de plantas anunciados.

Sólo para compañías estratégicas

El fondo de rescate se reservará a compañías de sectores que se consideren estratégicas. El Consejo  de Ministros de este viernes aprobará la creación del fondo, pero deja para futuros Consejos el desarrollo en detalle sobre cómo articular las ayudas y qué tipo de sociedades y de que sectores específicos pueden solicitar las ayudas.

Las ayudas se darán sólo a compañías de gran tamaño y de sectores concretos

Pero la intención del Gobierno es que el rescate de SEPI esté reservado a empresas cuyo tamaño y relevancia les otorgue suficiente impacto económico y social, y que desarrollen actividades de sectores ligados a la seguridad, la salud pública, las infraestructuras, el transporte, las comunicaciones o que garanticen el buen funcionamiento de los mercados.

SEPI creará un comité gestor del fondo para determinar qué solicitudes se atienden y cuáles se rechazan en función de que las compañías cumplan los requisitos de tamaño y actividad estratégica.

Desde el Gobierno se apunta que el importe de los dividendos, intereses y plusvalías que se generen de las inversiones que se realicen a través del fondo se ingresará en el Tesoro Público. Y ello a pesar de que PSOE y Unidas Podemos respaldaron este jueves una enmienda en el Congreso al acuerdo para la reconstrucción en que se recomienda que las empresas que reciban impuestos no puedan repartir dividendos durante dos años.

Las aerolíneas, objetivo prioritario

A falta de que se concrete un listado específico de sectores, entre los que sí figurarán está el transporte aéreo. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ya había advertido de que los avales del ICO para préstamos concedidos a aerolíneas españoles eran insuficientes y que se necesitarían nuevas medidas de apoyo.

Las compañías aéreas han recurrido a las líneas de avales del ICO para conseguir liquidez durante los meses en que el sector aéreo ha sufrido una paralización total por las restricciones a la movilidad. Iberia y Vueling, ambas del grupo IAG, firmaron préstamos con aval público por 1.010 millones de euros, Air Europa lo hizo por cerca de 140 millones y Air Nostrum por 130 millones más, entre otras empresas.

Frente a los avales a la aviación española, otros países europeos han lanzado programas de ayuda multimillonarios y que en algunos casos incluye también la entrada del Estado en el capital de las aerolíneas o reforzar su participación en el caso de ya estar en el capital. Lufthansa recibirá ayudas por 9.000 millones, el plan de rescate de Air France es de 7.000 y el de su socia holandesa KLM de 3.400 millones, y el Gobierno italiano ha diseñado un plan de 3.000 millones para salvar Alitalia.