Los vetos de varios países europeos a los viajes a España (o las recomendaciones oficiales de que no se hagan) han vuelto a poner en jaque al sector turístico, que acababa de iniciar su reactivación tras los meses de parón total por el estado de alarma.

El sector esperaba ya un mal verano, con cifras de llegadas de turistas y de ingresos a años luz de los años previos de récords sucesivos. Los rebrotes y los nuevos contagios empezaron a frenar el negocio ralentizando las reservas de las primeras semanas de relanzamiento y con algunas cancelaciones. Pero ahora las cuarentenas forzosas a viajeros impuestas por Reino Unido y Noruega, la prohibición de Bélgica de viajar a Cataluña y Aragón, las recomendaciones de no viajar a determinadas regiones dictadas por Alemania, Francia u Holanda… pueden dar un golpe definitivo al sector.

Los efectos de los vetos europeos “serán serán devastadores para la actividad turística y el empleo, dando la puntilla a una temporada que se había iniciado renqueante y acabará anticipadamente”, alertan desde Exceltur, un lobby que agrupa a una treintena de las mayores empresas turísticas del país (entre ellas, Meliá, Iberia, Globalia, NH, Iberostar, Riu o Renfe). La organización subraya que el impacto económico de estas medidas dejará “cientos de miles de empleos en el alero a fines de octubre y miles de negocios sin abrir o insolventes con todas las consecuencias que a su vez, conllevará para el 2021 y años sucesivos”.

Las estimaciones de Exceltur pasan porque las cuarentenas europeas y las recomendaciones de no viajar a España ponen en peligro ingresos del sector por unos 8.700 millones de euros sólo en los dos próximos meses que restan en esta atípica temporada de verano. De momento, la asociación empresarial mantiene su previsión de que el sector sufrirá una caída de actividad de más de 83.000 millones en el conjunto de 2020, lo que provocará un desplome de más de la mitad del PIB del sector, y unos 725.000 empleos afectados al final del año.

Desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) se admite que el giro negativo que está registrándose en la evolución del negocio amenaza con afectar al proceso de reapertura de establecimientos. Con sólo un 30% de la planta hotelera operativa actualmente tras los meses de clausura obligada, la patronal hotelera teme que muchos establecimientos que pensaban reabrir ahora estén replanteándoselo y que algunos que ahora funcionan estudien un cierre adelantado.

“Estamos ante una situación de emergencia nacional”, subraya el Consejo de Turismo de la patronal CEOE. “El turismo tiene un efecto tractor sobre otras industrias que hace que podamos hablar de un macrosector que, de empeorar aún más su situación, podría ahondar en las ya dramáticas cifras de ocupación y desempleo que refleja la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre”, con 55.000 parados más y 1,1 millones de empleos afectados durante la crisis sanitaria. CEOE reclama la convocatoria urgente de una mesa interministerial para adoptar medidas con carácter inmediato para paliar la crisis.

Destinos más seguros que quedarse en casa

Desde el sector turístico se insiste en que los vetos europeos –singularmente las cuarentenas de Reino Unido, el mayor mercado emisor a España, con más de 18  millones de turistas el año pasado- no tiene justificación sanitaria. Y es que la situación epidemiológica de la mitad de las comunidades autónomas españolas, y en especial la de los grandes destinos como Baleares, Canarias o Andalucía, son mejores que la del propio Reino Unido.

Una circunstancia que “hipoteca nuestra reputación país y revela la necesidad de la mayor anticipación diplomática y mejora de la comunicación sanitaria, interna y externa, para no suscitar alarmismos equívocos que conlleven decisiones radicales”, alertan desde Exceltur. “El daño reputacional ya está hecho y resulta poco realista pensar que las decisiones puedan revertirse a tiempo para salvar lo poco que ya queda de la actual temporada turística, del descalabro que nos espera”.

Aún así, la organización empresarial reclama al Gobierno una “intensa acción diplomática” para “neutralizar con datos científicos y explicaciones más convincentes los recelos suscitados sobre nuestra evolución del Covid”. Una acción que debe volcarse tanto en los países que ya han adoptado medidas restrictivas como en otros que pudieran estar tentados de adoptarlas.

Y es que una de las preocupaciones dominantes en el sector es que se sumen otros países a los vetos a los viajes a España. “En este momento, es clave que nuestros representantes se muevan con agilidad para tratar de evitar un efecto dominó de consecuencias devastadoras para nuestro sector”, subrayan fuentes del grupo turístico Barceló. “Es necesaria una mayor y mejor coordinación de la información sobre la evolución y control de la pandemia, y sobre su incidencia en los principales destinos turísticos españoles. De esta forma, se podría reducir la aplicación de medidas restrictivas generalizadas y tratar de que no afecten a destinos cuyos datos certifican un control efectivo de la pandemia”.

La tasa de contagios en las últimas dos semanas en el Reino Unido es de 14,7 casos por cada 100.000 habitantes, mientras la de Baleares es del 8 casos y la de Canarias se sitúa en  5,8 por 100.000, recuerdan desde el sector turístico español. “En ausencia de justificación epidemiológica, debemos pensar que una medida como esta, adoptada de forma precipitada y con un efecto tan devastador sobre el sector turístico español y británico, se ha adoptado por otras razones, probablemente políticas”, denuncia Gabriel Escarrer, vicepresidente y consejero delegado de Meliá.

“España es un país seguro, con una situación controlada y un seguimiento adecuado de la evolución de la pandemia, y particularmente desde el sector turístico en particular, hemos hecho un gran esfuerzo para adaptarnos a las exigencias más rigurosas de seguridad sanitaria”, sostiene Escarrer. “Pedimos al Gobierno español un esfuerzo especial de diplomacia y comunicación, para transmitir al Reino Unido, y al resto de mercados, la realidad de la situación en España y especialmente la seguridad que ofrecemos a los turistas”.

“España es un país seguro y hemos de impulsar una responsabilidad colectiva para no tener que elegir entre economía o salud”, indican, por su parte, fuentes del grupo Iberostar. “Nos preocupa mucho que otros mercados puedan sumarse a la iniciativa tomada por Reino Unido. Hemos vuelto a la operación de forma responsable trabajando mucho para preservar la seguridad y la salud de nuestros trabajadores y clientes. Los mercados deberían reconocer ese esfuerzo que como empresas y como país se está haciendo”.